Capítulo 2

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En cuanto la revisión médica dio por finalizada y llegaron al momento de escuchar el análisis del médico, este mencionó que Yuu no padecía alguna enfermedad ni mucho menos, solo que se cuidara bien y no practicara deportes extremos. De allí en fuera, podía seguir de manera normal, aún si era más favorable que tomara ciertas vitaminas para cuidar mucho mejor de su salud.

Mika ya se había hecho una idea de lo que le había sucedido a su esposo y una sonrisa se formó en su rostro. Tomó la mano de Yuu besándola, en cambio, el azabache no miró a su esposo, pasando por su mente miles de situaciones cuando el doctor pronunció ese "pero" comenzando a explicarle lo de sus cuidados. Antes de que el médico siguiera explicando, el menor decidió interrumpir sintiendo que el profesionista había estado redundando demasiado.

—Vale, no tengo ninguna enfermedad, ¿Entonces? ¿Tengo probabilidades de contraer alguna?

Mika rió suavemente ante la torpeza de su esposo, negando con la cabeza enternecido.

—No, lo que sucede es que usted ha quedado preñado.

Yuu no comprendió al segundo. Se supone que había estado tomando sus pastillas, aunque tuvieran un cierto porcentaje de fallar, aunado a ello, normalmente también utilizaban el método del reloj, por lo tanto se supone que sería aún menos probable.

De todos modos las dudas que tenía sobre agregar a un miembro más a la familia, en las mentes de ambos se esfumaron en seguida. Las lágrimas bajaron por el rostro de Yuu, perdiéndose en su barbilla. Mika le abrazó, mientras el azabache se aferraba al rubio diciendo una y otra vez lo agradecido que estaba.

El doctor los miró con una sonrisa mientras anotaba un par de vitaminas para el azabache en un recetario. Cuando tomaron la receta, Mika recordó las pastillas y se dirigió a su esposo.

—Yuu-chan, ¿estuviste tomando las pastillas?

El azabache asintió, preocupándose por haber afectado al bebé que crecía en su vientre.

—Incluso ayer las tomé —fue sincero. En seguida se dirigió al médico—¿Puedo tener complicaciones por tomar pastillas anticonceptivas?

El doctor también se preocupó, pero dibujó una sonrisa fingida para calmarlos, aunque de todos modos los mandó con otros especialistas para verificar que el pequeño ser en el vientre de Yuu se encontrara estable así como el mismo hombre. Si bien parecía encontrarse bastante normal, prefería que los estudios hablaran y especificaran más a detalle.

En cuanto empezaron los demás estudios hacia Yuu tanto de sangre como de orina, Mika llamó a su hermano para pedirle que cuidara de su hijo y así dejaron de preocuparse por demorar algo de tiempo en el hospital. Rato después, en cuanto los estudios se revelaron, encontraron que afortunadamente no había complicación alguna, incluso parecía que Yuu no había tomado las pastillas anticonceptivas.

Mika miró a Yuu, como pidiéndole explicaciones. Claramente no le molestaba si su esposo deseaba otro hijo, solo no le parecía que le hubiese mentido o fuera descuidado con la toma de aquellas pastillas debido a los cambios que pueden producir no tomarlas como se indica.

—En serio estuve tomándolas —argumentó en cuanto se dio cuenta de esa mirada en su esposo. Ante el comentario, el rubio asintió y no mencionó ni pareció pensar más en dicho asunto. Confiaba en Yuu después de todo.

Regresaron a casa exhaustos por el largo y tedioso día en el hospital. Para empezar tuvieron que esperar cita y posteriormente prefirieron esperar los resultados de los exámenes de Yuu y es por esa razón que demoraron tanto en el lugar.

En cuanto llegaron a su hogar, Ferid mencionó que Michi se encontraba dormido en su habitación y ambos adultos agradecieron por haber cuidado de su pequeño. Lo invitaron a cenar por las molestias y el mayor aceptó gustoso.

¡Quiero un hermanito! #AwardsNoSeraphDonde viven las historias. Descúbrelo ahora