Cuando salieron esa noche se veía preciosa, tras hablar conmigo ella salió del cuarto luciendo un hermoso vestido negro, Alex y yo nos pusimos de pie, se despidieron y salieron.
Me quedé en el sofá, tomé la laptop y comencé a descargar las fotografías de mi cámara, comencé creando una carpeta y creando un respaldo extra en la nube, demoró muchísimo debido a la alta resolución de las fotografías.
Mientras las fotografías subían a la nube, comencé a buscar entre mis carpetas, una con el nombre de Diana, eran al rededor de 800 fotografías de expresiones inesperadas, dormida, sonriendo, recién despertando, semi desnuda y otras tantas dónde sólo observaba el paisaje.
Todo esto se me había escapado de las manos, comencé a recordar dónde fue que comencé a perderlo todo, y se me hizo imposible, cuando sentí que todo estaba perdido ya era demasiado tarde para repararlo.
Habíamos pasado un año en tratamiento para la fertilidad, para ser más sincero la mayor parte del tratamiento lo recibía Diana, no teníamos resultados positivos y Diana había comenzado a ponerse un tanto... frustrada. Dejamos de intentarlo, luego ya ni siquiera quería que la tocara, era como si le disgustara estar conmigo, así nos fuimos hundiendo, paulatinamente, corrompiéndonos por dentro. No sé si Diana se culpaba, no si esa fue la causa de que perdió los deseos de formar una familia, cuando llevábamos 6 meses de ese año horrible, fue cuando se produjo un cambio en ella, cuándo dejamos de intentarlo, se comenzó a alejar de mi y comenzó a tener secretos.
Se iba a hablar por teléfono a los rincones y agendaba citas con alguien que nunca supe, no importa lo diga, y que le crea, sé lo que oí, sé que se estuvo viendo con alguien y aunque diga que no me fue infiel, tengo razón para pensar que es probable que mienta.
- Mañana tengo planes en el colegio, hay muchas actividades, pero supongo que puedo escaparme un momento, iré... sólo es que... estoy asustada, no quiero que Osvaldo lo sepa.
Eso fue una de las conversaciones que recuerdo.
- Bueno las cosas están mal, y está bien, creo que mi matrimonio está quebrado y no tiene reparación, sólo hay que seguir con esto, me hace sentir mejor estar contigo. Te veo mañana.
Esa es otra de las que no puedo borrar de mi cabeza, aún no conocía a Susana por esa época, cuando la oí decir que estábamos quebrados, comencé a creerlo, ella había bajado los brazos, y para mi era claro que estaba con otro, aunque jamás quise seguirla, ni revisar su teléfono, y las veces que la oí fue mera casualidad.
Comencé a quedarme tiempo extra en la oficina, ya no quería estar en casa, estábamos juntos sin estarlo, eramos un envase vacío, una caparazón que ya no tenía nada que proteger.
Recuerdo un Fin de semana que fuimos dónde su familia, Diana sonreía y se mostraba agradable con todos, excepto conmigo, todos notaron que las cosas iban mal, pero nadie hizo preguntas, incluso recuerdo que me ofrecieron otra cama si lo prefería. La primera noche me quedé hasta tarde bebiendo con su padre.
- Diana y tú parece que no están pasando por su mejor momento -Asentí. -Ustedes se aman...
- A veces con eso no basta.
- No me interrumpas, casi te triplico lo que tú llevas de casado, todos los matrimonios responden a un patrón, los años felices, los años duros y los años dónde se hacen fuertes, es un ciclo, hay que pasar pruebas para ser fuertes y cuándo nos damos cuenta de nuestras fortalezas somos felices, hasta la siguiente prueba, no dejes que una los separe, el amor es todo lo que importa, si la amas, hazla volver a ser quién era, veo que tú aún eres el mismo, Diana no está pasando un buen momento, está pasando por una prueba ella sola, pero no la dejes, apóyala, te necesita... no, se necesitan.
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Matri-vorcio
RomanceTerapeuta: ¿Por qué están hoy aquí? Esposo: Ella tiene citas con otros hombres. Esposa: ¿Citas? ¿De qué estás hablando? yo estoy aquí porque mi marido no confía en mí. Esposo: Te oí hablar por teléfono. Esposa: ¡Cara dura! tú...