Mi respiración se regulaba, y mi mirada no se concentraba en un punto. Mis manos y piernas temblaban.
-A mi no me escuchan, pero no seria capaz de matar a una persona y hacer estupideces como tu lo haces.-He dicho enojada.
-Perfecto, ahí morirás de hambre o sed, tu decides.-Dijo y así provocando que mi preocupación volviera.
Pero, he visto que mi madre tenia un ambientador para refrescar el baño cada vez que fuera usada, era pesado y su envase era una lata, muy pesada.
-Espera...-He gritado y así he llamado su atención.-Estoy dispuesta escucharte, te comprendo se lo que se siente, se lo que que nadie te escuche y que todos te odien, puedo ayudarte...
-Entonces sal, y ayúdame- Dijo Gabriel arrecostado a la puerta.
Cuidadosamente he abierto la puerta, mi respiración se escuchaba mucho, parecía un caballo después de una larga carrera. Con el ambientador en mi mano, muriendo de miedo por si algo no pasaba bien.
-Aquí tienes tu ayuda- he gritado mientras lanzaba la lata a su cabeza así dejándolo noqueado en el suelo.
Corriendo he ido a revisar si estaba del tanto muerto, ¨¡Por Dios, he matado a una persona!'¨ he dicho en mi cabeza asustada. Verificando la situación he formulado en mi cabeza que aun seguía respirando, y de protección he recogido el ambientador y he rociado un poco en su cara pálida del impacto.
-Parece que te faltaba un poco de aroma- he dicho graciosamente, pero he recordado que mi madre aun seguía atada en la cama y yo debía sacarla de ese lugar antes de que algo sucediera.
-Mamá, estoy bien.-he gritado para que la preocupación de ella bajara. Luego he llegado al cuarto, la he desatado, pero un movimiento de ella ha llamado atención.
-Mamá, hay que salir de aquí, ¿porqué vas hacia el armario?-he dicho cuidando la puerta por si el hombre se levantaba.
Pero, mi madre ha sacado armas del armario, 4 cuchillos y 6 pistolas, asustada la he mirado y ha tirado una hacia mi. Yo asustada la he atrapado.
Ella se acercó a mi y yo empecé a llorar, ella me abrazó y después me abrazó.
-ARMAS!? Mamá ¿hablas en serio?-he dicho asustada.
-Hay que irnos- mi mamá ha dicho y ha visto que el hombre se empezaba a mover, le dije a mi madre que corriera al auto, y yo le seguía la espalda, mirando hacia atrás por si el hombre intentaba atacar por atrás y he cerrado cuidadosamente la puerta de la casa, luego hemos llegado al auto y le he pedido que fuéramos a mi casa.
Al llegar a casa nos tranquilizamos un poco,ya que yo vivía muy lejos de mi madre y mi casa estaba muy protegida (por antiguas experiencias), hemos entrado a casa asustadas y ahí estaba abuela mirándonos preocupada, luego le explicamos todo y mi abuela preocupada me miró.
-No tengo el valor para decírtelo- Dijo preocupada.
-Dime-Dije asustada.
-Tu gato no está muriendo-dijo muy triste.
-Y porque dices que no puedes decirlo si es una buena noticia.-Dije sonriendo mientras buscaba algo para comer esa noche.
-La veterinaria dijo que tu gato, tiene Síndrome de Inmuno Deficiencia Adquirida Gatuna.-Dijo mirándome.
-Mi gato no tiene SIDA abuela- Dije burlándome del dato de abuela.
-Todo gato la adquiere a cierta edad, solo que no afecta al gato, cuando se le da cariño y amor.
-¿Me estas diciendo que mi gato tiene SIDA porque yo no le doy amor?-Dije asustada de lo cruel que soy.
-Así es,tu gato tiene SIDA. por falta de atención y amor.
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Mi Muñeca Rota
Teen FictionEvangeline es una de las muchas jóvenes que no son escuchadas por el mundo, y necesitan ayuda, cada capitulo de su vida se llena de suspenso y temor. Esta es una historia de identificación y ayuda, con partes de novela y comedia, es una combinación...