Siempre Te Amé (Sasunaru)

Capítulo 26. Todo en orden

Dos meses después
5 meses N/ 8 meses D

El avance con el embarazo de Naruto iba muy normal, todo completamente sano. Él seguía yendo a trabajar normalmente, con la diferencia de que por petición de su prometido, no salía tan tarde del hospital. Sasuke a su vez, procuraba terminar sus trabajos del día temprano, para así poder llegar a su casa más temprano y estar el resto de la noche con sus tres grandes amores.

—Sasukee~ —llamó Naruto desde la mesa revisando unos papeles, el Uchiha salió de la cocina

—Dime.

—Quiero helado. —dijo con un puchero

—¿Helado? Pues... ¿qué sabor?

—Ramen.

—¡¿Ramen?! ¿De dónde voy a sacar un helado sabor ramen? —se acercó al rubio

—Yo solo sé que quiero helado sabor ramen y si no lo tengo... habrán problemas. —cruzó sus brazos y miró a otro lado con las mejillas infladas

—P-pero Naruto, entiende que no existe un helado con ese sabor.

—Dije... que quiero... helado... de ramen.

—No hay con ese sabor. —dijo levantando un poco la voz

—¿Me estas... gritando? —preguntó viendolo con los ojos cristalizados

—No, no, no, no. —sabía que había metido la pata

—¡Eso acabas de hacer! —se levantó de la silla

—¡No, no, mi amor, no te alteres, solo...!

—¡¿Me estas diciendo histérico?!

—¡Que no!

—¡Me sigues gritando!

—¡No lo estoy haciendo...! Es decir... no, no lo estoy haciendo. —dijo con tono más calmado —Iré a comprar ese helado, ¿si?

—Por mi perfecto. —se volvió a sentar nuevamente relajado, Sasuke soltó un suspiro y fue directo a la puerta de la casa

No era la primera vez que algo así sucedía, e Itachi se lo había advertido, él ya pasó por esa etapa con Deidara, y ahí fue cuando descubrió... que el rubio tenía su buen carácter escondido.

Naruto ya había tenido antojos antes, pero eran "normales" en lo que cabe. Una vez, algo que Sasuke nunca olvidará, es cuando su rubio quiso ramen licuado. A pesar de que a Sasuke no se gusta el ramen, por el amor que le tiene a Naruto, se lo preparó. Tuvo ese antojo por 15 días.

Un día se despertó a las 2:30 de la madrugada queriendo comer un gran tazón de su adorado ramen. Sasuke en estado zombie se lo preparó. Antes no le gustaba mucho el ramen, ahora lo detesta.

Naruto se había vuelto muy sensible, con la mínima que Sasuke levantara la voz ya sentía que le estaba gritando. Y la vez que lo regañó en serio... fue el PEOR error de su vida.

Naruto también llegó a repudiar el olor de los frijoles recién hechos, además del aceite, ¡los odia con su alma! Con solo sentir el olor, por leve que sea, de uno de los dos, es capaz hasta de vomitarse.

Pero a pesar de todo eso, lo hacía con amor. Amaba a Naruto y a sus dos bebés más que a su propia vida, y por ellos estaba decidido a hacer lo que fuera. Así un día tenga que levantarse de madrugada a comprar algo, lo haría sin duda.

—Buenas, ¿qué le podemos servir, joven? —preguntó la muchacha de la caja, era la décima tienda que asistía

—Si... emm, es algo raro lo que le voy a pedir pero... ¿tienen helado sabor ramen?