But...

18 1 0
                                    

-Evangi, ¿quieres algo?-Ha dicho el hombre tratando de que volviera mi confianza a él (Que por cierto odio ese apodo). Pero mi odio a ganado y ha decidido responder.
-Que no haya muerto mi hijo, tal vez.-He dicho muy malcriada.
-Compórtate- Dijo mi madre más enojada.
-No, no se me apetece nada-Dije sonriendo forzosamente.
(...)
Y así pasaron las horas...hasta que algo llamó mi atención. Mi madre salió y puso los platos en la mesa, así provocandome una sonrisa de oreja a oreja en mi cara.
Mientras comíamos el silencio se volvía incómodo. He mirado la mesa, y la mano de mi madre, se juntaba con la de ese hombre, así provocandome un cara asqueada pero por dentro tristeza.
-Cariño ¿hay algo malo en la comida- Ha dicho mi madre mirándome preocupada.
-No ma, todo ésta bien.-He dicho muy feliz de tenerla al frente.
-Lava la ropa- Ha dicho ese hombre horriblemente.
He bajado mi mirada hacia la comida y que mi pelo tapara la cara.
-Deja de pedirme todo así- Ha dicho mi madre alzando la mirada.
-Cállate tú eres una mujer, no tienes derecho a contradecirme-Ha dicho levantando su pecho.
-Y si no quiero que?- Dijo mi mamá retandolo con la mirada.
-Te mataré-Ha dicho Gabriel sonriendo muy maliciosamente.
Mamá ha seguido discutiendo y yo sólo dirigía mi cabeza al suelo, sin poder abrir mi boca y decir una sola palabra, como lo hice desde mi infancia, desde que este hombre llegado al infierno llamado..."Mi vida"
-Callate eres estupido-Han salido esas palabras de mi boca, y así provocar mi mirada al frente.
-Tú abortaste un hijo-Dijoriendo.
-Tú me amenazaste con un cuchillo- He dicho enojada.
Y así levantarme de mi silla e ir me para mi antigua habitación.
(...)
He salido de mi cuarto ya lista para dormir. Necesitaba despedirme de mi madre.
Un sonido ha llamado mi atención, un sonido proveniente de la habitación de mi madre. Sin pensar, he abierto la puerta para llevarme una sorpresa.
-Envangeline corre- ya dicho mi madre gritando, mientras estaba atada a su cama, se manos y pies, asustada y con lágrimas en los ojos.
Sin pensarlo dos veces he cerrado la puerta y me he dirigido al baño, y así en cerrarme ahí el resto de la noche...

-¿¡Que quieres de mi!?-He dicho muy asustada y llorando de impotencia.

-Quiero acabar con tu familia ¿no recuerdas lo que hice?-Dijo con un tono divertido, parecía que matar personas para él solo era un simple juego.

-De lo único que te encargaste es hacerme daño, tu piensas que saldría de este baño contigo de amenaza afuera, si pudiera, me quedaría a vivir aquí, porque lo único que haces ese hacerle daño a las personas para así que jamas vuelvan a sonreír, conozco mu bien ese tipo de personas, pero ninguna ha sido tan peligrosa como tu.-He dicho muy asustada pero segura de que saldría con vida esta noche.

-Por favor, escúchame.-Dijo mientras se acostaba en la puerta-Tu abuela me hizo mucho daño

-NI SI QUIERA TE ATREVAS A TOCARLA POR FAVOR-He dicho asustada y muriendo de preocupación.

-Soy como tu, nadie me escucha...-He desviado mi mirada a la puerta confundida, pero mi preocupación había disminuido.

Mi Muñeca RotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora