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"Hola, Kouyou.

Como lo señala el sobre, debes estar leyendo esto en este momento.

El que esté aquí no significa nada, de hecho, sólo vine por curiosidad. Curiosidad de qué pasaría si mis ojos volvían a encontrarse con los tuyos.

Ahora mismo ya debo saberlo. Y si cuando levantes la mirada ya no estoy, debe ser por tu culpa."


Sin prisas, su vista se levantó de ese pequeño papel que sostenía para acabar con la duda creada. Yuu seguía ahí, sentado en una de las sillas donde los espectadores esperaban por él. Había estado husmeando en la audiencia desde hace varios minutos, aunque no era porque lo esperara. El sobre, de donde había sacado esa hoja, decía claramente que no la leyera hasta que volvieran a verse. Vaya sorpresa. Yuu podía ser mucho más poético que él.

La idea de ir hasta allá tan sólo le duró unos minutos. Era imprudente. Guardó el papel en su cartera que puso al momento en su bolsillo trasero. No tardarían mucho en llamarle para al fin salir y dar la entrevista establecida.

El primer libro que sacó, la novela inspirada en Yuu y él, le hizo ganarse la "fama" de la cual la editorial le advirtió. El encontrar una editorial interesada en su trabajo de por sí había sido complicado, y se lo debía a uno de sus amigos del trabajo que conocía a alguien que trabajaba ahí. La idea de un romance homosexual sonaba muy mal en la cabeza de algunas personas, aun cuando no fuera la primera novela de eso. Estuvo varios meses entre "ya veremos" y "necesitamos ver si funcionará".

Tampoco llamaba la atención, y si había sido tan terco era porque quería poder publicarlo aunque nadie la comprara. No se había vuelto su trabajo el escribir, aunque se hubiera llamado escritor, sólo era uno de sus sueños frustrados. Era otra forma de decir que le daba igual lo que su padre pensara.

La novela había dado sus frutos, no de forma grandiosa pero tampoco fue ignorada. Luego de varios meses se le dio la oportunidad de publicar otro libro del cual les había hablado también, y así sucedió. La entrevista de hecho iba más solicitada hacia el segundo. Era poco reconocido en comparación de otras personas, sin embargo, el tener a varias personas sosteniendo lo que él había hecho, sentadas frente a él, le hacía sentir satisfecho.

Luego de saludar a la audiencia y al hombre que le haría las preguntas, se sentó para dar inicio. Se le cuestionó de cómo había nacido cada historia, a qué se dedicaba, sobre su vida privada, su orientación sexual y si pensaba escribir más obras. A la última dijo que sí y que las conocerían si se lo permitían.

Al final, se les dio la oportunidad de que Kouyou firmara unos cuantos libros. Esperaba que Yuu pasara, pero ni siquiera parecía traer el que le había enviado. Algunas personas le dieron las gracias por escribir algo que les motivara a aceptarse como eran; con sus gustos. Eso le sorprendió, pues aunque sonara mal, él no había pensado en ayudar a nadie con eso. Se sentía bien, muy bien con su pequeño y a la vez tan grande éxito.

Después de que todo terminara y todos parecieran irse, él decidió también partir del lugar. Había prometido llegar a comer junto a Akira, pero estaba seguro que terminarían saliendo de casa y yendo a algún restaurante cercano. A ninguno le gustaba mucho cocinar luego del trabajo, eran un poco más perezosos.

Hubiera querido seguir a Yuu cuando salió por la puerta. Ahora mismo no sabía dónde se encontraba. No obstante, eso no duró demasiado. Le esperaba afuera del lugar, recargado sobre la pared y al parecer mensajeando en su móvil. Se le antojó tan distraído que quiso asustarlo al arrebatarle el celular como si le asaltara. No le dio tiempo, pues el moreno casi al momento se encontró mirándole. Caminó en su dirección y se detuvo justo a su lado. El sol estaba tan horrible que la energía que tenía se iba evaporando, aún más por no comer todavía.

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