Capítulo 12, parte I.

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Grace.-

Me senté en el sillón, absorta en mis pensamientos desde que subí al coche de Luke después de dejar la casa y decirle a Harry que no quería tenerlo cerca. Mi mente parecía volar a mil kilómetros por hora y mi corazón parecía ir más lento con cada recuerdo que llegaba como tormenta a mi cabeza.

Sentí a Luke sentarse junto a mí, con mi hija dormida entre sus brazos. Las cajas con los álbumes y las pocas cosas que quedaban en esa casa, descansaban frente a mí, luego de que inconscientemente las tomara antes de bajar del coche, luchando por mantener mis emociones en mi interior y simplemente no explotar como suponía que haría más tarde. Cuando estuviese sola.

– ¿Hay algo que pueda hacer por ti? –Preguntó en un murmullo.

Negué con la cabeza, llevando mi vista hasta mis manos entrelazadas sobre mi regazo.

–Estoy bien– dije. Tal vez en un intento de convencerme a mí misma de que lo estaba.

Lo oí suspirar y finalmente se puso de pie, sosteniendo aún a Darcy en sus brazos. Lo imité y él me entregó a mi hija, que hundió su cabecita en el arco de mi cuello, buscando comodidad.

–Tengo que irme– dijo, quitando los mechones sueltos que se escapaban del prolijo moño que ataba mi cabello y que se iban a mi rostro–. Si necesitas algo, lo que sea, no dudes en llamarme.

–Estaré bien, Lucas. Lo prometo– le sonreí débilmente y se acercó a mí.

–Te llamaré– me aseguró luego de besar mi frente.

Lo acompañé hasta la puerta y una vez que se marchó, me encaminé hasta la habitación de Darcy para dejarla en su cama.

«Ella es la viva imagen de Harry. » Pensé al verla dormir tan serena.

Me dolía verla y recordar las cosas que me había dicho Harry hace unos instantes y no las cosas buenas que habíamos compartido antes de que todo comenzara de desmoronarse como un castillo de arena con el agua.

Encendí el transmisor y fui en busca del receptor que estaba sobre mi mesita de noche.

«Mantente ocupada, Grace. No te derrumbes, no aún. »

Luego de cambiar mis vaqueros por la parte inferior de mi pijama, y engancharme el receptor en la cinturilla, bajé a la sala.

Abrí la primera caja y saqué los álbumes que había en ella, tal vez unos cinco o cuatro.

Reconocí uno de ellos como el primer álbum de fotos que hice, quizá cuando tenía quince o dieciséis años y los recuerdos comenzaron a significar algo más que recuerdos para mí y empezaron a formar parte de mi estilo de vida y personalidad, comenzaron a formarme como persona.

Cuando vi la primera foto, mis ojos se humedecieron.

–Demian, por favor. Solo es una foto– reclamé, sujetando sus manos a sus costados. Bajó su rostro hasta el mío y besó mis labios antes de ponerse a reír y sujetarme de la cintura.

–Está bien, cariño. Lo siento– dijo, besando mi coronilla antes de sonreírle a la cámara.

Tomé la foto y sonreí satisfecha al ver la fotografía donde ambos aparecíamos sonrientes frente al aeropuerto.

–Chicos, deprisa están anunciando nuestro vuelo– nos llamó Terrence, el padre de Demian y socio de mi madre.

Demian tomó mi mano y corrimos hasta donde nos esperaban en medio de risas.

–Bebé– le llamé, jalando de su mano con suavidad–. ¿Te importaría si me siento en la ventanilla?

Sonrió con ternura y besó mi nariz.

Do you really wanna be alone? {Harry Styles}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora