Perjurio

Capítulo 9.

El rey caminó en silencio por las calles del pueblo manteniendo oculta su identidad con el gorro de la capa que usaba, o ese había sido su objetivo porque estaba seguro que las personas lo habían reconocido, sin embargo nadie demostró haberlo hecho, era como si el rey dejara de serlo para tener un momento de igualdad con su pueblo, y no sería la primera vez que Taemin había hecho eso, pero sí la primera vez que estaba llevando guardias con él, o mejor dicho un soldado con él, porque sólo Min Ho era su compañía, y estaba seguro de que si Jong In se daba cuenta que no estaba en el castillo iba a enloquecer porque su amigo parecía haber empezado a envejecer demasiado rápido o tal vez eran todas la preocupaciones que él le daba cuando desaparecía de esa manera, porque no le gustaba decir a dónde iría porque estaba seguro de que su chambelán iba a querer que llevase toda la guardia del castillo cuando creía que su pueblo era bastante seguro como para que él fuera solo.

Sus ojos se dirigieron a las pulseras un pequeño puesto notando el parecido con la pulsera que ahora atesoraba igual que aquel medallón que le dio su madre, y no puedo evitar acercarse y no sólo mirar de lejos como se había mantenido para no ser reconocido, aunque estaba seguro que iba a quedarse a comer en el pueblo cualquier comida que encontrase porque le gustaba eso, le gustaba olvidarse que era un rey lleno de responsabilidades y parecía que por ahora estar cerca del soldado Choi le estaba ayudando a que lo hiciera, porque algunas veces lograba a sentirse un chico de dieciséis años sin responsabilidades cuando estaba sólo con él.

—Mi señor —escuchó a Min Ho decir cuando él empezó a caminar hacia el puesto que podía ver algunas artesanías.

—Está bien, no me reconocerán.

O al menos pensaba que no iban a gritar que el rey estaba en el pueblo sin protección aparente, porque por mucho que lo respetasen y lo quisieran, también existían los ladrones, quienes podrían quererlo sólo para tener una recompensa, el mayor problema sería que él no tenía una familia que se preocupase por él, aunque estaba seguro de que todas las personas que estaban dentro del castillo iban a intentar rescatarlo, más Jong In que más que recordarle sus deberes era un fiel chambelán y ahora creía a esas personas iba a unirse Min Ho, o al menos así fue mientras era un príncipe, las cosas podrían cambiar, aunque creía conocer a su pueblo.

Tomó una de las pulseras observándolas, y casi de inmediato se vio pagando por ella a pesar de que la mujer del puesto parecía haberlo reconocido cuando se negó aceptar que pagase; había pasado dos meses desde que fue el cumpleaños de Min Ho y él a más de lo que sucedió en su alcoba no le había hecho un regalo, no hubo un banquete, ni una fiesta en su honor, pero todo porque el soldado no lo quiso, sin embargo ahora que estaba en el pueblo creyó que podía hacerle un regalo, y en cuanto vio las pulseras recordó haber recibido una igual por parte del soldado, lo que significaría que debía gustarle lo suficiente como para haberse convertido en un obsequio para él, alejándose del puesto y continuando son su caminata por el pueblo.

—Zulay —susurró al ver a la gitana.

Para Taemin la mujer era importante, porque se suponía que los gitanos vivían en su propia comunidad un poco alejados de los pueblos, que solían ir hasta los pueblos porque necesitaban algo de éste, pero Zulay vivía en el pueblo a pesar de ser una gitana, por eso tenía su protección, porque la creía indefensa y él sabía lo que era no tener a nadie, así se había sentido cuando su papá murió. Había sido una coincidencia que la mujer llegara pocas semanas después de la muerte de su padre, y si por Taemin hubiera sido la habría metido en el castillo pero la mujer pidió poder vivir en el pueblo, tener una vida casi igual a la que tendría cualquiera persona en su pueblo.

—Mi señor —y ahora no sólo lo llamó, sino que tomó su brazo con un poco de fuerza que Taemin no le tomó importancia —está bien, la conozco.