Siempre Te Amé (Sasunaru)

Capítulo 24. "¿Quieres...?"

Habían pasado ya 15 días desde aquel incidente, la relación de Naruto y Sasuke volvía a sus tiempos de antes, más ahora que Sasuke ya tenía su memoria al 100%, y con ella, volvió su carácter.

Ya era viernes por la noche, Naruto iba camino a la casa mientras que Sasuke seguía en su oficina clavado en su computador tratando de ponerse al día con todo en trabajo que tenía acumulado. Su celular sonó, y lo sostuvo entre su oreja y hombro.

—¿Hola?

—¡Sasuke! —reconoció la voz de Deidara al instante —Llamaba para asegurarme de que el plan volvía a estar en pie.

—¿El plan...?

—¡Aquello, imbécil!

—¡Ah, si! Si lo está.

—¿Qué días trabaja Naruto?

—De lunes a viernes horario completo, los sábados hasta el medio día y los domingos se los toma libres mientras tanto no tenga emergencias.

—Bien, entonces Itachi y yo iremos al hospital el domingo, tu solo encargate de distraer a Naruto.

—Lo haré, ¿tienen todas las cosas?

—Desde hace un mes, recuerda que todo esto se iba a hacer hace tiempo.

—Si necesitan alguna cosa me avisan, quiero que todo salga perfecto.

—Si, si, como digas. Nos estamos comunicando.

—Adiós.

Cortó la llamada y dejó su celular a un lado de su computador, sentía grandes nervios en todo su cuerpo de saber como sucederán las cosas.

Sábado, 11:37AM

Hoy era un día en que Sasuke suele trabajar en casa, y como él había dicho, Naruto trabaja hasta el medio día.

—¡Ya llegué! —se escuchó el cierre de la puerta

—¿Naruto?

Sasuke se levantó de su asiento y caminó hasta la sala topando con Naruto, él dejaba su gabacha en eh perchero y le brindó una tierna sonrisa al verlo.

—No había más trabajo, así que decidí llegar antes. —Sasuke se acercó a él y le rodeó la cintura dándole un beso en la frente

—Mejor para mi. —lo miró a los ojos con una sonrisa

—¿Tienes mucho trabajo?

—Estoy apunto de terminar unas cosas para estar al día con la empresa, pero para ti siempre tendré tiempo de sobra, ¿qué quieres hacer? —él ya conocía a la perfección a su novio, sabía que una simple pregunta venía con una intención escondida

—Mmm... no sé...

—¿Qué te parece si vemos películas en la habitación? —pasó su dedo pulgar por la mejilla del rubio

—¡Si!

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—¿Tienes los carteles?

—Aquí están... si que son muchos. —el rubio miraba el interior de una caja

—¿Anillos? —Itachi iba tachando en una lista cada cosa

—Los de la boda... ¡aquí!

—¿El de compromiso?

—Se supone que los debes de tener tu, Sasuke te los dio después de... —ambos se miraron fijamente, Deidara palideció al imaginar la reacción de Sasuke al saber que los anillos no están —¡¿Dónde están?!