CAPÍTULO 16

2.8K 61 3
                                    

Me desperté algo mareada así que me quedé un rato tumbada en la cama para que se me pasara.
Me levanté, me di una ducha rápida y me vestí. Fui a la cocina y estaba mi padre.
- ¿Hoy no trabajas? - le pregunté porque me llamó la atención que estuviera en casa.
- No - dijo en un susurro.
Decidí no preguntar más y supuse que le habían echado hace unos días nos contó que estaban reduciendo personal en su empresa así que seguramente fuera eso. Mi padre suspiró y le di un abrazo.
- Todo irá bien, papa.
- No sé.
- Verás como sí, yo estoy buscando trabajo y os puedo dar algo de dinero.
- No, hija, es tu dinero, para tus cosas.
- Y mis cosas sois vosotros así que os ayudaré.
- No, no lo voy a permitir.
- Ya veremos quien es más cabezota de los dos.
Sonrió un poco porque sabía que lo era yo. Desayunamos los dos juntos, llevaba años sin desayunar con él porque trabajaba mucho y a penas estaba en casa.
- ¿Me acompañas a buscar a Harry? - le propuse cuando acabamos.
- No creo que sea buena idea, los novios y los padres no se suelen llevar bien.
- Pues tú con él sí, o más te vale eh.
- Lo intentaré - se rió.
- ¿Me dejas el coche?
- Sí, ten cuidado.
Me dio las llaves, cogí el bolso y salí de casa. Fui al aeropuerto, llegué 10 minutos antes de que aterrizara así que me senté a esperar. Empezó a salir mucha gente, entre ellos vi a Harry y corrí hacia él. Nos dimos un abrazo y nos besamos.
- ¿Qué tal el viaje? - le pregunté mientras caminabamos al coche.
- Bien, estás muy guapa, ¿qué has hecho?
- Nada, tú también estás muy guapo.
- He estado yendo al gimnasio - me dijo con una sonrisa picarona.
- Ya empiezas - aparté la mirada.
Fuimos al coche y de camino fuimos hablando de lo que hemos estado haciendo este mes. Llegamos a mi casa y le ayudé con las maletas.
- ¿Hay alguien en tu casa? - dijo nervioso.
- Sí, mi padre.
- Vale - suspiró.
- Tranquilo, le caerás bien - le sonreí y entramos en casa.
Salió mi padre del salón y vino al recibidor.
- Hola, soy Fernando - dijo mi padre presentándose.
- Hola, yo soy Harry - dijo en español pero con su acento inglés y me reí bajito.
Harry me fulminó con la mirada.
- Te llevo a la habitación - le dije a Harry.
Fuimos a mi habitación y le ayudé a deshacer las maletas.
- Me voy a hacer unos recados, tened cuidado - dijo mi padre entrando en mi habitación.
- Vale, si tardas voy haciendo la comida.
- Vale, hasta luego - se despidió y salió de casa.
- ¿Cómo que has estado yendo al gimnasio? - le dije a Harry.
- Me apetecía, no sé, ¿quieres verlo?
- Sí - sonreí.
Se quitó la camiseta y estaba mucho más bueno. Tenía más pectorales y más marcados los abdominales. Me mordí el labio mientras que le observaba.
- ¿Ya estás mojándote? - me preguntó al oído y asentí con la cabeza.
Cerró la puerta de mi habitación y me tumbó en la cama. Se puso encima mío y me quitó la camiseta.
- Tú también estás más buena eh - dijo comiéndome con la mirada.
Me besó en un beso intenso, caliente y con ganas de más. Nos fuimos besando todo el cuerpo entre "te amo" y "te he echado de menos". Nos terminamos de desnudar y le miré su pene, más erecto que nunca. Me penetró y chillé de placer. Empezó a dar embestidas y le acompañé con las caderas. Gemíamos mientras que dabe embestidas mas fuerte y rápido. Al poco nos estabamos corriendo gritando nuestros nombres. Se tumbó a mi lado y me acurruqué en su pecho.
- ¿Te hiciste el test de embarazo al final? - me preguntó unos minutos después.
- Sí, salió negativo, así que no ha pasado nada - sonreí.
- ¿Segura? Ayer estabas muy preoupada por ello.
- Sí, segurísima, se me estará retrasando la regla, pasa a veces.
- Vale - sonrió y me dio un beso en la cabeza.
- También es mejor para ti porque no quieres tener hijos.
- Te corrijo, no quería, ahora sí quiero pero cuando tengamos la vida más asentada, me refiero a que tengamos una casa para nosotros, trabajo y nos sintamos preparados.
- Vale, me parece genial - sonreí.
Me levanté y vestí.
- ¿A dónde vas? - me preguntó.
- Estamos en casa de mis padres pueden venir en cualquier momento.
- Vale.
Se levantó y se vistió. Fui a la cocina y empecé a hacer la comida mientras Harry se fue al salón a ver la tele. A los poco minutos vino conmigo a la cocina.
- ¿Qué te pasa? - le pregunté.
- No entiendo nada - dijo resignado y me reí - eres mala eh.
- No, solo me hacea gracia.
- Y te ries de mí.
- ¡Mentira!
Hizo un puchero y le di un beso.
- Lo siento jo

Kamasutra (segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora