Capítulo 11.

220 21 2
                                    

Desperté en una habitación totalmente desconocida, aunque estaba bastante claro que pertenecía a una chica.

Intenté recordar lo ocurrido en las últimas horas y por qué me encontraba en esa habitación, pero no dio resultado.

Una dulce voz, resonando al otro lado de la puerta, me hizo saltar de la cama llena de nervios. Una chica de pelo rizado entró con delicadeza.

-¿Has dormido bien? -preguntó.

-No recuerdo nada... ¿Te conozco? Quiero decir... Si nos hemos presentado alguna vez, no lo recuerdo. Perdona...

La chica pudo notar los nervios y la vergüenza acumulados en mi voz, pero su tono amable consiguió tranquilizarme.

-No, tranquila. No nos hemos conocido hasta ahora -contestó antes de sonreír. -Me llamo Valerie,

pero todos me llaman Val.

-Es un nombre muy bonito -añadí. -Yo soy Jane.

-Lo sé, Zayn me lo ha dicho.

-¿Zayn? ¿Por qué él? ¿Le conoces?

-Sería extraño si no lo hiciera. Es mi hermano.

Un leve escalofrío me elevó la piel al recordar aquello que me contó Zayn en el bar. Las ganas de vomitar aumentaron ante la idea. Esa chica parecía demasiado angelical para que alguien pudiera hacerle algo así.

-Os parecéis mucho... -dije intentando romper el hielo. -Pero... ¿Tienes idea de dónde estoy? Siento un terrible dolor de cabeza y no sé qué hago aquí.

-Estás en mi cuarto. Pero tranquila, mis padres están de viaje y he dormido en su dormitorio.

-Lo siento...

-No digas tonterías, yo misma me ofrecí para que durmieras aquí.

-¿Pero por qué? ¿Por qué estoy en tu habitación?

-Zayn te trajo aquí de madrugada y te dejó una de sus camisetas para que la usaras de pijama. Al oír ruido me desperté, y cuando os vi, te dejé mi habitación para que descansaras.

-Pero... ¿Me vistió él?

-No, no -contestó entre risas. -Te vestiste tú, aquí.

-Dios... -suspiré. -No puedo recordar nada. Lo intento con todas mis fuerzas pero solo aparece una enorme nube blanca en mitad de mis pensamientos.

-¿Qué es lo último que recuerdas?

Intenté mirar hacia unas horas atrás buscando algún recuerdo que pudiera servirme.

-A Zayn brindando por mí. Ni siquiera había anochecido aún

Los ojos de Valerie parecían salirse de sus órbitas. Por un momento pensé que había dicho alguna locura.

-Vaya... -sonrió. -Debiste haber bebido mucho desde entonces.

-Lo suficiente para no recordar nada más -afirmé con una sonrisa.

-¿Quieres desayunar? Puedo preparar algo.

-Estaría genial.

Bajamos por unas escaleras marrones adecuadas a mi gusto: elegantes, de moqueta y con una baranda fina. Los colores de la casa no variaban entre colores pastel y colores oscuros. El toque acogedor ayudaba a relajarme, hasta que me di  cuenta que era donde vivía Zayn.

-Oye, y... ¿Zayn? ¿Dónde está?

-No tengo ni la menor idea. Cuando me desperté no estaba en su cuarto. Supongo que habrá salido a ver qué tatuaje se hace hoy.

Sweet Obsession.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora