Capítulo 14.

951 135 10
                                    

El rey salió de la cabaña hacia el río sin dar aviso alguno, no le gustaba tener a los otros dos hombres detrás de él como si pudiera hacer algo en contra de su vida o la de su bebé, incluso como si pudiera volver a regresar al castillo, porque por muchos que estos estuvieran simulando que no lo vigilaban todo el tiempo lo hacían y él era consciente de todo eso, y tal vez ahora estaría bajo el cuidado de los mismos hombres con la diferencia que no sabría de su bebé porque hubiera seguido encerrado en la cabaña si Min Ho hubiera sido consciente que no aseguró la ventana, un lugar que para un cuerpo grande como el del soldado era pequeño, pero su cuerpo delgado y más pequeño logró salir por ahí queriendo ser de ayuda para su reino, sin embargo fue obligado a volver a estar oculto como si fuera un cobarde, y todavía no comprendía muy bien el haber dejado que lo enviasen de regreso.

Miró detrás de él buscando tanto a Ki Bum como a Jin Ki, el soldado que fue enviado junto al doctor para que lo cuidasen, y al no verlos en ningún lugar empezó a quitarse la ropa para entrar en el río, porque no le gustaba que estuvieran con él cuando se bañaba, se sentía incómodo y no sólo porque su vientre ya empezase a ser algo notorio, quizás era pequeño todavía pero ahora se podía notar que una vida estaba creciendo dentro de él, algo que todavía era irreal porque toda su vida pensó que eso no era posible, al menos en su vida, sin embargo ahora sabía que su padre le mintió para protegerlo, porque no lo culpaba a él, nunca iba a hacerlo, porque sabía que fue lo que quiso lograr y lo había hecho bien hasta que él se enamoró del soldado Choi y ahora se encontraban en esa situación viéndose como un cobarde tal vez frente a su pueblo y sin poder ayudarlos cuando quería hacerlo.

Sus manos bajaron suavemente sobre su abdomen sintiendo esa diferencia al tener antes un abdomen plano porque no había nadie creciendo dentro de él y pensando en que tal vez si se hubiera enterado antes de la existencia de ese bebé se hubiera sentido feliz, porque saber que él y Min Ho podían formar una familia a pesar de que siempre creyó eso como algo imposible al menos de que se hubiera enamorado de otro hombre, pero ahora sabía que siempre fue posible, sin embargo no estaba feliz, no podía reconocer esa emoción cuando el bebé nació tal vez del amor que él sentía, sin embargo el soldado Choi nunca lo sintió, o al menos esos eran sus pensamientos.

También había pensado en cómo su pueblo iba a tomar la existencia de su bebé si lograban volver a ser un pueblo, porque en el poco tiempo que estuvo de regreso en el castillo pudo notar que no las cosas estaban lejos de ser favorables, y ahora semanas después seguía sin poder tener alguna noticia de cómo iban las cosas, incluso había pensado en que fuera bueno que Jin Ki regresara, que le informara de la situación pero sabía cuán peligroso era eso si alguien lo notaba y lo seguía, porque ese lugar dejaría de ser seguro como habían querido que estuviera.

Suspiró conteniendo las lágrimas, cuando los pensamientos y sentimientos lo abrumaron, porque no odiaba a su bebé, sólo no estaba feliz porque no había pensado en que las cosas podían resultar así, nunca pensó en enamorarse del soldado Choi, y ahora se arrepentía muchas veces de haberle dado esa oportunidad de estar cerca de él cortejándolo cuando no podía recordar que Min Ho se hubiera esforzado demasiado, sólo el contacto entre sus cuerpos parecía haberse convertido como un magnetismo, los besos llegaron y cuando se dio cuenta ya eran amantes, porque no había otra relación entre ellos, de lo que ahora había un bebé.

Taemin sabía que si él no hubiera decidido avanzar en esa extraña relación que tenían, ese bebé no existía pero se había sentido bien entre los brazos del soldado Choi, en ese tiempo que fueron amantes se sintió feliz, había tal vez cumplido la promesa que le hizo a su padre al menos por algunos meses, sin embargo había traicionado a su pueblo, porque él mismo se sentía de esa manera, porque tal vez nunca debió dejarlo con vida cuando llegó al castillo, darle oportunidades a pesar de que tuvieron la victoria antes con la ayuda del soldado, aunque ahora ya no creía que hubiera sido una victoria porque se encontraban en ésta nueva situación.

PerjurioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora