Lo mejor para ti

2.7K 147 29
                                    


Shawn vendría a pasar unos días juntos dentro de dos días. Podré ver películas con él hasta las cuatro de la mañana. Dentro de dos días seremos él y yo.

Recibo una llamada de Andrew y otra seguida de Geoff, se la cojo a él.

Espero a que me digan algo al otro lado de la línea, pero nada.

–¿Hey, por qué no hablas? ¿Pasa algo?

–T/n, esto... No sé como decírtelo sin que te pongas como loca pero... No encontramos a Shawn por ni cuna parte, su coche tampoco está. Suponemos que se ha ido.

–¿!Que ha hecho qué?!

–No te alteres, ya estamos todos demasiado alterados como para otro más.

–Pero..., ¿sabéis dónde está?

–No, no ha dejado ni una nota, no nos ha avisado que saldría, seguramente porque no le dejaríamos andar solo por ahí, y tampoco contesta a mís llamadas, a las de todo el equipo o incluso a las de su familia.
T/n, no te hubiera llamado si no fuera tan grave, pero estoy seguro de que tal vez a ti si te conteste, al fin y al cabo está enamorado de ti, no va a dejar que estés preocupada por él, es Shawn, ya lo conoces.

–Vale, lo llamaré, te llamo luego– cuelgo y marco el número de Shawn, pero no contesta asique lo intento unas cuantas veces– venga Mendes, no seas ignorante ahora por Dios– lo coge y él es el primero en hablar.

–Estoy bien.

–¿Dónde estás?

–En el coche, dando una vuelta, ya sabes, despejar la mente y esas cosas.

–¿Estás conduciendo ahora mismo?

–No lo hagas...

–Contesta

–Sí

–¡¿Cómo se te ocurre contestar al móvil cuando conduces?! ¿¡Sabes lo que podría causar?! ¿¡Estás loco?! ¡Cuelga ahora mismo!– lo escucho reírse desde el otro lado del teléfono – mira Mendes, esto no hace gracia, si no dejas de contestar mientras conduces, te vas a enterar.

–Sí mi sargento– escucho que se mofa de mi– he hecho el saludo de sargento, para que lo sepas

–Menos coñas, ¿quieres? Ahora dime, no, ahora no, cuando dejes de conducir me llamas.

–Estoy yendo a tu casa

–¿Por qué?

–¿No puedo? ¿Doy la vuelta?

–No no, ven, pero date prisa, no, no te des prisa, ojos en la carretera, manos al volante. Te veo luego– cuelgo.

Le mando un mensaje a Geoff diciendo que está viniendo hacia mi casa, y él me responde que se alegra de que no le pasara nada, yo también.

Escucho que suena el timbre y voy a habrir la puerta como una bala. Lo primero que veo es a un Shawn con la cabeza gacha, la levanta y me mira. Nunca le había visto con tantas ojeras, ni tan blanco.

–Hola– dice un poco incómodo al percatarse de que su apariencia no es la normal, aunque como para no hacerlo.

–Pasa– Shawn anda arrastrando los pies como si estuviera agotado de vivir. Se sienta de golpe en el sofá y yo me siento en una posición en la que estoy con las piernas cruzadas y con él enfrente mio. Le miro todo el tiempo y él al notarlo me mira de vuelta– Cuéntamelo.

Shawn suspira, pero está dispuesto a decirlo.

–Estoy cansado

–No me digas, pensé que esas ojeras estaban de moda. Ahora dime, ¿qué es lo que no te deja dormir?

Imaginas de Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora