Capítulo 13.

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El verano del tercer año fue una maravilla para la pequeña Snape. Se dedicó a pasar todo el verano junto a su primo, Blaise y Theodore Nott, sus mejores amigos. Se la pasaban en la Mansión Malfoy jugando a Quidditch, molestando a sus tíos, y hablando en la habitación que todos compartían.

El 31 de Julio llegó, y la pequeña Bella cumplió sus esperados trece años. Ese día recibiría una gran sorpresa.

-Cumpleaños feliz, Cumpleaños feliz, te deseamos todos, Cumpleaños feliz-. La voz de todos los miembros Malfoy y de sus amigos resonó por toda la habitación haciendo que Bella se despertase de inmediato.

-Feliz cumpleaños, princesa-. Draco Malfoy se tiró encima de su prima estrujándola en un fuerte abrazo.

-Gracias a todos-. Se levantó y sopló las velas del gran pastel que marcaban un trece a fuego. Después todos la dejaron sola para que se vistiera y bajara al salón. Cuando estaba apunto de bajar, por la ventana entró una lechuza vieja y negra, que traía en el pico una carta. Bella cogió la carta del pico, y le dio un dulce, poco después la lechuza volvió por donde había venido.

Abrió la carta y leyó lo que había escrito:

Querida Bella,
Probablemente no sabrás quien soy, pero desde el momento de tu nacimiento yo si que te conozco, y puedo decir que eras la bebé mas hermosa que nunca pude ver.
Feliz cumpleaños, este año nos veremos en Hogwarts, rápido sabrás quien soy.
No tengo mucho dinero y no te he podido comprar un gran regalo, pero espero que esto te guste.
Saludos pequeña Bella.
R.J.L

Bella abrió el regalo que había dentro del sobre y se encontró con una pequeña pulsera con un lobo tallado en madera. Inmediatamente se la puso. Aún confusa por la carta, bajó con ella entre manos y nada mas llegar, su tío le preguntó.

-¿De quien es esa carta, princesa?-. Lucius Malfoy miró directamente el sobre de las manos de su sobrina, y vio que en su muñeca traía una pulsera.

-No lo sé tío, cuando os habéis ido de mi habitación, me la ha traído una lechuza-. Bella se sentó en la mesa al lado de su primo, y le entregó la carta a su tío para que la viera. Este la leyó, y cuando terminó, y vio de quien era, se levantó de la mesa camino a su escritorio, dejando a Bella mas confusa de lo que ya estaba.

-No te preocupes cariño, ya sabes como es tu tío-. Su tía Cissy intentó calmarla, pero no consiguió nada.

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El 31 de Julio para Harry Potter pasó como un día normal, nadie se acordaba que era su cumpleaños, solo estaban pendientes de la llegada de su tía Marge, aunque no fuera su tía.
Recibió miles de cartas felicitándole de parte de sus amigos, pero la que mas le sorprendió fue la carta de su amiga Bella.

Feliz cumpleaños Harry!
Es bastante extraño que cumplamos los dos el mimos día, pero que no te pienses que me acuerdo solo por eso eh.
Si tus tíos no te tratan bien puedes venirte a la Mansión Malfoy con nosotros, eres mas que bienvenido.
Espero que disfrutes tu regalo.
Te quiere, Isabella Snape.

El regalo de Bella fue una empuñadura de plata en forma de rayo para su varita. No pudo evitar sonreír al recibir ese regalo tan típico de su amiga 

Harry se acostó en su cama pensando en como sería su vida si no se hubiera criado en esa nefasta familia, y poco a poco fue cogiendo el sueño.

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El 1 de agosto iba a ser un día de lo más movidito para Harry  y para Bella. Los dos se levantaron a la misma vez, a la misma hora e incluso con el mismo pie bajaron de la cama.

Bella se dedicó a desayunar con su primo Draco, contándole el sueño tan raro que había tenido. 

-Entonces Draco, un hombre venía y me cogía a mi en brazos y me llevaba en una moto voladora.

-¿Una moto voladora?-. Draco preguntó. -Pero si aquí solo tenemos escobas. Tienes muy buena imaginación Bella, solo por eso le diré a mi padre que te compre una.

Bella giró los ojos cansada mirando a su primo como el se iba burlándose de ella poco a poco mientras subía las escaleras hacía su habitación para cambiarse ya que irían al Callejón Diagón a comprar sus materiales para el nuevo curso que empezaría en tan solo un mes más.

Harry a comparación de Bella, se levantó gracias a los ruidos que hacían sus tíos especialmente para que el se levantara y les hiciera el desayuno, como cada mañana. Él solo pensaba en que su nueva familia, los Weasley, le vendrían a buscar.

-Harry-. El grito de Vernon Dursley resonó por toda la casa llamando a Harry.

-Dime tio Vernon-. Harry fue corriendo a ver que pasaba al escuchar ese tremendo grito. 

-Tia Marge quiere que le hagas la comida a su perrito, y la quiere ya.

Con muy pocos animos Harry entró a la cocina y empezó a cocinar la comida para el detestable perro de tia Marge, odiaba a ese ser, y a ella también. Al momento de empezar a servir la comida, tia Marge empezó a hablar mal del padre de Harry, diciéndole que era un vago, un borracho y que se merecía el destino que tenia.  En ese momento Harry, sin saber realmente que hacía, enfureció y empezó a inflar a tia Marge hasta convertirla en un enorme globo de aire, de tan hinchada que estaba. 

Harry salió escopeteado de esa casa, cogió su maleta y e quedó parado en un parque justo al lado de su casa, en Privet Drive, hasta que escuchó unos ruidos provenientes de os matorrales . Se levantó y empezó a mirar hasta que de esos matorrales salió su amiga Bella, y un gran perro negro con apariencia de lobo.

-¿Bella?-. Harry se sorprendió muchísimo al ver a su amiga ahí, delante de su casa. 

-¡Harry!-. Bella se tiró encima de su amigo consiguiendo que este cayera de espadas al asfalto de la carretera intentando abrazar a su amiga de vuelta.

-¿Se puede saber que haces aquí?-. Preguntó un aún desconcertado Harry.

-Sentía que estabas en peligro, no me digas como, pero justo cuando iba con mi tia Cissy a comprar los materiales al Callejón Diagón, he sentido una presión en el pecho y de golpe tu has aparecido en mi mente, así que estoy aquí.

-¿Y ese perro? ¿Es tuyo?-. 

-Realmente no lo sé, ha estado unos días paseándose por los jardines de la mansión y le he estado cuidando porqué está muy débil y delgado, ahora me sigue a todas partes-. Bella se agachó para tocarle la cabeza al perro que al instante abrió los ojos de golpe y se quedó perplejo viendo como delante suyo tenía a Harry y Bella Potter, solo que aún no sabían ninguno de los dos que eran hermanos. 

Entre la espada y la pared.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora