Capítulo 12.

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Min Ho bajó con algo de dificultad del caballo intentando que el rey no cayera de éste en ese momento porque el hombre se encontraba dormido, su viaje había sido algo extenso hasta llegar a la cabaña ubicada en el bosque, tan alejada del castillo como había sido posible, incluso Min Ho se sorprendió cuando la encontró, porque el lugar estaba completamente abandonado pero cuando entró a la cabaña había hallado rastros de que alguien había vivido ahí, sin embargo ya nadie la ocupaba y ahora era el lugar perfecto lejos del peligro, sólo esperaba que más soldados no estuvieran en la búsqueda del rey porque esa era la única forma de que los encontrasen.

Tomó con cuidado al rey entre sus brazos y entró de forma rápida a la cabaña dejándolo sobre la cama, para después volver a salir para amarrar tanto su caballo como el que estaba sujeto a éste porque creyó que podían necesitarlo, también tomó las provisiones que había llevado porque a pesar de que el lugar era vegetado y había visto varios árboles frutales cerca no quería arriesgarse ni arriesgar al rey cuando tuvieran que buscar provisiones, y ahora pensaba que tal vez sí fue una buena idea que alguien más fuese con ellos, incluso ahora pensaba que llevar al doctor Ki Bum era una buena opción, porque la guerra podía durar nada o años, y cuando su hijo naciera necesitarían de un médico, alguien que pudiera ayudar al rey a traer a la vida a su hijo.

Luego de asegurar los caballos volvió a entrar en la cabaña, encendiendo un candelabro para que les diese más luz al cerrar la puerta porque a pesar de salir el amanecer ya estaba anocheciendo, un viaje que sabía que en la condición del rey lo había cansado todavía más, tan sólo bajaron por unos pocos minutos a descansar, un tiempo que no fue el mejor, pero que necesitaban, más porque el rey tenía que comer algo aunque éste se hubiera rehusado a hacerlo, pero Min Ho ahora que sabía de la existencia de su hijo no iba a permitir que el rey hiciera algo que lastimara a su hijo.

—Mi señor —dijo luego de que el silencio se hubiera formado entre ellos al él negarse a regresar al castillo —¿tiene hambre? —sin embargo el rey se quedó en silencio.

Min Ho detuvo al caballo en un lugar que le pareció lo suficiente seguro a pesar de que todavía estaban demasiado cerca del castillo y con agilidad se bajó, extendiéndole una mano al rey para que bajara, sin embargo éste evitó su mirada en silencio y rechazó su mano, como si no estuviera dispuesto a bajar del caballo, y el soldado creía que si él no tenía sujeto al caballo el rey hubiera regresado en esa oportunidad porque se veía demasiado molesto con él como para pensar en no dejarlo solo en mitad del bosque.

Las manos del soldado se dirigieron a la cintura del rey para intentar bajarlo del caballo, sin embargo éste golpeó sus manos y se apoyó en los estribos para bajar, permitiéndole ver que no estaba feliz con lo que había hecho, su pueblo lo necesitaba y él había huido como un cobarde, y se sentía peor todavía al saber que no habían sido capaces de defender a su pueblo, que las tropas del otro reino estaban en su territorio y él no se había dado cuenta, quizás por su enfermedad, aunque ahora sólo culpaba a ese romance que tenía con el soldado, porque tal vez si no se hubiera escapado tantas veces de sus deberes como rey pudiera en ese momento estar defendiendo a todos, ser un buen rey.

—¿Quiero volver? —ordenó, y se suponía que el soldado debía obedecerlo a pesar de ya conocer su respuesta.

—Lo siento mi señor, pero no puedo llevarlo de regreso.

—Estoy ordenándote que me lleves de regreso.

—No puedo, ahora ni el castillo, ni el pueblo es seguro usted...

Min Ho no esperaba recibir una bofetada por parte del rey, viendo como éste a pesar de ser más pequeño que él y la situación en la que se encontraban, no perdía la elegancia y se estaba mostrando superior a él cuando casi nunca lo veía de esa manera, era como si el rey siempre quiso mostrarse como un igual.

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