Capítulo XVII

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Deseo vivir todo ésto, solo contigo.

Veo a Chandler y esbozo una sonrisa. Han pasado 3 semanas y Ashton ha tomado la ruptura bastante bien, no me lo esperaba. Me saluda con tranquilidad, saluda a Chandler. Ha tomado todo como un adulto. Sospecho un poco...

-Amor mío -saluda Chandler y me levanto de la silla para recibirle.
-Joven Chandler -saludo y planto un beso en su mejía.

Pedimos la orden en la cafetería y comenzamos a charlar. Me estoy riendo porque me comenta que Katherine intento abofetearlo por mi culpa, ¡es una chica dramática! Dice que siempre ha sentido celos de nuestra amistad. Bueno ¿quién no? Somos como hermanos y novios.

Las calles de Florida están que arden con este verano. Sobrepasamos los 35 °C y lo peor es que en el hospital no permiten los abanicos eléctricos en la salas. Se imaginan como me derrito allí.

La tarde comenzó a caer, el sol se oculta y Chandler y yo estábamos juntos viendo el sol esconderse por las montañas. Estamos sentados juntos en el parque central, mi cabeza descansa en su hombro y nuestras manos están entrelazadas. Nuestra relación se ha fortalecido al máximo, ahora si me siento segura que me gusta... Que tengo sentimientos por él.

-Te quiero -dice y planta un beso en mi mano.
-Yo más -contesto-. Te digo un secreto -Él asiente y me sonríe-. Estoy enamorada de ti -susurro lo más bajo posible.

Si estoy enamorada de él. Sé que tarde me he dado cuenta de ésto, pero creo que... Deberíamos darnos una oportunidad de tener una relación. Él me ve con asombro y en segundos una gran sonrisa se dibuja en su rostro. Sus mejías se tornan muy rosas. Y se lanza sobre mí en un gran abrazo.

-¡Pensé que jamás escucharía eso! -grita sonriente-. Oh, Dios, te amo tanto, tanto.

Puedo sentir la enorme felicidad brotar de él, que me contagia y me siento muy feliz por haberle confesado lo que siento. Sigue abrazado a mi cuerpo, besando una y otra vez mi cabello. Es increíble cuan feliz lo puedo hacer sentir.

-
La mañana se hace notar en segundos y tengo a Chandler de almohada en la sala de estar. El televisor esta encendido y una reguera de cosas por doquier. Palomitas y dulces en mi cabello. Una caja de pizza con cuatro latas de soda. Hasta tocino crudo hay en la mesita de la sala.

Me levanto con sumo cuidado para no despertar a Chandler. Y levanto cada una de las cosas que están tiradas. Chandler sigue durmiendo como si estuviera muy ebrio. Preparo el café, dos sándwiches, y cuatro donas. Ambos amamos las donas. Gracias a Ashton cree este vicio de las donas.

Escucho a Chandler quejarse mientras estira su cuerpo en el sofá. Sonrío al saber que lo tengo para mí.
Una gigantesca sonrisa se pinta en el rostro de él y se acerca adormilado a la mesa.

-Buenos días, belleza -murmura.
-Buenos días, Chan.
-Ya visualizo nuestra vida así -murmura mientras se acerca para darme un beso en la mejía.
-¿Cómo? -pregunto.
-Despertar, y recibir tus buenos días, ser el primero en verte en la madrugada y el último en la noche. Verte en la cocina preparando la taza de café para compartir juntos. No lo se -tuerce los labios y toma el café-. Deseo vivir todo ésto, solo contigo.

Sonrío con mucha vergüenza y nos sentamos a desayunar y ver algo en netflix. Hoy es mi día libre, y que mejor aprovecharlo al lado de mi Chandler. Tenemos muchas cosas preparadas para hoy. Me siento afortunada de tenerlo a mi lado.

Observo como se sienta y comienza a narrarme su vida en Atlanta, de cuanto me extraño. Lo hace como un pequeño niño, y me lo ha contado siete mil veces, me burlo de él por ser tan tierno, es que ¡Dios!

Me levanto de donde estoy sentada, y me encamino a la cocina a traer unas frituras. Regreso con las frituras y las coloco en una mesa en medio del sofá en el que estamos sentados. Aquel sofá donde nos volvimos a acercar, donde olvidamos la dolorosa despedida.

Me quedo en el marco de la puerta, observándolo. Éste se emociona contando sus días tristes sin poder llamarme. Levanta sus manos y exclama con tanta pasión que me convence.

-Te juro -entona con fuerza-. Te juro que te extrañaba de una manera mortal.

Sonrío burlesca, es que me parece tierno que sea tan así. Todo... Un algodón de azúcar.

-¿Porqué te ríes? -pregunta mientras me fulmina con la mirada guardando risa pero queriendo enfatizar la ira.
-Por que eres un tierno -respondo.
-Ah, ¿si? -pregunta, se levanta y se acerca a donde estoy.
-Sí -reitero y paso mi dedo índice por su perfilada nariz.

Sus manos se envuelven en mi cintura, y me acerca con fuerza hacia él. Mantengo mi postura y sonrío victoriosa.

-Me seguiré riendo -digo risueña.
-Con ésto se te quitará -murmura.

Sus labios sin pedir permiso saborean los míos, empuja y desliza su lengua. Sus manos nerviosas acaricia mi cintura. Sigue así, y puedo sentir sus nervios al besarme. Tendremos 70 años de edad, y siempre sentiremos ésto.  Eso es lo bonito del amor, mantener viva la llama, la pasión... Y amar sin razón alguna a la otra persona.

Somos unos tontos que se complementan al cien. Unos tontos que se han perdido y reencontrado mil veces. Que se aman y odian. Que se marchan y vuelven... Eso somos.





Hello! Espero les guste chiquillas. Ya necesitaban besitos, lo sé. Haha♡

Mi Mejor Amigo Es Chandler Riggs (II Temp.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora