20

227 36 6
                                    

Ya pasaron unos cuantos minutos caminando, no saben muy bien hacia donde tienen que ir por lo que la caminata se les hace eterna y tienen la impresión de que estuvieron yendo en círculos todo el tiempo. Yonnick suspira y saca su encendedor, siempre que está nervioso o ansioso debe tenerlo cerca, Haiko nota esto y le da ánimos.

—Ya, los encontraremos, tranquilo.

No es realmente lo que le preocupa, si no pasar otra noche fuera solos con esas cosas sueltas. No le gustaría encontrarse nuevamente con el señor afilado o su "amigo".

Unos pasos más y se detiene de repente, algo le suena muy conocido, una voz que ya había escuchado antes está doblando la esquina. Mira a Haiko con sorpresa, levantando sus cejas y dobla rápidamente.

Hay varias personas caminando a los alrededores, pero entre ellas puede notar a Nathaniel, su perfil lo delata, hay alguien más a su lado, no puede diferenciar quien es ya que está de espaldas pero por su cabello amarronado podría ser Seth.

—¡Nathaniel!— llama con todas sus fuerzas y comienza a correr entre la gente, el chico parece no escucharlo. —¡Nathaniel!— se detiene un segundo en medio de la calle, ya no puede verlo, la gente lo empuja a medida que va pasando, Haiko llega detrás de él y comienza a gritar el nombre del mayor. Las personas los miran como a dos locos, quizás en mayor parte por su apariencia.

—¡Nathaniel!

—¿Qué es eso?— dice Thai volteando rápidamente, Nathaniel toma su brazo y tira de él.

—No deberíamos confiarnos, Thai...

Él lo mira de mala manera y se suelta de su agarre, otro grito se escucha, esta vez de parte de una voz diferente, una que conoce demasiado. Sus ojos se abren con sorpresa y esperanza y comienza a correr hacia el lugar esquivando a la gente, Nathaniel sostiene la parte de atrás de su chaqueta y lo detiene.

—¡No vayas, Thai! ¡Puede ser una trampa!

—¿Trampa? ¡Conozco esa voz, es Haiko!

Vuelve a soltarse con toda la fuerza que posee y corre, no puede ver entre la gente pero la voz lo guía, su corazón comienza a latir rápido y siente que sus ojos arden. Finalmente ve la silueta conocida, a lo lejos, entre las personas que pasan, ya no hay gritos, se están rindiendo, ellos están volteando para irse.

—¡Haiko!

Sigue corriendo, el camino hacia ellos parece una eternidad, ellos se están yendo, pero hay una luz en la oscuridad: Su voz llega a oídos de Haiko, éste voltea casi de manera dramática y comienza a correr hacia él. Parece irreal que después de tanto tiempo de estar lejos, de tantos malentendidos, finalmente se van a reencontrar.

La sonrisa de Haiko ilumina totalmente su rostro cuando lo ve, Thai da un salto y sus brazos se enriedan en el cuello de Haiko, este lo abraza de nuevo y comienza a dar vueltas levantando un poco los pies de Thai del suelo. Ninguno tiene la intención de separarse del otro, se quedan abrazados hasta que Nathaniel y Yonnick los interrumpen.

—¿Thai? ¿No estabas muerto?— dice Yonnick con clara confusión. Thai no lo mira, ni siquiera contesta, su cara está escondida en el pecho de Haiko, por el movimiento de sus hombros pueden notar que está llorando.

—También creímos que lo estaba— sentencia Nathaniel con una sonrisa. Vuelve su atención a Yonnick. —¿No vieron a Seth? Estuvo fuera buscándolos desde ayer.

El rubio niega y frunce el ceño.

—¿Está solo? Nathaniel es muy peligroso, hay cosas a los alrededores, son como nosotros solo que...

⚜SCAPE THE LAB⚜ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora