Estaba tan confundido que me había paralizado, comencé a recordar el incidente en la Universidad, ella dijo que se trataba del novio ¿Mintió en esa historia que explicaba que Sussana sólo se había acercado a mi por venganza de un ex novio enamorado de ella? ¿Diana sabrá la verdad o ni siquiera sabe que Sussana está obsesionada con ella? Dijo que no quería decir nada porque creyó que lo merecía, pero esto es exponencialmente diferente ¿Le daría asco reconocerlo? ¿Pudor? ¿Creerá que es un golpe muy duro a mi ego que la mujer con la que me acosté sólo lo hacía para asegurarse de mantener lejos a su competencia? Lo único que hice fue esquivar los movimientos de Sussana, mientras buscaba mentalmente la forma de detenerla sin salir lastimados, era una psicótica pero no quería lastimarla.
- Sussy ¡Cálmate! -Dije intentando pensar, pero mi mente se había bloqueado.
- ¡Voy a calmarme cuando ya no respires!
- ¿Sabes algo? Entiendo porqué me odias, soy el hombre que lastimó a la mujer que quieres pero ¡Tú también! -Se lanzó en picada hacia mi chillando alguna psicotería de su psicótica cabeza. -Jamás te querrá, porque 1 no es lesbiana y 2 porque tú le hiciste más daño, tú le quitaste el hombre que amaba.
- ¡YO NO LE QUITÉ NADA! -Insistía enviando puñaladas a mi cuerpo pero las esquivaba con facilidad. -Le demostré que eres una basura, me lo agradecerá.
- Volverá conmigo, le hice el amor ¿Sabes? No mereces estar con esa mujer, te faltan años, eres un niña, y a Diana le gustan los hombres, le gusto yo.
- ¡BAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAASTA! Tú no entiendes nada, pero Diana va a entenderlo, ojalá vivieras para verlo.
- Estás muy loca. -Miré hacia el lado, había llegado a la cama, pateé una de sus piernas por atrás para hacerla flaquear y crear una distracción, tomé el uslero y cuando lanzó un enésimo lanzamiento con el cuchillo, golpeé su muñeca con fuerza por su costado derecho y el cuchillo cayó, la empujé y cayó al suelo comenzando a gritar.
- ¡Haré un escándalo! Diré que me intentaste violar...
- Hay algo que debes saber, las cámaras del pasillo, casa y entrada de la habitación, están activadas.
Comenzó a llorar frustrada, la tenía atada de pies y manos, sentada en el sofá, mientras llamaba a la policía, luego de unos minutos estaban tomándome la declaración y Sussy se iba en una patrulla. Cuando llegó Alex, ni siquiera pude explicarle, sentía ganas de dormir, como si hubiera hecho trabajar a mi cerebro con 3 tesis, 6 exámenes finales y 8 exposiciones en un teatro para 9 mil personas, o algo así.
- ¿Estás bien? -Preguntó Alex.
- Mi ex amante, vino a asesinarme porque está obsesionada con Diana, me acabo de enterar que Diana tiene cáncer, y no sé dónde está ¿Y tú me preguntas si estoy bien? Estoy de muchas putas formas, pero bien ¡NO! Ahora quiero irme, porque mi corazón pende de un hilo muy fino y no aguanto más. -Comencé a llorar. -Quiero estar con ella Alex, sólo acepté esto para estar cerca de ella.
Después que me contó la leyenda del colibrí, tras sugerir la idea de no separarnos más, ese "otro momento" que sugería Diana, tardó en llegar.
¿Y si no hay otro momento? -Insistí. -¡Vamos ahora mismo a una parroquia...!
- Te amo, no cambiaré de parecer, no voy a arrepentirme nunca de estar contigo.
- ¿Segura?
- Bueno, a no ser que... -La miré con angustia y se echó a reír. - Cualquier cosa que pase, nunca me voy a arrepentir de ser tu novia.
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Matri-vorcio
RomanceTerapeuta: ¿Por qué están hoy aquí? Esposo: Ella tiene citas con otros hombres. Esposa: ¿Citas? ¿De qué estás hablando? yo estoy aquí porque mi marido no confía en mí. Esposo: Te oí hablar por teléfono. Esposa: ¡Cara dura! tú...