CAPÍTULO 10

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Me desperté y Harry ya no estaba. Me había dejado una nota "buenos días, pequeña" junto un cafe y una magadalena de chocolate. Desayuné y miré billetes de avión en el móvil. Me iba a volver a España, Londres me hacía mal y tenía que alejarme de Harry y de Daniel. Tenía un lío en la cabeza, estaba volviendo a sentir cosas por los dos y no me beneficiaba nada. Encontré un billete bastante barato para dentro de 3 días y lo reservé.

Varias horas después entró Harry en la habitación.
- ¿Cómo estás? - me preguntó.
-Algo dolorida.
- Es normal, te traigo el alta y como he acabado mi turno te acerco a casa de Daniel.
- Vale - sonreí y firmé los papeles.
Harry me ayudó a vestirme y fuimos a casa de Daniel.
- ¿Quieres que te ayude a entrar? - me preguntó cuando paró en la puerta de la casa.
- Vale.
Entramos y me acompañó al salón. Había encima de la mesa una máscara de persona mayor junto a unos pantalones y camiseta que me sonaban de algo. Me quedé mirándolo y era igual que los del hombre del callejón.
- ¡Harry! - chillé antes de que saliera por la puerta de la casa.
- ¿Qué pasa? - volvió corriendo y me escondí detrás de él.
- E...Esa ro...ropa es co...como la del ho...hombre del ca...callejón - dije nerviosa y tartamudean.
- Bien visto - dijo Daniel entrando al salón.
Me puse detrás de Harry y me agarré fuerte a él.
- También te grabé, ¿quieres verlo? - dijo Daniel orgulloso.
- ¡Eres un maldito traidor! - gritó Harry.
- ¡Igual que tú!
- ¡No! ¡Nunca estuve de tu lado desde que la vi!
- ¡Mentiroso!
- ¡Gilipollas!
Todo eran gritos con insultos, no aguantaba más así que salí sola de casa. Fui andando calle abajo dejando que las lágrimas salieran por mi mejilla. Para mi suerte me había acordado de coger el bolso con algo de dinero. Fui a un hotel lo bastante lejos para que no me encontrara nadie. Reservé la habitación por 2 días, lo necesario para luego volver a España.
Me tiré en la cama, abracé a la almohada y seguí llorando.

Llamé a mi madre y hablé con ella contándola todas las mentiras que podía para no preocuparla más aún.

Casi a la hora de cenar me sonó el móvil. Miré la notificación "Harry: vídeo", dudé varias veces si abrirlo o no pero terminé abriéndolo.
Daniel, Harry y varios chicos estaban en un bar.
- ¿Y cómo se llama esa que te tiene loco? - dijo un chico.
- Anna Scott - suspiró Harry.
- Esa es mi ex - dijo Daniel.
- Pues vamos a por ella, se lo merece - dijo otro chico.
- Lo siento pero yo me voy, no quiero hacerla nada malo - dijo Harry levántandose.
- Yo quiero hacerla de todo, hacerla daño, igual que me lo hizo a mí - dijo Daniel.
Vi el vídeo un par de veces, no podía creer lo que estaba viendo. Me hicieron verdadero daño las palabras de Daniel, me dolían demasiado en el pecho. Llamé a Harry para que me ayudara a entender el vídeo.
- ¿Cómo estás? - dijo nada más decolgar.
- Bueno... - susurré.
- ¿Dónde estás?
- Es un hotel.
- Vale, ten cuidado por favor, ya has visto.
- Harry...
- ¿Qué pasa?
- ¿Te parece que hablemos sobre el vídeo?
- Claro, ¿qué quieres saber?
- Prefiero hacerlo cara a cara.
- Vale, en 15 minutos paso por tu hotel.
- Ahora te mando la dirección.
- Vale, te quiero.
Colgué y le mandé la dirección. Me vestí con un chándal y salí a la puerta de lo hotel. Esperé un par de minutos hasta que Harry llegó, subí a su coche y fuimos a su casa.
- Creo que es mejor aquí para hablar tranquilamente - dijo mientras aparcaba en el garaje.
- Vale, creo que sí.
Bajamos y entramos en su casa.
- ¿Te apetece pizza? - me preguntó.
- Vale.
Puso la pizza en el horno y fuimos al salón.
- Pregúntame lo que quieras - dijo mientras no sentamos en el sofá.
- ¿De cuándo es el vídeo?
- Dos o tres días después de que te fueras.
- ¿Quiénes son los demás?
- Antiguos amigos, con los que hice la mierda de trato para lo que ya sabes de la anterior vez - susurró.
- ¿No te hablas con ellos?
- No, ni con Daniel, desde que estás en su casa he vuelto a hablar con él para controlar que no te haga nada pero me ha sido totalmente imposible, lo siento - suspiré - sé que fui un cabrón la otra vez pero me enamoraste poco a poco me enamoré de ti y hasta que no te perdí no me di cuenta por miedo.
- ¿Miedo?
- Sí, Anna, miedo a enamorarme, lo estuve otra vez y jugaron conmigo. Ahora soy el cabrón que jugaba hasta que se enamoró como un idiota y que sigue enamorado.
- ¿Cómo jugó contigo?
- Me dio falsas esperanzas, me decía te amo para nada, y prácticamente yo lo repetía hasta que te encontré a ti.
- Bueno, ahora entiendes como me siento yo.
- Lo sé, pero quiero seguir intentándolo contigo.
- Bueno, pasado mañana me voy a España.
- ¿¿Qué?? - dijo sorprendido - no no, por favor - me rogó.
- Está decidido, no hay vuelta atrás.
- ¿Puedo ir contigo?
- No sé, Harry.
- Dame otra oportunidad, Anna.
- La tuviste y la perdiste, se acabó, no hay más que hablar respecto a eso.
Fui a la cocina y saqué la pizza del horno.
- ¡AYY! - chillé al quemarme.
Harry vino corriendo y me puso el dedo debajo del chorro de agua fría.
- Ten cuidado, pequeña - susurró tierno.
- Harry...
- Tengo dos días y poco para convencerte de ir contigo y lo haré.
- Lo dudo pero vale.
Pusimos la mesa y cenamos.
- ¿Te quedas a dormir? - propuso Harry cuando acabamos de cenar.
- No tengo pijama.
- Te dejo algo de ropa mía.
- Vale, así no te hago salir más.
Le sonó un mensaje en el móvil y lo miró. Era un vídeo, se le cambió la cara a los poco segundos y guardó el móvil rápido.
- ¿Qué era? - le pregunté cuando lo guardó.
- Nada - gruñó.
- Así no vas a conseguir otra oportunidad - le eché en cara.
- El vídeo de cómo Daniel te violó, me lo ha mandado de él.
Me quedé en shock y se me saltaron las lágrimas. Harry me abrazó y me quitó las lágrimas.
Varios minutos después seguía abrazándome sin decir nada.
- No puedo con todo esto - sollocé.
- Podemos empezar de cero en España.
- Es complicado Harry.
- Pero no imposible Anna.
- Deja de presionarme tanto - susurré.
- Vale, ¿quieres dormir?
- Sí, lo necesito.
Me dio uno de sus pijamas y me llevó a mi antigua habitación. Me dejó sola y me lo puse. Me metí en la cama y empecé a recordar todo lo que viví con él. Varias horas después conseguí quedarme dormida.

Kamasutra (segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora