Debes saber

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Las relaciones suelen ser complicadas.

Y cuando estás enamorado se podría decir que ya perdiste el juego.

Empiezas a preferir el bienestar ajeno, aun cuando el tuyo es un desastre.

Y nada de eso importa... Es letal. Te mata poco a poco.

Terminó de limpiar un poco la habitación, luego de que estuviera hecha un desastre como todos los días. Akira ya hace una hora que estaba trabajando muchas cuadras lejos del apartamento, por lo que el silencio era casi limpio. Casi, pues las acciones del castaño lo opacaban. Eran alrededor de las nueve y media. Las cortinas de color crema en su habitación dejaban pasar la luz sin problema a esas horas. Se preguntaba muchas veces, ¿por qué no las cambiaba? con tanto que detestaba el sol.

¿Puedes salir hoy? ¡Te invito a desayunar! Podría llevar a Yuu. ^^

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No creo él quisiera. Así que mejor otro día.

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Mmm. Entonces no lo invito. Solo era una sugerencia.

¿Vamos? :D

Como no tenía planes para ese día, no fue complicado aceptar salir con Franco. Además que siempre prefería comer acompañado, de esa forma lo hacía más lento.

Se vistió con simpleza; camiseta, jeans y tenis. Y dejó sus cabellos pelearse tranquilos sin recogerlos. Quedaron de verse en un local que al parecer Franco había visto ayer y tenía ganas de ir. Imaginaba debía ser bueno con las direcciones o le había preguntado a Shiroyama las calles, pues el mensaje estaba tan detallado que era imposible perderse incluso si no vivías en Tokyo.

Empujó la puerta del establecimiento para entrar. Su vista pasó entre todas las mesas hasta poder dar con el chico, el cual levantaba su brazo de forma enérgica a la par que mostraba su dentadura gracias a su enorme sonrisa. Y enfrente del mismo, se encontraba otra persona.

Maldito Franco.

Pensó mientras caminaba con una forzada sonrisa hasta la mesa donde estaban.

Aoi también parecía molesto, pues su vista estaba puesta tan solo en el rostro de su amigo. Menudo amigo. Debió haberlo imaginado, al menos sospecharlo, y ahora se daba cuenta que era totalmente idiota que quisiera salir sólo con él.

—Kouyou. Qué bien llegaras tan puntual. Ya podemos pedir —Sonreía sin preocuparse siquiera por las miradas que el moreno le dedicaba. Ya se las esperaba y su enorme curva le decía que le daba lo mismo lo que pensara sobre él en ese momento.

—No me dijiste que lo invitaste.

— ¿Ah, no?

Mientras se sentaba de preferencia lejos de Yuu, aunque era imposible al ser una mesa tan pequeña, pudo ver esas expresiones de muy fingida sorpresa de parte del que llevaba gafas. Casi y ríe por las caras de fastidio de su ex novio; lo hubiera hecho con un poco más de motivación.

—Yo tampoco sabía ibas a venir. Así que no creas te mentimos ambos —Apenas y Yuu le había mirado para continuar con su vista en la mesa, y le daba lo mismo; sólo lo quería aclarar.

Ordenaron cada quien su comida a la mesera que se les presentó y que abandonó la mesa apenas hubiera apuntado todo en libretita sin pasta que portaba. Al quedarse de nuevo "solos", regresó ese silencio mientras que cada quien se ocupaba de sus cosas. Cosas que eran, por ejemplo, ver el diseño del servilletero en la mesa o jugar con las llaves aún dentro de sus bolsillos. Pero el mayor de todos empezaba a aburrirse. Tenía que hacer se hablaran, sino ¿para qué les había invitado?

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