05 - Una nueva vida

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*Ya habia amanecido y Rin estaba poniendose su kimono para ir a hablar con la anciana Kaede acerca de sus nuevas tareas en la aldea.

La anciana estaba preparando unas hierbas medicinales para una mujer que se encontraba enferma, asi que Rin fue a su encuentro*

Rin: Anciana Kaede, ya estoy aqui para que me diga lo que debo hacer.- ella aún seguía muy triste pero haría todo lo que fuera por esconder ese sentimiento.

Kaede: Escuchame Rin, aqui en la aldea algunas cosas van a ser diferentes, como no tienes poder espiritual de sacerdotisa, no podré enseñarte acerca de eso, pero puedes aprender sobre hierbas medicinales, a cocinar, para que algún día puedas tener tu propia familia y tu propia cabaña.

Rin: -al escuchar la palabra "familia", no pudo evitar sentirse triste.- Esta bien anciana Kaede, pondré todo de mi parte por aprender, pero tambien me gustaría aprender muchas mas cosas.

Kaede: Que otras cosas quisieras aprender Rin? -. Mirandola con curiosidad.

Rin: Me gustaría aprender del monje Miroku, él es una persona muy sabia -ese momento le pareció perfecto para decirle acerca de sus deseos de aprender a defenderse.- también me gustaría aprender a defenderme, esperaba que la señorita Sango y el señor Inuyasha puedan ayudarme.

*La anciana Kaede la miró con asombro, no penso que esa pequeña niña quisiera aprender a ser toda una guerrera, no queria ponerla en peligro*

Kaede: Pero Rin, porque quieres aprender todas esas cosas? Ya no hay peligros ahora que Naraku ha muerto.

Rin: Yo lo sé, pero me gustaría aprender para proteger a los que quiero.- no puedo decirle que es por que me siento débil frente a mi amo Sesshomaru.

Kaede: Bueno si es por eso, podrías hacerlo, pero tendrás que convencerlos tú misma de ayudarte.

Rin: Muchas gracias anciana Kaede! -abrazandola muy fuerte y con su alma llena de esperanza.

*Rin fue a ver a la señorita Sango, ella sería mas fácil de convencer al igual que el monje Miroku, ya que Inuyasha aún seguia muy triste por no poder ver a la señorita Kagome, asi que fue a su cabaña.*

Rin: Señorita Sango, disculpe que la moleste.- parada en la puerta de la cabaña,y un poco nerviosa.

Sango: No te preocupes Rin, que ha pasado?- sonriendole.

Rin: Pues queria saber si usted podría enseñarme sus habilidades de exterminadora.- mirandole fijamente.

Sango: Y porque quieres convertirte en una guerrera? Pensé que vivirias lejos del peligro.- con curiosidad por las palabras de Rin.

Rin: Esque quiero aprender a defenderme a mi y a los que mas quiero.- con un poco de tristeza.

Sango: mmm Esta bien Rin, te enseñare lo que pueda.- la miro con compasión.-no se muy bien porqué, pero la entiendo, nadie quiere perder a los que quiere sin luchar, yo no dejé de luchar por Kohaku.

Rin: Muchas gracias señorita Sango, cuando empezaremos?

Sango: Empezaremos mañana, asi que descansa bien hoy.

*Rin se fue muy contenta de poder aprender a defenderse, ahora tenía que convencer al monje Miroku, pero este le dijo que si en un momento, seguia el mas terco, el señor Inuyasha, ella tenia la esperanza de asi poder distraerlo un poco de su pena.

Lo encontró en el bosque, subido en la rama de un árbol, mirando en dirección al pozo, ahi se dio cuenta de que probablemente él estaba sufriendo tanto como ella,al estar alejado de la persona que mas querias.*

Inuyasha: Que quieres Rin?, sentí tu olor hace un buen rato.-mirando hacia el suelo donde se encontraba ella.

Rin: Disculpeme, esque queria pedirle que me entrene con la espada.- decia un poco tímida.

Inuyasha: No! Eso no es para niñas debiles como tú, nisiquiera puedes sostener una.- decia con un poco de arrogancia.

Rin: Justamente es por eso que quiero que me entrene, usted es el mejor con la espada.-Después de mi amo Sesshomaru, pero él no esta aqui.- Y estoy segura de que aprenderé y podré defenderme.

Inuyasha: Feh! Seguro lo haces porque el torpe de Sesshomaru te dejo por ser débil.

*Rin se puso muy triste y contenía las ganas de llorar en ese momento pero se armó de valor para seguir insistiendo*

Rin: Yo no quiero ser débil, y que todos crean que deben protegerme, quiero ayudar y no ser una carga!! .-lo decía con los ojos bien abiertos y sus puños cerrados con fuerza.

Inuyasha: Si lo que quieres es regresar con el idiota ese, no será suficiente que te conviertas en guerrera, el desprecia a los humanos.

Rin: Tiene razón, él igual me despreciara por ser humana, pero debo siquiera intentarlo, no me daré por vencida.- Quizas tenga razón señor Inuyasha, pero dejeme intentarlo, pondré todo de mi parte.

Inuyasha: Entonces dejame pensarlo.

*Rin se fue a la aldea esperando la decisión de Inuyasha, quería aprender de todo, y ser una de las mejores.

Cenó con la anciana Kaede, mientras le contaba que la señorita Sango y el monje Miroku habian aceptado enseñarle, la anciana Kaede se había quedado sorprendida por la persistencia de aprender de Rin, para convertirse en guerrera, asi que empezaron a planear sus días siguientes, ya que estarían llenos de entrenamientos y aprendizaje.

En ese momento un joven de cabellos plateados y orejitas de perro entró a la cabaña donde las mujeres cenaban*

Inuyasha: Rin! Tengo que decirte dos cosas importantes.

Rin: Digame señor Inuyasha.- dijo con un poco de temor por la respuesta que este le daría.

Inuyasha: La primera es que no me estes diciendo "Señor", no me gusta Feh,no soy como el torpe ese.- le decía con molestia.

Rin: Esta bien Se.. Inuyasha, no lo haré mas-empezó a bajar un poco la cabeza.

Inuyasha: Bien! Asi esta mejor, lo segundo es que espero hayas descansado bien estos dos dias, porque mañana empezarán tus entrenamientos.


Rin y Sesshomaru: Todo estuvo escrito Donde viven las historias. Descúbrelo ahora