Capítulo 5: "Caída del cielo"

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Una bella jovencita pelinegra se encontraba en un kiosco comprando un periódico.

Tome señorita, decía una mujer de cabello cenizo dándole el periódico mientras ella daba unas monedas a cambio.

¡Gracias¡ dijo la pelinegra recibiendo el periódico mientras pensaba, ojala y esta semana encuentre salga algo que se ajuste a mi perfil profesional, necesito conseguir algo pronto, pues en unas semanas sustento y luego necesitare para los tramites de mi título.

La pelinegra camino hasta un parque cercano y se sentó en una de las bancas a leer la parte de los anuncios de empleos.

Mansión Son:

¿Ya se comunico alguien hijo?, decía un anciano mirando al padre del joven de cabello alborotado.

Si padre 2 jóvenes, quedaron en venir mañana por una entrevista, decía Bardock.

¿Y cómo harás para decidir con cual quedarte?, dijo el abuelo.

A parte de ver su expediente, necesito ver su trato para con Gokú, ya vez que después de todo no fue la edad el problema, las últimas empleadas de la agencia eran jóvenes e igual se aburrieron de mi hijo, dijo Bardock.

Tal vez no hubo química, o no son muy profesionales que digamos, dijo el anciano.

¿A qué te refieres padre?, dijo Bardock.

Gokú me dijo que algunas de las enfermeras que contratamos eran muy confianzudas y coquetas, aunque no las culpo, aunque mi nieto este paralítico es muy atractivo, dijo el abuelo sonriendo.

Eso si, pero si ese es el problema entonces tendremos que evaluarlas bien, lo que menos quiero es que mi hijo se vuelva a incomodar, ahora comprendo porque siempre pedía mi ayuda o la de Gine para el aseo, debe haber sido muy incomodo para él una situación así, dijo Bardock preocupado.

Así es después de todo mi nieto no era el único culpable de su conducta insoportable, dijo el abuelo.

Minutos después:

Una mujer pelinegra de cabello corto llego junto a un joven de cabellera larga.

Ya estamos aquí, dijo Gine.

Entonces vamos a casa de Túrles, dijo Bardock.

¿Le dijiste a Gokú que saldremos?, dijo Gine.

Si, si lo hice, como siempre no respondió nada, dijo Bardock.

Ya le encargue a la ama de llaves que este pendiente de él, así como de las llamadas, dijo Gine.

Me llamaron dos jóvenes al celular, quedaron en venir mañana, decía Bardock.

Hasta ahora no llamo nadie a casa, pero de igual manera le dije a las empleadas que estén atentas a las llamadas, no hubiese querido ir a casa de Túrles, pero se lo prometimos hace mucho y como somos sus padrinos no podemos faltar al almuerzo por su cumpleaños, dijo Gine con tristeza.

Así es mujer pero solo vamos a almorzar y volvemos, dijo Bardock abrazando a su esposa mientras el anciano y el joven de cabellera larga asentían.

Parque:

La pelinegra ya llevaba volteando la tercera hoja del periódico cuando un anuncio en letras negritas llamo su atención

"Se necesita señorita con conocimientos de salud, joven, buen trato, para cuidar a joven paralítico de conducta difícil. Excelente pago. Si estas interesado comunícate........."

"Mi Cariñito"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora