LAST FIRST KISS » PIETRO MAXIMOFF.

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3 AÑOS DESPUÉS.

Un avión proveniente de Sokovia aterrizó en Nueva York.

— Pasajeros del vuelo 990, hemos llegado a nuestro destino. La Ciudad de Nueva York —se escucha la voz de una aeromoza a través de los parlantes—. Esperamos que el vuelo haya sido de su agrado. Ahora, pueden salir ordenadamente y asegúrense de llevar consigo todas sus pertenecías ¡Que tengan una excelente estadía en Nueva York!

Pietro sonrió ampliamente al escuchar a la mujer. Ladeó la cabeza en dirección a la ventana y observó la gran fila de aviones que están a un costado.

Toma su pequeña mochila del compartimiento de arriba, para luego colgarla en su hombro. Apenas sale del avión, se encamina por el puente, siguiendo al resto de los pasajeros.

Es su primer viaje, se siente perdido, pero a la vez emocionado por el hecho de visitar un lugar ajeno a él. Nunca se planteó salir de Sokovia, mucho menos visitar La Gran Manzana, sin embargo, aquí está y todo gracias al gran desempeño que realizó en la fábrica; puesto que el viaje ha sido regalo por parte de sus jefes.

Pietro Maximoff se había convertido en esos tres años de haber laborado ahí, en el empleado más joven en destacar sobre todos los demás.

•••

Pietro se dejó caer en la cama de su habitación de hotel. No es uno muy costoso, nada de cinco estrellas, sin embargo, es decente y para Pietro, una persona sin muchos lujos, le viene de maravilla.

El castaño suelta un gran suspiro; no durmió en todo el viaje, pero aún así se siente con demasiada energía. La cuál proviene de la emoción que le provoca el hecho de que quizá... Tal vez, se puede topar con Jena en su semana de estadía en la ciudad.

Sí. La chica ha estado presente en sus pensamientos todo este tiempo.

Pietro se pone de pie, saca de su bolsillo trasero su cartera y lo primero que ve, es la fotografía de la voluntaria que le ha cambiado parte de su vida.

— Espero te acuerdes de mí, chica — le dijo a la fotografía para luego reírse.

•••

En su primer día en NY, Pietro lo utilizó para relacionarse con la ciudad, ver los puntos característicos de ésta y sacar la mayor cantidad de fotografías de los lugares que visita, pues Wanda y Kira se lo han pedido.

Pietro detuvo su caminar por las calles de Nueva York, cuando llegó al frente del edificio Stark. Había oído hace unos días atrás que ese edificio se convirtió en el primer recinto auto sustentable y que Stark está más que orgulloso de ello.

Pietro se quedó de pie, mirando la estructura. Sintió la necesidad de entrar y pedir una cita para hablar con el mismísimo Tony Stark y si se la daban, cuestionaría al empresario si sabe sobre el incidente que causó sus proyectiles durante las guerras. Le cuestionaría sobre ese incidente que hizo huérfano tanto a él, como ha sus hermanas y a muchas personas más.

Pietro suspiró. Agachó la cabeza, mirando el concreto del suelo. No podía hacer eso.

En primera, él está consciente de que obtener una cita con Tony Stark, no la tiene cualquiera, mucho menos un adolescente extranjero de escasos recursos. Por lo que el cuestionamiento no sería hoy. Segundo, la respuesta a esa pregunta, ya la conocía.

Tony Stark no sabe nada de la familia Maximoff. Aquel apellido le es irrelevante al millonario, así que, de cualquier modo, entrar al edificio sería una pérdida de tiempo.