¿Estás...?

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Shawn y yo no hemos pasado mucho tiempo juntos últimamente. No es que no queramos estar tiempo el uno con el otro, es simplemente que no hay tiempo, y eso me mata. Shawn está centrado en sus canciones y yo tengo que acabar la coreografía que Shawn me pidió que hiciera para su canción, además, tengo muchos bocetos en lo que al estilo en la ropa respecta.
No voy a decir que no me gustaría que él estuviera aquí conmigo, porque estaría mintiendo, pero... no se puede.
Últimamente no duermo muy bien, ya bien sea por el estrés o por que no está él conmigo.

Estoy en la cama durante cinco minutos intentando dormir hasta que escucho un repiqueteo en la ventana, me giro y miro la ventana desde la cama, no hay nada. Un rato después lo vuelvo a escuchar y lo intento ignorar hasta que se vuelve más continuo y me tengo que levantar de la cama e ir hacia la ventana, la abro y me da una piedra pequeña en la frente.

–¿Qué narices?

–¡T/n!– escucho que dicen mi nombre en un susurro gritado desde las sombras, pero no veo nada–¡T/n!– vuelve a repetir.

–Eh... ¿Si?– digo en bajo

–Dejame subir

–Eh... No

–Rapunzel, deja tu pelo caer– dice un Shawn ahora salido de las sombras.

–Lo siento pero mi pelo no es tan largo ni fuerte

–No pasa nada, te cantaré desde aquí, ¡no! Mejor, te recitaré un poema– se aclara la voz unas cuantas veces y se pone una mano en el corazón y la otra apuntaba hacia mi. La que me espera– Oh Julieta, mi Julieta, eres la luna de mi noche y el sol de mi día. Eres la luz de mi vida y... Soy Romeo por si no te has dado cuenta– dice con una sonrisa– y el poema me lo he inventado por el camino.

–Muy corto era el camino, ¿no?– digo burlandome un poco, es muy graciosa esta situación.

–Bueno... Ya que no te ha gustado mi poema ni las piedritas en tu ventana, no me queda otra que trepar por tu balcón y llegar a tu ventana, como todo caballero debería hacer por su dama

–¿Has visto Romeo y Julieta o las películas de Disney?

–Si y si, todas y cada una, ahora me encaminare a reunirme contigo, mi amada.

–Dios, para de hablar así o vomitare

–Vale ya paro– dice riendo.

–Me temo que tienes un problema, Romeo– digo haciendo énfasis en "Romeo", él sonríe ante el apodo.

–¿Cuál mi querida, Julieta?– dice imitandome .

–No hay balcón – digo y se le ve un poco desorientado al percatarse de que su plan se ha ido al garete.

–No hay problema, escalo el árbol – se dirige a el árbol con algunos tambaleos.

–Parece que estás borracho – digo riendome mientras el escala. Me meto en la habitación para que él entre. Una vez dentro casi no se puede mantener en pie y huele a alcohol– oh no, definitivamente estás borracho– digo sujetándolo para que no caiga.

–Yoooo, noooo, yo soy tu Romeo, no tu borracho, no no, tu Romeo

–Duerme un poco, tal vez se te pase– Shawn se separa de mi rápidamente y se va a la otra parte de la habitación.

–No no y no, no me voy, que no, no te dejo sola, no más, noooo, no que me dejas, no, no puedo

–Shhhh, no vale vale, al menos ve y lavate la cara, yo te acompaño si quieres– el niega y se dirije al baño tambaleandose. Unos minutos después sale, y al parecer está más despejado porque ya no va de un lado para otro– ¿quiered tumbarte?– él asiente pero no dice nada. Se tumba y se me queda mirando, pero sigue sin hablar. Me dirijo al baño pero Shawn habla antes.

Imaginas de Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora