LA HERMANA SAKAMAKI// EDITANDO (Diabolik Lovers X _)

†"可ピツォ８"†

Capitulo VIII: ¿Eres un humano?.

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Omnisciente

La posición en la que me encontraba era de todo menos cómoda, el corazón me latía a mil, sentía que en cualquier momento terminaria por ceder ante aquella mirada penetrante.

—¿Q-Qué sucede?, ¿hay algo más?.—pregunté.

Su brazo dejó el pomo para luego subir por mi brazo derecho hasta mi hombro, al igual que la duda los nervios estaban por matarme.

—Yo..., quisiera que me respondas con la verdad.

—¿Qué?.

Sentí como bajo el rostro para que algunos mechones rebeldes escondieron sus ojos, acerco su nariz a mi cuello de manera que termino por esconderse, si quizás ahora no estuviera apoyada en el muro, lo más probable es que estaría en el suelo, porque mis piernas no dejan de temblar.

—Yo..., creo que.

—¿Si?.

—Creo que..

—¿Que cosa?.

—Debes irte.

Con duda alce una ceja, sorprendida por su raro comportamiento, se separó de mi, girando su rostro para que no lo vea.

—Reiji, dime ¿te encuentras bien?.

—Si, por favor retirate.

—Pero..

Me tomó de la cintura, abrió la puerta con su mano derecha y me empujó hacia afuera, logrando que por poco y quedara con el rostro en el suelo, después de eso cerró la puerta tras salir.

Aún con muchas hipótesis sobre mi cabeza, me digne a ir a mi habitación para poder tomar un baño, lo primero seria relajarme y quitarme toda esta tensión que cargo, caminé por los pasillos mientras contaba los pasos, al llegar me desate el cabello y cerré mi puerta con seguro.

—¿Que me habrá querido decir Reiji?.

Mordi mi labio inferior y caminé hacia mi closet pata poder tomar algo de ropa y luego entrar al baño.

...

—Estoy fresca...

Coloque la toalla por sobre mis hombros y me estire, abrí la puerta del baño para salir a mi habitación y dormir por lo menos unas horas, aunque cuando cerré la puerta pude distinguir a alguien sobre la cama, arrugue el ceño y camine hasta llegar al ventanal para poder sentarme a secarme el cabello.

—Entonces, ¿seguirás con la ley del hielo?.—preguntó.

Aún sin contestar seguí secandome el cabello para luego mirar la luna, sentí su mirada safiro sobre mi y eso me ponía muy incómoda.

—Creo que eso es un si.

—¿Tú crees?.—pregunté incrédula.

—¿Por qué estas enfadada?.

—No estoy enfadada.

—¿Ah no?.

—No, solo estoy un poco decepcionada, es todo.

Me recoste aun mirando la ventana, escuché que soltó un suspiro y luego sentí como estaba parada a mi lado.

—¿Decepcionada?.

—¿Acaso no sabes lo que eso significa?.—me giré a verlo.

—Ya se que significa, pero ¿por qué?.