Narra David.
-Feliz cumpleaños, cariño.- Escuche que mi madre canturreó mientras abría la puerta de mi habitación y entraba.
-Gracias má.- Contesto aún con mis ojos cerrados y siento un exquisito olor al desayuno que hace mi madre para cada cumpleaños.
-Mi bebé ya tiene 17 años ¡Qué rápido crecen!- Dijo mi madre al borde de las lágrimas y escuche un siseo que de seguro fue de mi padre.
-Querida no llores, por mi bien que crezca para que se largue.- Abrí mis ojos de a poco al escuchar la risa de mi padre. Lo fulminé con la mirada mientras no me miraba a mí y se puso serio con sólo ver a mi madre mirándolo feo.
Tuve que comerme el desayuno que mi madre me tenía fuera la hora que fuera, no importaba si llegaba tarde, total era mi cumpleaños. Pero acá estoy corriendo a la sala de clases por la tardanza de una hora. ¡Una maldita hora!
Vi por una ventanilla hacia adentro de la sala y entré rápido aprovechando que la maestra de música no estaba.
- Hola amigo.- Saludo a Fernando en cuanto me senté en mi puesto, que era al lado del suyo.
- Hola, feliz cumpleaños.- Elevó un poco las cejas al mirarme en forma de saludo y siguió pendiente de su cuaderno.
Fernando es muy bueno dibujando, aunque le avergüence admitirlo es bueno en eso. Tiene talento natural diría yo.
-¿Qué estás dibujando ahora?- Intenté mirar su cuaderno y me llamó la atención un nombre que no alcancé a leer porque la mano de Fernando justo tapó eso.
-Nada, es... Un simple dibujo, como todos los demás.- ¿acaso estaba nervioso? Aquí hay gato encerrado. Subí y bajé mis cejas de forma coqueta y recibí por respuesta un puñetazo leve en el estómago por parte de mi amigo.
En ese momento entró la maestra, por lo que saqué mi cuaderno de música de la mochila y cuando iba a abrirlo, recibí un mensaje.
Joaquín: ¿Podemos juntarnos en el receso? Debo decirte algo importante.
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Se pasó muy rápido la jornada de clases, fue divertido mientras duro. Ejem, sarcasmo, ejem. Iba de camino a la salida con Fernando, pero se fué de inmediato y dijo que tenía cosas que hacer, así que nos despedimos y aproveché de buscar algunas cosas en la biblioteca. Estaba a punto de salir de la escuela cuando alguien agarra mi brazo.
-Feliz cumpleaños, guapo.- Susurró Romina, demasiado cerca de mí volviendo ese saludo muy incómodo.
-¿Gracias?- Lo corto de su ropa me pone muy incómodo. Soy hombre, pasan esas cosas.
-Como regalo de cumpleaños, me gustaría invitarte a almorzar a una fuente de soda que hay cerca de aquí ¿Aceptas?- Propuso jugando con un mechón de cabello rubio y ladeó su cabeza de forma tierna e inocente.
-Eh...- Lo pensé un momento. Necesito distraerme un poco y más hoy que es mi cumpleaños. -Sí, claro, mientras sea comida y tu invites, voy.-
Al llegar al lugar buscamos una mesa y pedimos la comida, ahora estabamos hablando o mejor dicho, yo estaba escuchando. Cuando la situación se volvió muy incómoda.
-Pero dime ¿Cómo es que un chico como tú está soltero?- Al decir esto, Romina se sentó al lado mio e invadió mi espacio personal, si es que aún quedaba.
-¿A qué te refieres con "un chico como yo"?- Pregunté totalmente perdido con una ceja algo alzada.
-Pués alguien tan lindo y caballero, debes tener muchas chicas detrás de ti.- Dice acariciando mi mano y acercándose más que antes. Yo ya no sabía si reir o llorar. Corrí mi mano de la de ella, y moví a Romina más lejos de mi cara suavemente para no parecer tan grosero.
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S I X T E E N.
Teen FictionLaura es una chica de 14 años que está recién entrando en la etapa de la pubertad y con esta también se da cuenta que tiene sentimientos hacia su mejor amigo, David. Por otro lado David tiene 17 años y gracias a su inmadurez, nunca se dio cuenta de...