Los niños

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Cuando dicen que tener hijos es lo mejor del mundo saltan la parte en la que te mantienen despierta casi toda la noche, aunque hoy parece que no están para dar guerra, Michael de tres años y Kelsey de uno. Todo tranquilo de momento, Shawn y yo en la cama pudiendo dormir de un tirón por lo menos una noche, dije de momento hasta que uno de los dos empieza a llorar, hay que ir rápido si no despertará al otro y esto será un caos, uno llorara y el otro también, yo lloraré de desesperación y Shawn llorará porque lloramos todos, en conclusión, un mar de lágrimas.

– Ya voy yo, tú duerme – dice Shawn medio dormido dándome un beso en la sien mientras yo asiento, estos niños me agotan de tal manera que no quiero ni hablar.

Me bajo de la cama ya que me he desvelado aunque esté cansada, es lo peor. Al entrar en la habitación de los niños veo a Shawn con Kelsey en los brazos, al notar que estoy ahí se gira y me sonríe.

– ¿Desvelada?

– Sip– digo acercándome.

– No sé que le pasa, no para de llorar, va a despertar a Michael

– Tal vez tenga hambre– a Shawn se le iluminó la cara, no se le había ocurrido.

– Es verdad, voy a prepararle leche– la posa en su cuna y va a bajo corriendo.

– Ahora viene papá con la comida, no llores mi vida, mira, mira lo que tengo– digo cogiendo su peluche para que se entretuviera mientras tanto.

Bajo a ver si Shawn a acabado y le veo sacar el biberón del microondas.

–¿Tanto tardas?

– Mira a ver si está lo suficientemente caliente, yo esque con estas cosas soy muy malo– me hecha una gota de leche en la muñeca para comprobar la temperatura.

– Está bien, ahora ve a darle a tu princesita el biberón– le digo dandole un corto beso en los labios.

– Voy– me devuelve el beso y se marcha escaleras arriba. Creo que yo también tomaré un poco de leche, tal vez haga que me duerma antes.

Shawn baja con Kelsey en brazos tomando el biberón y no puedo evitar quedarme embobada ante tal escena, cuando le dije que sería un buen padre lo decía enserio.

– Estás muy guapo– le digo pareciendo una colegiala.

– Se parece mucho a ti– dice sonriendo.

– Dejame sacaros una foto– subo y cojo el móvil, bajo y saco la foto más tierna que he hecho nunca– estás hecho todo un padre

– Gracias a ti– dice dándome un beso.

– ¡Mamá, mamá! – se escuchan llantos desde la escalera y bajando hasta que vemos a Michael llorando con su peluche en la mano, me ve y viene corriendo hacia mi con los brazos extendidos.

–¿Que pasa mi amor?– digo cogiéndolo en brazos y él me abraza, Shawn se hecha a reir.

– Hay que ver, nada más despertarse ya quiere ver a su madre– dice riéndose

–¿Pero por qué está llorando?

– No habrá visto a nadie arriba, bueno, a nadie o a ti, está muy apegado t/n, le das demasiados mimos, este niño está muy consentido por tu parte.

–Ah, y por la tuya no, ¿verdad?

– Consientes demasiado a los dos

– Me tira, ¿quién es el que le enseña a jugar al fútbol y a tocar la guitarra todo el día? ¿Quién les ayuda a ensuciar la casa? ¿Quién les compra todo lo que quieren?

Imaginas de Shawn MendesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora