Do you really wanna be alone? {Harry Styles}

Capítulo 2.

Harry.-       

Sentí un vacío en la cama y me di cuenta de que Grace ya se había levantado.

–Amor –la llamé. Los numeritos verdes de mi despertador mostraban las 5:45 am. Grace no debería estar despierta a esta hora–. Nena, ¿dónde estás?

Busqué en el baño de nuestra habitación y no estaba ahí. Mis manos comenzaron a sudar y sentía cómo mi cuerpo comenzaba a tensarse.

– ¿Grace? –Volví a llamarla. El silencio inundó la casa.

Maldición, ella se había ido. Mis lágrimas no tardaron en salir. Con mis manos temblando tomé el papel doblado a la mitad y mi pecho se hundió.

–Soy Grace, en estos momentos no puedo atenderte, deja tu mensaje y te llamaré –el buzón de voz sonó por quinta vez, lancé el teléfono contra el sofá y me percaté de la camita de Miles.

¡Genial, también se llevó al perro!

–Louis –hablé en cuanto mi amigo atendió el teléfono.

– ¿Qué sucede, Harry? –Preguntó adormilado.

–Grace se ha ido –respondí con voz ahogada, en cualquier momento me pondría a llorar-nuevamente-.

– ¿Qué le hiciste, idiota? –Preguntó molesto.

–Luego de que tú te fueras, ella quería irse y yo bueno lo evité, nosotros... –Es difícil explicarle la situación a tu mejor amigo, es mucho peor si tu mejor amigo es el hermano mayor de tu esposa–. Nosotros hicimos el amor, yo me dormí y cuando desperté ella se había ido.

– ¿Qué se llevó? –Preguntó después de unos minutos en silencio con resuelta incomodidad.

–Se llevó el auto, un poco de ropa, dinero y también se llevó a Miles –respondí angustiado. El nudo en mi garganta crecía con el paso del tiempo y las ganas de ponerme a llorar seguían aumentando.

–Ella va a volver Hazza, vuelve a la cama –no podría dormirme ni aunque llevara tres semanas sin dormir–. Déjala pensar, no la llames cada cinco minutos, no va a responder y por favor no llames a mis padres.

– ¿Por qué no debo llamar a tus padres? –Pregunté confundido–. Tal vez está con ellos.

–Imposible. Grace no habla con ellos hace más de tres meses –siguió Louis–. Y llegar allá después de haber tenido problemas contigo, sería un regalo para mis padres y Grace es demasiado orgullosa para hacer eso.

–Es demasiado orgullosa para responder mis llamadas –pensé–. Adiós Louis, te llamaré luego.

–Adiós Harry –corté la llamada y me senté en el suelo.

No tenía ni la menor idea de cómo iba a encontrarla. Ni mucho menos dónde podía estar.

Dos meses después...

– ¿Estás seguro qué no sabes algo de Grace? –Volví a preguntarle a Louis.

– ¡Qué no sé ni siquiera dónde puede estar si no es con mis padres, Harry! –Gritó frustrado–. No sé, Harry, y créeme que estoy tan preocupado por ella cómo lo estás tú.

–Ya no sé qué hacer, Lou. Debo haberle mandado más de cien textos y dejarle el doble de llamadas –cubrí mi rostro con las manos y seguí hablando–. Ya ni siquiera sé si ella volverá.

–Una cosa es que mi hermana se haya ido y no sepamos algo sobre ella y otra que se vaya para siempre sin dar las razones –replicó Louis–. Grace será terca y obstinada pero no sería capaz de abandonar a su familia así como nada.