Matri-vorcio

C3: Los pliegues del quiebre.

A la mañana siguiente me despertó para que me metiera en la cama y guardara las cosas, a los minutos comenzaron a grabar, su cuerpo estaba tibiecito y a penas pude disfrutar acurrucarme con ella, así que comenzó nuestro día, levantándonos mientras nos filmaban, hoy comenzaría a transmitirse el programa, con alguna de las cosas que hicimos ayer.

Estábamos en la mesa tomando desayuno cuando el director cortó las grabaciones por un minuto para recordarnos que debíamos entregar las propuestas de cada uno en un sobre cerrado. ¿Propuestas... de qué era? ¡Ah sí! La sugerencia sobre el problema por el que estamos pasando, sinceramente lo estuve pensando toda la noche, si inventar alguna mentira, o decir alguna verdad, como decir la razón por la que fui infiel o decir cuánto me afectó oír de los labios de mi esposa que ya no estaba interesada en ser madre.

Luego de terminar de desayunar, echar algunas bromas en la mesa, nos levantamos para ir a nuestros trabajos y pararon de grabar, fue entonces cuando tuvimos que entregar nuestros sobres, miré a Diana y ella tenía dos.

- A ver, leamos el tuyo primero Osvaldo -Abrió mi sobre y lo leyó. -"Ella no quiere tener familia" -Diana se giró para verme.

- ¿Es en serio? ¿Ese es tu problema? -Me preguntó disgustada, mientras rompía uno de sus sobres y dejaba el otro sobre la mesa mientras iba a botar los restos del que rompió.

- Me parece algo muy fuerte para abordar ahora mismo, creo que deberíamos dejarlo para luego. -Tomó el sobre de Diana y lo leyó. -"Los pliegues de nuestra ruptura se deben a que estamos pasando por una fase de mutua desconfianza, poca empatía, dónde nos ha costado llegar a una mediación con respecto a las decisiones" ¡Wow! De esto hablaremos hoy, es excelente.

~*~

En la Universidad a la hora del almuerzo Susana está sentada junto a una amiga, en el casino de la facultad. Susana está distraída mirando la pantalla de la Tv, a comenzado el jodido reality y Osvaldo se ve guapísimo en la pantalla, se ve más... radiante. Cuando mostraron viejos vídeos sintió una punzada de asco, era demasiado cursi.

- ¿Ese no es la profesora de Artes? -Le preguntó su mejor amiga. -Hey, espera ¿Es su marido, han vuelto? Creí que se habían separado.

- Es difícil de explicar....

- ¡Difícil las pelotas! ¿No te estabas acostando con él?

- ¡Lo sigo haciendo! Y lo seguiré haciendo, no hay diferencia si está o no con ella.

- Pero ella es tu profesora, la ves casi a diario, por favor, eres estudiante de diseño y ella una ilustradora genial, que te hace los ramos de arte más importantes ¿Ni siquiera te cae bien? ¿Qué hay de eso de la empatía por el género?

- Primero, te mentí, no estoy saliendo con él desde que se separó, no te lo dije porque sabía que empezarías con tus discursos morales. Segundo no siento una pizca de empatía por nadie, él me gusta, y es mío. Tercero, no es una ilustradora, es una profesora de artes.

- ¡Podría ser una ilustradora si quisiera! Y tú podrías ser una zorra, deberías dejar de meterte en medio.

Susana sigue molesta toda la clase, todos hablan del show, y ella parece más feliz que todo el resto del tiempo, Susana abre su cuaderno y garabatea dibujos sobre lo mucho que odia a Diana y la caricaturiza.

~*~

Ya por el mediodía decido llamar a Diana para almorzar, y vamos a una cafetería que nos acomoda a ambos. Las cámaras se sitúan mientras nosotros decidimos que pedir.