Why me?

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-Pronto recuperará la conciencia Sr.Montesco, su hija se encuentra en perfecto estado salvo por unos raspones y que perdió la consciencia al momento del golpe. Lo que aún no me explico es el como sucedió y porque tiene ese nombre hecho con cortadas en su brazo. Pero esto se puede arreglar, por el momento hay que dejarla reposar.-Aquella voz con seriedad llamaba mi curiosidad y eso fue lo que provocó que hiciera el intento de levantarme de mi cama.
A mi lado izquierdo se encontraban unas cuantas jeringas y mk brazo vendado, del cual solamente se veía el color rojo traspasando el blanco.
La enfermera me miraba con una jeringa supongo que suponía que me iba a levantar y ella para dormirme posiblemente me inyectaría.
A la derecha, unos cuantos pacientes los cuales si tu los vieras preguntarías porque la vida no les hizo el favor de matarlos de una vez, puedes entender el dolor que se tiene estar ahí, yo preferiría morir, en realidad puedo ser demasiado pesimista para creerlo.
Mis manos se apoyaban sobre la cama y le hice un ligero gesto a la enfermera que me iba a despertar, en silencio, para que ni el doctor ni mi papá se dieran cuenta.
¡Oh cierto! Que en todos mis capítulos no he hablado en ninguno solo de mi papá, pues aquí aparece él, es parte crucial de la historia.
-No puedo dejar que hagas eso- dijo la enfermera en silencio, sabía que jugaba en mi juego.
-Por favor dejame ir-Dije con mis ojos de piedad.-Mi destino es morir, no puedo seguir.
-Si te dejo ir me va mal, y si te dejo morir posiblemente me va peor.
Aquella enfermera no se daba cuenta de él dolor que causaba ser como yo. Entonces decidí ponerla en su lugar.
-Acaso sabes lo que es pasarla mal, toda tu vida? Mi asunto es serio sacame de aquí.
Ahí fue cuando la enfermera accedió y sin dudarlo una vez me ayudó a levantarme.
Mientras me levantaba y recobraba fuerzas, ella vigilaba a los pacientes y me ayudaba a caminar paso por paso.
-UNOS FUGITIVOS- gritó un paciente que se notaba que quería arruinar seriamente mi vida.
Mi cuerpo se paralizó y mi mirada se fijó en mi padre y el doctor los cuales ni habían reaccionando al grito seguían hablando normal, así que mi mirada se enfocó en la enfermera la cual dijo:
-Lleva gritando toda la noche piensan que está loco y se acostumbraron.
Mi mirada se enfocaba en la puerta y ahí fue cuando me había enterado de que aquella enfermera era muy torpe pues se tropezó con uno de esos carritos en los que llevan la medicina el suero y el resto.
Pues del tropiezo, se ha caído y para mi suerte, a gritado:
-POR FAVOR LLAMEN A ENERGENCIAS- Mi mano se elevó a mi frente golpeándola con ella mientras mi padre y el doctor corrían hacia la sala.

Mi Muñeca RotaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora