Paioigna, Ramaedo y Nachoela

2.9K 46 19
                                    

Parte I

Llegaba a mi casa, recién de correr.
Me tome una foto solo de mi cuerpo sudado y se la envíe a mi querido amigo por WhatsApp.

Fui a darme una ducha , tome mi tiempo. Salí y me cambie por una camiseta grande que tenía de mi amigo una vez que se quedó a dormir aquí.

Un mensaje llegó, también con una foto.

Valla, me hubiese gustado ser yo el que te haga sudar así .

La foto era su abdomen, se notaban sus muy trabajados abdominales.
Me hizo desearlos, poder tocarlos.

¡Maldición! Necesitaba verlo.

Esperen.. Ahí había una enorme erección, no lo había notado. Ya no podía más, mañana le diría que venga así de una vez me quito las ganas.

Llegó la hora de ir al colegio, me vestí con mi uniforme, una falda a cuadros roja, camiseta blanca con el escudo del colegio y unas zapatillas.
Recogí mi cabello y baje a comer algo.

Mi padres no estaban, se lo pasarían todo el día en su trabajo hasta la noche, ambos eran doctores.
Tome una manzana y salí caminando hacia el colegio.

Llegué y ahí estaba el, apoyado contra una pared, escuchando música y mirando su teléfono.
Camine con sigilo y tome su celular. En la pantalla aparecían mi fotos anteriores, que yo había mandando.

Se lo devolví y me reí.

- ¿Cómo has estado? - Pregunté.

- Mejor ahora que te veo ¿y tú? - Dijo sonriendo.

- Genial, tu foto de hoy me ha alegrado el día - Dije mordiendo mi labio.

El iba a responder pero el timbre sonó. Rápidamente nos encaminamos hacia nuestra clase.

Literatura, una sola palabra aburrido.

A mi lado estaba sentado mi amigo Pablo así se llamaba él, pero le decían Paio.

Ambos al fondo del salón.

Él parecía demasiado concentrado en la clase.

- ¿No crees que está muy aburrido esto? - Dije poniendo mi mano en su entrepierna.

Se sobresalto. Miro hacia abajo y luego a mi.

- S-si algo creo - Respondió.

Aunque nos mandábamos fotos el era un poco tímido.

Siguió prestando atención. Yo seguí tocando su paquete con mi mano que cada vez si iba poniendo más duro.

Teníamos para rato esta clase era de 1 hora.

Adelante mio estaban dos buenas amigas mías, por lo que se me ocurrió apoyarme en mi banco y hacer que hablo con ellas. Eso haría que a Paio le quede a la vista mi lindo trasero con una diminuta braga.

El profesor había dado unas actividades entonces aproveche.

Levante mi trasero y me apoye en la mesa.

Narra Paio

- ¿Hey chicas que tal la fiesta de Gonzalo?

- Si no fue tan divertido sin ti, pero sabes Estefi se.. -

Oí que hablaban. Yo estaba concentrado en ese perfecto trasero.
Diablos. Tenía una enorme erección y no bajaría tan fácilmente. Y viendo eso aún peor, haría que me las pagara.

Narra Flor

Sentí una mano en mi feminidad. Y vi que era Paio, sonreía malicioso.

Me senté de nuevo luego de los chismes de las chicas.

- ¿Cómo hago para bajar esto?  Dime -
Dijo como un poco enojado.

Pensé quedaban 20 minutos para irnos ya a casa.

- Se lo preguntas a la persona correcta - Dije.

Desabroche su pantalón.

- ¡¿Q-que crees que haces?! - Dijo asustado.

- Ayudarte, ahora cierra la boca será rápido - Dicho esto saque su miembro del bóxer. Comencé a masajearlo con mi mano registrando que nadie nos vea.

Les di un leve toque a las chicas en sus hombro. Les hice seña hacia el pene de Paio que tenía en mi mano para que nos cubrieran. Ellas entendieron. Mordieron sus labios y asintieron.

Baje hacia la altura de su miembro y lo metí a mi boca. El respiraba con dificultad, tratando de no gemir. Tomo mi cabello y comenzó a mover su pelvis.

Las chicas llamaron nuestra atención y señalaron al profesor.

- ¿Si que sucede? - Pregunte inocente.

- No la veo trabajar así que hágalo ahora mismo - Solo asentí.

Tome nuevamente su pene, masturbandolo con mi mano. El paso su brazo izquierdo atrás de mi espalda. Puso su cabeza en mi hombro y me susurro.

- Y-ya me vengo -

Lo hice más rápido.

- ¡Ah ahhh ah! - Gimió en mi oído.
Guarde su miembro. El se acomodo bien en su asiento e hizo las actividades.

Yo por mi parte estaba que ardía, estaba muy caliente y mojada. Aún más cuando gimió en mi oído.

Lo quería dentro mio ya.

Pero tenía una idea mejor.

Invitar a mis dos guarras de amigas que tengo, se que no se van a negar de hacer un cuarteto conmigo y Paio. Seguramente también les diría que lleven a dos amigos.

Quien sabe podría ser una muy caliente orgía.

Estoy esperando ansiosa.

Cortos CombateDonde viven las historias. Descúbrelo ahora