CAPÍTULO 19

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Nos despertamos y fuimos a desayunar con mi padre que estaba en casa.
- Hoy voy a estar en casa todo el día, lo siento - dijo mi padre.
- No pasa nada, papa - le dije con una sonrisa - nosotros tenemos que hacer las maletas y comprar algo de comida.
- Vale, os ayudo en lo que me pidais.
- Por ahora nada.
Acabamos de desayunar y recogimos. Harry y yo nos fuimos a hacer las maletas. Cogí la maleta grande y metí la mayoría de mi ropa, dejé algo que no me gustaba demasiado. Harry también hizo la suya. Las llevamos las dos al coche y luego recogí mis libros, películas y algunos peluches y cosas así que para mí eran muy importantes, no pude evitar que algunas lágrimas cayeran por mis mejillas al imaginarme alejada de mis padres y de mi casa.
- Tranquila - dijo Harry abrazándome.
- Estoy algo triste por irme.
- Nos irá genial y volveremos pronto, cada vez que podamos.
- Vale, gracias.
- No las des.
Acabamos de recoger todo y lo llevamos al coche también. Hicimos la comida y llegó mi madre del trabajo. Comimos todos juntos. Harry estuvo hablando con el señor de la casa para quedar mañana a una hora exacta y que nos dijera algo más de la casa.
- No tiene muebles la casa - dijo cuando colgó.
- ¿¡Qué!? - dije preocupada.
- Tendremos que comprar muebles.
- Harry, no tenemos tanto dinero para comprar muebles, vamos a mirar otra que sea... - no acabé la frase cuando me empecé a marear.
Harry me cogió y me tumbó en la cama.
- Estate tranquila.
Me cogió la mano y cerré los ojos. Tardé unos minutos en encontrarme mejor. Pasé toda la tarde con mis padres para disfrutar de ellos lo poco que me quedaba. Hicimos la cena y cenamos.
- Tenemos una sorpresa para ti - dijo mi madre cuando acabamos de cenar.
Me dio una caja grande y la abrí. Dentro había un álbum de fotos, varias fotos en marcos, algunos cuadros que eran muy bonitos y un sobre con 1.000€.
- No, no puedo cogeros el dinero - dije devolviéndoselo.
- Llevamos ahorrándolo varios años para tu independencia, no es mucho pero es una pequeña ayuda para algo - dijo mi padre.
- Vosotros vais mal de dinero, lo necesitais.
- No te preocupes, es para ti - dijo mi madre.
- Vale, muchas gracias por todo - suspiré y le abracé - yo tengo otra cosa que deciros.
Busqué a Harry con la mirada y vino a mi lado.
- Hace unos días me preguntaste, mama, sobre si teníamos cuidado y eso pero no lo tuvimos porque me confié en que me tomaba la píldora cuando ya no lo hacía. Entonces pues ha pasado y ahora estoy embarazada.
- ¿¡Qué!? - me chilló mi madre.
- Tampoco cuesta tanto una caja de condones - dijo mi padre enfadado.
- Yo lo siento, no quería - susurré.
- Eso de follar lo llevais bien eh, vaya puta que estás hecha - me dijo mi madre y me puse a llorar - encima llora, pensaba que te estaba educando bien para que no fueras una cualquiera pero ya veo que no lo he conseguido - me gritó.
- Ahora vendrá a pedirnos ayuda con el bebé para ella poder estudiar y seguir follando - dijo mi padre.
- No, no os iba a pedir ayuda, podemos solos - dije entre sollozos.
Mi madre me pegó una torta y mi padre iba a hacer lo mismo pero Harry le agarró la mano antes de que me tocara.
- Dile a este chico que no me toque - gritó mi padre.
- ¿Y tú tienes derecho a pegarme? - grité más alto.
- Sí - gritó más alto que yo.
Parecía un concurso de quien más alto. No aguantaba más. Salí de la cocina con Harry, cogimos un par de cosas y salimos de casa. Fuimos al coche y seguí llorando. Harry me abrazó mientras me acariciaba la espalda para calmarme. No podía parar, me estaba empezando a costar respirar y Harry se dio cuenta.
- Vamos al médico.
- No hace falta - dije con la respiración costosa.
- Sí.
No me dejó volver a contestarle cuando estaba buscando un hospital en internet y arrancando el coche. Me llevó al hospital y me estuvieron haciendo pruebas. Me había entrado una leve crisis de ansiedad, me dieron unas pastillas y me mandaron a casa.
- ¿Dónde dormimos? - le dije a Harry cuando subimos al coche.
- Tranquila, me encargo yo.
- Vale - suspiré.
Harry se puso a buscar en internet hoteles y me entró mucho sueño, supongo que de las pastillas.

- Anna, hemos llegado - me susurró Harry en tono cariñoso y acariciándome la mejilla.
- Vale - dije medio dormida.
Bajamos del coche y Harry habló en recepción porque yo estaba medio dormida. Nos dieron la tarjeta de la habitación y fuimos. Me tumbé en la cama y Harry me quitó la ropa y me puso su camiseta. Se tumbó a mi lado y nos dormimos.

Kamasutra (segunda parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora