Harry.-
Mis ojos no conseguían abandonar la expresión destrozada en el rostro de Grace, sus manos aferradas con fuerza a un osito de felpa y las lágrimas haciendo una carrera hacia abajo por sus mejillas. Los sollozos desgarradores eran rápidamente silenciados por los míos y sabía que era el reflejo de la expresión de ella. El dolor era el mismo.
Pude verla hecha un ovillo sujetando el osito, pero no pude hacer nada para acercarme. Era como si algo me sujetara y me impidiera moverme del lugar en el que me encontraba parado. No conseguía llegar a ella.
–Lo siento muchísimo –me oí decir, mi voz quebrada por los sollozos–. En verdad lo siento muchísimo, Grace.
Se levantó del suelo, con el juguete en sus manos y caminó hasta mí. No se molestó en quitar las lágrimas de sus mejillas, simplemente las dejó caer libres. Sus cautivadores ojos azules tintados por el rojo del llanto, su mirada reflejando nada más que dolor y frialdad.
–No te quiero cerca de mí, Harry –aquellas palabras salieron de su boca como filosas dagas clavándose justo en mi pecho. –No quiero verte cerca de mí. Nunca más en mi vida.
Mi respiración comenzó a agitarse, cada una volviéndose más difícil de conseguir.
Podía sentir un agarre suave y a la vez firme sobre mi brazo, palabras siendo susurradas pero no podía entenderlas. Estaba atrapado ahí.
–Por favor, despierta –la voz suave de Grace me obligó a abrir mis ojos y encontrarme a mí mismo sujetando las sábanas en mis puños con demasiada fuerza, mis mejillas húmedas por las lágrimas y mi corazón latiendo desbocado.
–Yo… –Mi voz se oyó ronca. No conseguía articular una oración coherente sin sentir que me estaba ahogando con mis propias palabras.
Las manos de Grace abandonaron su agarre en mi brazo y se las llevó al rostro. La pálida luz de la luna entrando por la ventana e iluminándonos lo suficiente como para distinguir la fina figura de sus muñecas y lo delicados que se veían sus dedos.
–Lo siento –murmuré, sentándome en la cama y despeinando mi cabello–, no quería asustarte –añadí.
Soltó una risa que sonó bastante amarga e irónica. –Si me dijeras qué diablos sueñas, tal vez no me asustaría tanto cada vez que despiertas a mitad de la noche por tus pesadillas, Harry.
Negué con firmeza y me obligué a tranquilizar mi respiración para poder hablar:
–No tiene importancia, Grace –murmuré, rozando mis dedos por su brazo–. Si te dijera lo que sueño le estaría dando importancia y no quiero hacerlo, ¿vale?
Bajó sus manos y me lanzó una breve mirada antes de suspirar y volver a acostarse. Me acerqué más a ella y besé su mejilla.
–Te amo.
–Vuelve a dormir, Harry –susurró entre risas, cuando mis labios se movieron a su cuello.
–Primero quiero asegurarme de que no estás preocupándote por algo inútil –dije, besando suavemente la base de su cuello.
–No me estoy preocupando por nada inútil, Harry –protestó, moviéndose inconscientemente para darme mayor acceso a su cuello–, me preocupo por ti porque te amo.
– ¿Me amas? –Pregunté, levantando mi vista para verla esbozar una sonrisa.
–No puedes imaginar cuánto –respondió en voz baja.
Besé sus labios, amando la sensación de tenerla de nuevo conmigo. La tenía y eso era lo que importaba, no iba a darle importancia a una estúpida pesadilla.
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Do you really wanna be alone? {Harry Styles}
FanficUna historia de amor entre dos jóvenes lo suficientemente valientes para casarse a la temprana edad de veintidós y veintitrés años. Grace y Harry estuvieron dispuestos a dar el sí para unir sus vidas, pero también a recorrer un duro camino, en que d...