Rama, Flor y Gonza (IV)

1.4K 15 0
                                    

Parte 4/5

Después de unos cuantos minutos de recuperación, Gonzalo sale de mí colocándome encima del recuperado cuerpo de su compañero. Torso contra torso. Dios, no me puedo mover, me siento satisfecha como por toda una semana. Los chicos se retiran el condón usado amarrándolo y introduciéndolo en el bolsillo de sus respectivos pantalones sin haberse levantado del piso. Ramiro aprovecha y saca un preservativo. Jadeo. Se da cuenta y me sonríe con picardía. No creo estar lista para otro orgasmo, pero al parecer ellos no piensan lo mismo.

Ramiro aprovecha que estoy encima de él y me sujeta de la cintura con su brazo izquierdo, mientras dirige su mano derecha a mi entrepierna haciendo espacio entre nosotros para que sus habilidosos dedos jueguen con mi clítoris, estimulándome. En segundos mi cuerpo se enciende humedeciéndole los dedos con mis jugos. Empiezo a gemir por sus tortuosas caricias que hacen palpitar a mi vagina fuertemente. Me gira todavía encima de su cuerpo quedando mi espalda contra su torso y me arrastra hacia abajo un poco. Su erección choca con la parte baja de mi espalda. Gonzalo se acerca a mí, me alza de las caderas.

- Pon tus pies en mis hombros - Ordena con una mirada taimada.

Obedezco. Hace más cómoda la postura, pero me siento expuesta. Mis piernas están abiertas en su totalidad, dejando a la codiciosa vista de Gonzalo mis húmedos y resbaladizos pliegues, mi hinchado clítoris a solo unos centímetros de su boca. Puedo sentir su respiración en mi vagina. Me estremezco. Quiero retorcerme pero me tiene bien sujeta. Ramiro empieza a masajear mis duros y sensibles pezones. Los pellizca, tira de ellos, los retuerce. Jadeo. El anhelo me atraviesa como una llama nueva e imparable creando una deliciosa contracción en mi vientre.

- Hora de mi postre - Gonzalo zambulle su boca en mi coño

- ¡AHHHHHH! - Grito.

Succiona fuertemente mi clítoris. Jadeo. Me retuerzo, pero me sujeta firmemente de las caderas. Ramiro deja de torturar unos de mis senos, para dirigir mi boca hacia la suya y unirlas en un beso salvaje donde se traga todos mis gemidos y jadeos que causa Gonzalo al succionar, morder, y tirar con sus dientes mis sensibles pliegues.

Siento como la sangre recorre mi cuerpo rápidamente, siento los rápidos latidos de mi corazón retumbar fuertemente contra mi pecho. Las asombrosas sensaciones se apilan una sobre otra, ahogando cualquier pensamiento o disconformidad. Un ardiente placer se estrelló directamente entre mis piernas, y se unió al incendio que ya hace arder mi cuerpo. Estoy tan cerca. Tiro del cabello de Gonzalo acercándolo más a mí. Gruñe.

- Amo tu coño - Jadea - Tan dulce...exquisito - Vuelve a hundirse en mi coño.

El clímax burbujeó entre mis piernas, corcoveo hacia la boca de Gonzalo que busca desesperadamente mi gozo y dolor. Y ambas sensaciones se anudan para proporcionarme un sorprendente placer.

- Mmmm.... estas desesperada, te quieres correr Flor? - Pregunta ante el obvio desespero por correrme.

- Gonzalo...- Ruego.

Ramiro incorpórate - Este obedece y se incorpora conmigo - Cabálgalo Flor - Me susurra Gonzalo al oído. Gruño, quería que Gonzalo siguiera haciendo su trabajo con su magnífica lengua. Pero obedezco.

Me alzo un poco mientras Ramiro dirige su erección a mi hinchada entrada. Juguetea en mi entrada, restregando su hinchado glande en mis resbaladizos pliegues haciendome gemir con desesperación manteniéndome a limite. Gonzalo se pone de pie, me agarra de los cabellos de la nuca y me dirige a su enorme erección.

- Chupamela Flor - Gruñe

Me acerco lentamente a la polla de Gonzalo, agarro la base de su polla en unas de mis manos y comienzo a masajearlo lentamente, subo dando leves caricias por toda se longitud hasta llegar a su hinchado glande pasando mi pulgar por él. Jadea.

- Flor..- Jadea

Miro a Gonzalo a través de mis pestañas, mientras dirijo su miembro a mi boca. Gimo a un centímetro del glande de Gonzalo antes de introducirlo en mi boca, porque Ramiro me ah penetrado y es más ancho que Gonzalo. Gimen a la vez.

- Joder sí que eres apretada - Dice con los diente apretados Ramiro.

Gonzalo se desespera y vuelve a guiar mi boca a su polla. Acepto la tácita invitación, abro mi boca y la recibo anhelante, degusto su salado y picante sabor, lamiéndolo de la base hasta el glande, introduciéndolo al fondo de mi garganta y aun así no logro tomarlo todo. Succiono su polla fuertemente ahuecando mis mejillas alrededor de su pene. Gimo en su polla, eso lo vuelve loco. Pero Ramiro no me da tregua embistiéndome fuertemente. Rápido. Suave. El crudo ritmo que impuso casi me vuelve loca. Sentir como se estira mis paredes exquisitamente al recibirlo mientras sus pene frota mis puntos G perturbando todos mis sentidos de una manera que me hace girar la cabeza y sentirme mareada al estar al borde del abismo.

Me mojo aun mas al imaginar la morbosa escena que estamos creando en un ascensor, yo cabalgando a Ramiro mientras se la chupo a Gonzalo. Excitante. Como me encantaría que las cámaras del ascensor estuviesen funcionando y hacer una copia de todo lo que estamos haciendo para verlo más tarde, ver como estos hombres me han hecho gritar de placer, hacer que mi cuerpo vibre de pies a cabeza como ningún otro.

Cabalgo más rápido a Ramiro mientras este me pellizca y amasa mis sensibles senos. Gonzalo me folla la boca, embistiendo rápidamente en mi boca sin llegar a hacerme daño. Ahueco sus bolas en unas de mis manos y las masajeo, sacándole más de un ronco gemido . Dirijo mi otra mano las bolas Ramiro y se las ahueco y empiezo a masajear como las de Gonzalo arrancándole fuertes gruñidos.

Siento mi excitación ascender recorriendo fuertemente por mis venas haciendo zumbar mis oídos. Estos dos increíbles hombres me llevan al límite con tanta rapidez que apenas puedo respirar. Unos incontenibles estremecimientos comenzaron a atravesarme mientras el ansia que palpitaba entre mis piernas se convertía en algo incontrolable que embelesaba cada uno de mis sentidos y me hacía implorar. Estoy al borde del orgasmo. Ramiro deja de masajearme uno de los senos y dirige su mano a mi clítoris haciendo leves círculos en el, quedando a una caricia del orgasmo. Gruño, el sonido es amortiguado en el pene de Gonzalo. Ramiro está jugando conmigo.

Ra-Ramiro..porfavor- Ruego

- Cuando se corra Gonzalo te lo vas a tragar todo - Me ordena mientras me embiste fuertemente.

Hago un sonido afirmativo que amortigua la palpitante polla de Gonzalo, este gime al enroscar la lengua en su glande. Ramiro me da una fuerte nalgada. Me despego de la polla de Gonzalo.

-Si...me lo tragare - Asiento para confirmarles que lo escuche y que voy a cumplir su petición, que parece más una orden.

Cortos CombateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora