Celliedo

2.1K 35 14
                                    

Capitulo dedicado a CelliTheKing

Estaba en mi computador haciendo unos trabajos para la universidad.
Siento que mi celular suena, es un mensaje de mi novia, Paula.

Quería verme, me extrañaba. No hemos podido vernos debido a que siempre estoy muy ocupado con los trabajos que me dan. Yo también la extrañaba asé que le dije que venga podría dar una mano así término esto de una vez.

Ella y yo salimos desde hace 7 meses. Todo va bien por ahora. No hemos tenido sexo aún, no es por nada en especial solo que el momento no se da.

Tocan a mi puerta.

- ¡Pasa! Esta abierto - Dije aún sentado.

- Hola amor - Dijo sentándose en mis piernas.

- ¿Cómo has estado hermosa? - Dije besándola.

- Bien, pero extrañandote demasiado - Dijo aferrándose a mi cuello.

- Yo igual, perdón es que esto me tiene muy ocupado y frustrado -

- ¿Y que tal un masaje? - Dijo sonriendo.

- No me vendría nada mal - Dije.

Me acosté en la cama boca abajo cerrando mis ojos.

- Quitate la camiseta - Dijo Paula. Me pareció raro pero lo hice.

Se subió encima de mi espalda y sentí que gotas frías caían.

- ¿Qué es eso? - Pregunte.

- No preguntes solo disfrútalo - Dijo.

Ahora sentí sus manos cálidas masajeando toda mi espalda y mis hombros. Se sentía genial.

Narra Paula

Lo estaba disfrutando lo notaba en la expresión de su rostro.

Yo por mi parte estaba muy caliente, ya lo necesitaba, sentirlo dentro de mi no aguantaba ni un segundo más.

Quite mi camiseta y mi brasier. Tome el aceite y mi puse en mis pechos, masajeandolos. Claro que el no lo notaba. Tampoco que solo estaba en una diminuta tenga.

Me acerque a su oído y dije.

- Levanta tu trasero hacia arriba - Dije.

- ¿Qué? - Dijo aún con sus ojos cerrados.

- Solo hazlo cariño - Dije.

Levantó su trasero y quite su pantalón junto con su bóxer.
Tome el aceite y puse en su trasero y sus piernas, comencé a masajear. Puse aceite en su ano .

Se sobresaltó.

- Oye ¿q-que haces!? - Dijo.

- Callate si no quieres que te tape la boca -

Se callo y relajo. Aproveché para sobar su ano con mi dedo índice.

- ¡Oh! S-se siente raro - Dijo gruñiendo.

- Volteate - Dije.

Giro su cuerpo. Y me miró. Recorrió mis pechos hasta donde estaba mi vagina cubierta por solo una pequeña tanga.

- D-dios mio - Dijo tragando duro.

Sonreí. Tome aceite y lo coloque en su miembro erecto, haciendo que se sobresaltara.

Comencé a masajear su cabeza hasta sus testículos, el respiraba con dificultad, con mis dos manos comencé a masturbarlo haciendo que gruñera, lo metí a mi boca.

- ¡Oh! Maldición - Gimió cerrando sus ojos.

Con mi lengua recorrí cada parte. Pare y me quite mi tanga, subí justo encima de donde estaba su pene y comence con un vaivén delicioso.

- ¡Ah! - Gemí cuando lamió mi pezón.

Ya no podía más lo quería dentro, tome su pene y lo coloque en mi entrada, metiendo solo la punta y volviendolo a sacar, hasta llegar a un punto de excitación de meterlo entero, haciendo que el gimiera de sorpresa.

Comence a saltar sobre el mansajeando mis pechos. Pare y lo besé.

El me quito y se puso arriba mio, tomando mis piernas y subiendolas a sus hombros. Metió su pene de un solo empujón, esta posición hacia que todo su pene entrará a la perfección y digamos que no era nada pequeño.

- ¡Así! - Gemí de la excitación, estaba por llegar a mi orgasmo.

- Y-ya m-me vengo - Dijo gruñendo.

- ¡Oh dios! M-mierda - Gimió.

Siguió pero ahora mas fuerte y duro. Mire a sus ojos, sus labios entre abiertos que salían pequeños gemidos de ellos y su frente sudada.

- ¡Ah! - Grite agitada.

Salió dentro de mi y se acostó a mi lado. Me besó dulcemente y entre esos besos le susurré.

- No puedo creer de lo que me he perdido todo este tiempo.

Cortos CombateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora