Al otro día había abandonado su departamento por la mañana. Estuvo en el suyo durante el día, donde comió y se dio una ducha. En las horas que estuvo en su nuevo hogar, recibió un mensaje tras otro de parte del moreno mientras se ocupaba de asear cada habitación.
La propuesta de Yuu había sido muy clara: quería conocer a sus padres. Estuvo todo el día pensando de qué forma debía presentarlo, puesto que nunca lo hubo hecho. Su madre le había cuestionado varias veces si nadie había llamado su interés. Y la verdad era que no, no a excepción de Yuu.
Por la tarde salió a comprar algunas cosas que le serían necesarias para su viaje a Kanagawa. Eran un par de horas, pero prefería llevar lo propio a tener que pedirlo todo. Le había recomendado lo mismo a su pareja. Tampoco planeaba quedarse mucho tiempo en aquella casa, cuanto menos mejor.
Ya por la noche le hizo una visita a su novio y confirmaron a qué hora saldrían en la mañana. Si viajaban desde temprano podrían llegar en la noche ese mismo día. Se despidió y marchó luego de estar juntos unas pocas horas. Debía organizar su maleta y llamar a su hermana para confirmarle que iría.
Como lo habían acordado, se vieron al otro día en la central de autobuses para tomar el indicado y del cual tomarían otro para llegar a su ciudad natal. Yuu lucía más emocionado que él, como si la familia fuera suya. Y claro que él también quería verles, pero ya estaba acostumbrado a convivir con ellos cada vez menos que la ilusión no era demasiada. Sus hermanas ya estaban casadas y con hijos. Dos de ellas estaban simplemente para hacerse cargo de la casa y de los niños, que ya eran adolescentes. Y sólo una, la menor, había elegido estudiar una profesión antes de salir embarazada. Vivía ahora de lo que ganaba y lo que su esposo aportaba, tenían una niña y un perro.
Él era el único que aún no se casaba y daba nietos. Se consideraba joven, pero al parecer sus padres no creían lo mismo. Aunque Kouyou ya sabía que nunca podría dar otros niños que hicieran destrozos en la casa de sus abuelos.
Tomaron el primer autobús. El sol apenas y estaba saliendo de entre las montañas para llegar a iluminar el cielo, y luego la ciudad. Todavía se sentía adormilado, con sueño y sin pensar mucho. Por eso escuchaba las risas del mayor cada vez que le preguntaba algo y él contestaba cualquier cosa.
El año pasado no había podido ir y por eso ahora su hermana le había insistido que fuera. Dos años seguidos no era posible.
—Te hubiera presentado a mi hermano cuando lo vi.
—¿Para? —murmuró, tomando sus maletas para luego ir detrás del mayor y bajar ambos del autobús.
—Sería bueno, ¿no? —Le sonrió, buscando una banca donde esperarían al próximo autobús. Tan sólo esperarían unos veinte minutos.
—Sí —Fue su única respuesta y enseguida se sentó a su lado.
Mientras esperaba solo, luego de que Yuu se fuera a buscar un baño, recordó esa vez en que había ido al aeropuerto a ver cómo Yuu se marchaba.
Era muy distinto un aeropuerto a una central, pero le traía el mismo sentimiento. Las personas subían y se marchaban. Akira había intentado convencerlo de no ir, quizá por temor a que quisiera detenerlo. Y él había ido de todos modos. Pero no intentó que se quedara, Yuu ni siquiera supo de su presencia. Esa noche había fumado, por alguna razón lo recordaba y hasta el sabor que quedó en su boca luego de dos cigarrillos.
—Vamos, no te duermas —Escuchó reír a su mayor y tirar de su brazo. Cargaba ya sus maletas para subir al transporte recién llegado.
—¿A qué hora volviste?
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PENSÉ EN TI
FanficSe amaron siendo inexpertos en ese juego tan complicado. Después de tanto tiempo ya nada debía ser igual. Ya no debería doler el pasado, ni el ahora. Todo estaba olvidado. ¿Verdad? ¿Qué...