*Sokoe se quedo admirada por las palabras de su amo, acaso iba a ser su pareja? Era la única manera de que Rin sea educada para ser una Leydi, para tomar el lugar como Leydi de las tierras del Oeste, no sabia muy bien que relación tenian, pero lo que si sabia es que no puede negarse a la orden del señor del palacio.*
Sokoe: Será como usted ordene Señor Sesshomaru, empezaremos lo antes posible.
Sesshomaru: De acuerdo, a penas Rin este instalada en su habitación, quiero que venga a verme.
Sokoe: Asi será.
*Cuando salió del despacho,fue a la habitación que fue asignada a su querida niña Rin,era muy obvio que habia crecido y se habia desarrollado y ella se encargaría de que fuera la mejor Leydi que haya pisado esas tierras.
Cuando entro a su habitación, vio a Rin muy confundida e intento resolver cualquier duda que tuviera.*
Sokoe: Rin te sucede algo?
Rin: No pasa nada Sokoe, solo que me siento tan feliz y a la vez tan nerviosa de no poder ser lo que el señor Sesshomaru espera de mi.
Sokoe: No tienes porque preocuparte de esas cosas, yo misma voy a enseñarte lo que necesites, el amo me lo ha encargado y ahora esta esperandote en su despacho.
*Cuando llegaron al despacho, Sokoe se quedo en la puerta hasta que Rin ingresará*
Sesshomaru: Rin, acercate.
Rin: Digame amo Sesshomaru.- un poco nerviosa porque no queria defraudarlo.
Sesshomaru: Desde mañana empezaras a recibir lecciones a cargo de Sokoe y espero no me defraudes.- Rin estaba sorprendida y nerviosa, como siempre su amo no le habia dado otra explicación a parte de esa acerca de sus motivos, asi que se limito a acentir con su cabeza.
Rin: Si señor Sesshomaru, le vuelvo a dar las gracias por permitir que lo acompañará, me ha hecho muy feliz.- diciendo esto con una sonrisa en el rostro, Rin salio con dirección a su habitación.
*Esa tarde se dedico a admirar lo hermoso que era el palacio, sus espaciosos jardines, que obviamente los visitó esa misma tarde, los pasadizos de madera, el orden y la limpieza de todo, estaba verdaderamente maravillada, nunca habia imaginado que estaría en un lugar como ese y mucho menos que su amo Sesshomaru sea el dueño de todas esas tierras, cuando llego a su habitación, se paro en la ventana que daba hacia un lindo jardín, perdida en sus pensamientos, cuando escucho que llamaban a la puerta.*
Rin: Adelante
Sokoe: Rin ya va a ser hora de la cena, y hay que arreglarte como es debido, no querras darle un disgusto al Señor Sesshomaru.
Rin: Tienes razón, pero no tengo nada adecuado para ponerme, solo traje algunos kimonos.- dijo un poco triste y deprimida.
Sokoe: Pero no tienes que preocuparte por eso, el Señor Sesshomaru mando a traer lo necesario antes de tu llegada.- lo dijo tranquilizando a su niña.
Rin: Pero.. como?! Acaso el sabia que yo vendría??.- muy sorprendida por las palabras de Sokoe.
Sokoe: Al parecer sí, pero nunca dijo nada al respecto, asi que no hay que perder mas tiempo y te daré una ducha.
Rin: Esta bien Sokoe, muchas gracias.
*Cuando llego el momento de ponerle un kimono*
Sokoe: Rin, que kimono quieres usar ?.- señalandole un armario con muchos kimonos de fina calidad dentro, Rin se quedo sorprendida.
Rin: No puedo creerlo! Son todos muy hermosos, pero me decido por el que es color crema con flores azules.
*Cuando Rin estuvo lista, fue al comedor, ahi ya encontraba su amo Sesshomaru junto al señor Jacken, y la esperaban para comer.
Cuando Sesshomaru vio a su protegida, se dio cuenta nuevamente de lo hermosa que era, hasta para ser una humana, era tan esbelta y con facciones delicadas, pero el Lord del Oeste podia disimularlo muy bien.*
Jacken: Por fin llegas niña tonta !
Sesshomaru: Jacken callate !
Rin: Buenas noches Señor Sesshomaru.
Sesshomaruh: Rin acercate, y sientate.
Rin: Como usted diga Señor Sesshomaru.
Jacken: Que.no puedes apurarte niña tonta? Muero de hambre.- y recibio una fría mirada de su amo.
*La cena estuvo tranquila, por ser la primera que pasaban juntos denuevo, Rin no habia podido hablar con naturalidad, aun estaba nerviosa, cuando acabaron, ella se retiro a su habitación después de que el Señor Sesshomaru se fuera a quien sabe donde, nunca informaba nada.*
Rin: Sokoe que me va a enseñar mañana? .- mirando a aquella Youkai que le cepillaba el cabello.
Sokoe: Pues mañana empezaremos con tu porte para caminar y como actuar debidamente frente a los demás.
Rin: Eso suena sencillo, pero creo que sera dificil para mi, espero no defraudar al Señor Sesshomaru.- ocultando su pena.
Sokoe: Ya te he dicho que no lo harás y debes estar tranquila, no creo que te reproche nada, después de todo te trajo al palacio.
Rin: Si tienes razón, me permitio seguir a su lado, y estare siempre agradecida por eso, me ha devuelto la felicidad.-un poco sonrojada por decir esas palabras en frente a la Youkai.
Sokoe: Es muy extraño que el amo te haya traido aqui, a pesar de ser una humana, después de todo los desprecia.
Rin: Es por eso que no quiero defraudarlo, ya mucho tiene conmigo de dejar que me quede.
*Sokoe dejó la habitación después de ayudarle a ponerse su yukata de dormir, pero aún estaba extrañada por al actuar del Señor Sesshomaru, su niña tenia que ser muy especial como para que la deje vivir ahi, y sobretodo que su habitación este a lado de la suya.
Cuando Rin se quedo sola en la habitación, se puso a pensar en lo mucho que cambiaria su vida al día siguiente, en lo feliz que estaba por estar ahi, estar más cerca del ser que amaba, pero cuando recordaba que su amor nunca sería correspondido se sumia en la tristeza, hasta que sus pensamientos la agotaron y se quedo dormida.
En la otra habitación estaba un Tai-Youkai que trataba de suprimir ese pensamiento que lo aquejaba, el no podia sentir algo por su protegida, eso era una gran debilidad, no podia, el queria una descendencia pura, no tener hanyous, pero su instinto lo dominaba asi que entró a la habitación de Rin.*
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Rin y Sesshomaru: Todo estuvo escrito
Fiksi PenggemarEl gran amor que se profesan no fue una casualidad, todo estuvo escrito mucho tiempo atrás, hasta el ser mas frio tiene amor en su corazón. Una gran historia de amor y de pruebas que fortaleceran la relación. Todo lo que soñamos puede ser posible. ...