Perjurio

Capítulo 8.

Min Ho escuchó un suspiro que le hizo sonreír contra el cuello del rey, subiendo una vez más a sus labios, porque las cosas habían empezado a cambiar desde lo sucedido en el río y desde que parecía que el rey que había aceptado darle una oportunidad, los besos habían comenzado a llegar de forma inesperada y no sólo era él besando al rey porque muchas veces éste era quien tomaba la iniciativa, habían besos y roces sutiles, que parecían que no los llevarían a nada más, y tampoco era que quisiera llegar hasta el final, sólo que él haría todo lo necesario para que el reino Lee estuviera en sus manos, para que reino tuviera el poder sobre ellos.

—Min Ho —escuchó susurrar al rey ladeando la cabeza para darle más acceso a su cuello cuando los labios del soldado volvieron a bajar hasta ahí —es mejor irnos.

El soldado se alejó mirando al rey que tenía las mejillas que tenían un ligero sonrojo y besó castamente sus labios una vez más, entendiendo lo que decía Taemin porque parecía que ellos estaban ocultándose de todos para besarse o llevar las cosas como lo hacían, porque si estaban dentro del castillo parecía que encontraban el pasillo o lugar sin una persona para besarse, y tampoco es como que él quisiera que todos los soldados o las personas del castillo se enterasen de lo que hacía con el rey, sólo necesitaba que Taemin fuera depositando su confianza en él, porque su rey y el comandante de su reino decían que aunque se había demorado un poco estaba avanzando, que pronto el reino Lee sería del reino Song, al menos eso fue lo último que recibió escrito hace algunos días que llegó la paloma mensajera por la que se comunicaba con los de su reino.

—Sí, Mi señor.

Notó como las mejillas del rey tomaban un color más intenso y parecía querer ocultar lo que sus palabras estaban provocando, porque Min Ho había cambio el "alteza" por "mi señor" como algo más íntimo entre el rey y él, aunque frente a otras personas no se lo decía porque fue Taemin quien le pidió no llamarle así frente a otros, y eso incluía a Jong In que parecía día tras día desconfiar más de él o tal vez no le estaba gustando la repentina cercanía que había entre él y el rey, porque eso si era notorio para todos casi, porque sólo los besos estaban siendo ocultos nada más.

—Mi señor —dijo tomando la mano del rey cuando éste comenzó a caminar en dirección al castillo —quería darle esto —le entregó la pulsera que había comprado días atrás en el pueblo —sé que no es algo como lo que acostumbra a usar, pero...

—Es bonito.

Taemin lo interrumpió demostrando su emoción en su voz, pidiéndole a Min Ho que se lo colocara porque tal vez no era algo costoso como se suponía un rey usaba, y él podía reconocer que era algo que su encontraría en su propio pueblo, pero le gustaba saber que el soldado Choi se había tomado tiempo para encontrar algo para él, algo que le iba a gustar, porque Taemin prefería las cosas sencillas que toda una joyería llena de perlas y diamantes, no iba a negar que eran bonitas y costosos, pero sus gustos eran otros, además que creía que ese tipo de joyería era para los chicos que podían concebir, y él no podía hacerlo, pero por ser rey había algunas cosas que era obligado a usar.

—Gracias —dijo cuando el soldado terminó de colocar la pulsera, acariciándola suavemente.

Los dos comenzaron a caminar de regreso al castillo, algunas veces haciendo preguntas entre ellos, siendo el rey quien parecía tener un poco más de interés por saber del soldado, porque en esas pequeñas conversaciones que tenían, había logrado saber que el soldado Choi tenía veinticinco años que pronto cumpliría veintiséis años, que se había unido a una edad temprana al ejército de su reino, sin embargo las mentiras empezaban en la parte del ejército porque había dicho que no lo consideraban bueno, que no le gustaba lo que su reino estaba haciendo, que él no lograba entender y lo iban a matar, que por eso había huido buscando refugio en el reino Lee, porque eso no era real, Min Ho era leal a su reino, o al menos lo había sido todo ese tiempo, más allá si se encontraba o no de acuerdo con cada conquista de su reino.