Parte 1
Conseguimos un poco de dinero con el trabajo que obtuvimos de Chibie, no fue mucho, pero tampoco fue poco... Extraño los días de la venta de azúcar.
Como agradecimiento decidimos acompañarla a una pequeña fiesta musical. En mi criterio no es nada más que un musical escolar.
En estos momentos estamos frente a una lujosa casa en medio de la ciudad... Comencé a golpear las paredes ¡Malditos sean los ricos!
—Chibie ¿puedes abrir tu puerta antes que John destruya los muros? —Alfred me mira asustado.
—No traje la llave, mi madre saldrá en un momento así que no se preocupen. —Chibie toca repetidamente el timbre.
—John, justo ahora das mucho miedo, ¿Puedes dejar de golpear la muralla? —Alfred y Chibie se alejan lentamente de mí.
AL parecer asusté a los niños, mejor me calmo.
Casi luego de calmarme la puerta se abrió, una señora salió y nos miró con sus ojos iluminados... Creo que ya sé lo que significa.
—¿Cuál de ustedes es el pretendiente? —La madre de Chibie nos habló muy alegre.
—Mamá no es ninguno, ya te dije que no soy de esas —Chibie está regañando a su madre.
De la nada su madre se acercó a nosotros y susurró a nuestros oídos.
—No se molesten con ella, en casa tengo una similar... Es más joven pero pueden esperar. —Qué madre más generosa.
Chibie se acercó a nosotros y nos lanzó una mirada que claramente decía: Si se acercan a mi hermana no volverán a ver la luz del día.
No es que tenga miedo a la pequeña Chibie, tampoco es que ignore los gestos de su madre mientras caminamos... Ustedes ya saben, si estoy mucho tiempo afuera podría agarrar una insolación (Aunque esta nublado).
Una vez dentro la casa, Chibie se fue a recoger unas cuantas cosas a su habitación y nosotros nos quedamos en la sala sentados cerca a la madre de Chibie.
—Disculpe la pregunta, ¿Chibie no tiene clases? —Alfred preguntó algo interesante.
Últimamente me lo he estado preguntando yo también, Chibie pasa casi todo el tiempo con nosotros, incluso cuando fuimos a vender palomitas de maíz en el cine... De contrabando. EL periódico puso de titular ese día: "Hija del presidente luchando contra la economía".
—Chibie se graduó el año pasado, ¿no les dijo? —Respondió la madre de Chibie mientras servía el café.
—¡¡¡¿Qué?!!! —Alfred y yo nos paramos sorprendidos.
—Ella es muy lista —lo dudo— no quiso rendir su examen a la universidad debido a algo que sucedió en la escuela. —La mamá de Chibie miró a un costado en esa última parte.
—¿Qué sucedió? —Pregunté, me mata la curiosidad.
—Ella no tiene muchos amigos debido a su intelecto... Bueno no es necesario decir la razón. —Su madre se llevó la taza de café a su boca.
Chibie debió pasar por un mal momento, ser inteligente puede traer una discriminación social muy grande después de todo; los humanos odian lo que no comprenden.
—Saltarse años debió evitar que haga amigos ¿verdad? —Alfred dijo algo muy tonto.
—Bueno algo parecido. —Que madre más comprensiva, se dio cuenta de la idiotez de Alfred.
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LA FORTUNA DE LOS DESAFORTUNADOS
Humor-John. -Dime Alfred. -¿Cómo diablos haremos la sinopsis? -Presta atención Alfred, es muy sencillo: "Hola mi nombre es John Stalin soy un chico de 18 años que tras reprobar un examen de ingreso a la universidad por culpa de las políticas educativas l...