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13 años después.

-Admítanlo, nadie puede ganarle al gran Nathaniel. ¡Este es MI juego!- anuncia Nathaniel en tono victorioso mientras pasa una mano sobre su cabello negro y vuelve a mezclar fichas. James lo mira con los ojos entrecerrados mientras los demas rien.
-Ya... No es gracioso.- dice ahora Seth, el mayor. -Es la décima vez que el pequeño pierde...- comienza a reir seguido nuevamente por los demas y acaricia suavemente el cabello de James, éste quita su mano enfadado y se levanta de la mesa.
-Por cierto Nathaniel, que tengas mas inteligencia no te hace un ganador, te convierte en un tramposo.-Aclara con una sonrisa y se vuelve hacia Jack, uno de los mas pequeños junto a él y Thai.
Jack guiña un ojo y se levanta. -Volvemos en un rato, no nos extrañen- dice éste con aires de superioridad dirigiendose a los mayores, agita su cabello al estilo hollywood y corre junto a James. Ambos salen de la habitación y comienzan a caminar por los pasillos blancos.
Así es todos los dias en esa "prisión". Todos viven de manera tan tranquila, tan despreocupada... Se adaptaron a ser simples objetos.
James mira a Jack, tiene el ceño fruncido, sabe que está pensando algo así que decide no molestarlo y se sume en sus pensamientos.
No debería.
A veces recuerda cosas... Pequeños pedazos del mundo exterior, de lo que era de pequeño. Nunca creyó las mentiras que le contaron en ese lugar sobre su pasado, tampoco cree en el futuro que ellos planean. Sin embargo sus compañeros parecen no ver la realidad que los rodea, ellos viven como si todo fuera normal.
Todos excepto él y Jack. Quizás por eso siempre que hay un cambio en los comportamientos de los demás culpan a los "rebeldes", a ellos.
James se detiene de repente frente al único cuadro que hay. Jack imita su acción y mira directamente hacia la obra.
El cielo se alza imponente sobre el pastizal poblado de animales y plantas. Todo es tan bonito, tan libre.
James mira a Jack, sabe que él esta pensando lo mismo.
-Parece que venimos aquí solo a torturarnos aún mas.- murmura Jack sin quitar la mirada de la pintura.
-Quizás algún día...- comienza James, pero es interrumpido nuevamente por el chico.
-James, intentamos varias veces escapar. Intentamos rebelarnos, pero nada sucedió, incluso fué peor y terminaron por castigar a todos por nuestra culpa. Ellos no merecen eso.
La mirada del pequeño cae hacia el suelo, mira sus zapatos blancos y el uniforme del mismo color.
-Aún puedo recordar como se siente el aire natural, como quema el sol... Mi vida antes de esto no era la mejor, pero sin dudas era mejor que esto.
James asiente ante las palabras de su compañero. Jack había sido vendido por su padre cuando tenía cinco años. Su madre había desaparecido años antes y su padre era adicto a las drogas.
James se siente muy identificado con Jack, no recuerda mucho de su pasado pero los pocos recuerdos que tiene indican que su madre era alcohólica, que eran pobres y vivían en las calles.
Jack está a punto de hablar de nuevo, pero una voz salida de algún parlante escondido los sobresalta.
"Todos los sujetos de prueba a la sala de examinación... Todos los sujetos de prueba a la sala de examinación... Todos los suj..."
James resopla pesadamente y hace un gesto a Jack para volver.
"Sala de examinación" es solo un sobrenombre que le otorgan solo para ocultar el hecho de que es una sala de tortura. ¿Que son los sujetos de prueba? Simples objetos antes humanos con los que pueden experimentar.
El laboratorio busca crear la raza perfecta. Los humanos mas avanzados. Para esto tuvieron que experimentar con niños desde edades tempranas, quitándoles todo signo de libertad que pudieran tener, dejándolos presos en las instalaciones a las que ellos llaman "seguras" y, principalmente, sacandoles su lado humano.
James y Jack llegan y se paran ante las puertas de la sala de examinación. Éstas se abren lentamente rebelando el interior, donde sus compañeros se encuentran sentados derechos en sus respectivos bancos, varios guardias se encuentran ubicados en puntos estrategicos de la sala para controlar cualquier inconveniente.
Jack hace una mueca de disgusto y entra, se sienta en su lugar y se queda en completo silencio mirando hacia el frente.
Uno de los guardias enmascarados que está cerca de la puerta alza su arma y empuja un poco a James para que entre. Él lo mira con odio pero finalmente imita a sus compañeros.
Las puertas se cierran y se abren otras frente a ellos. Lentamente se deja ver un hombre con traje de negocios, con su pelo blanco peinado hacia atrás y las manos detrás de la espalda en signo de elegancia. Mira a sus experimentos y ladea una sonrisa. James entrecierra los ojos, la rabia comienza a sentirse en su interior.
-Hijos mios...- comienza a hablar el hombre. -Espero que hayan tenido un buen receso.- baja las pequeñas escaleras que lo separa de la sala. -Tengo buenas noticias para ustedes.
James mira disimuldamente a su alrededor, los chicos sonrien esperanzados. Otra mentira que ellos están creyendo.
-La próxima semana será clave para nosotros. Por fin trece años de trabajo duro serán reconocidos. Ustedes, conejillos, se van a presentar ante el consejo de medicina INTERNACIONAL y se comportarán. Me harán famoso ¿saben?
James y Jack se miran e instantáneamente uno de los guardias les grita que vuelvan a sus posiciones. El hombre con traje se acerca hacia James y lo mira a los ojos.
-Y tú...- lo señala muy de cerca. -Espero que no me des problemas en ese momento, o tendré que tomar otras medidas.- se aleja un poco pero sigue mirándolo. James mantiene su mirada fija en los ojos del hombre. -Deberías estar agradecido de que te sacamos del callejón en donde vivías y del regalo que te dimos. Tienes suerte, pequeño, no cualquier persona puede controlar objetos con su mente. Eres especial gracias a mi, al igual que tus compañeros.
El hombre se aleja y vuelve a su podio, los chicos mantienen su atención en él.
-Mañana los veré nuevamente aquí, seguiremos con las pruebas para asegurar que la demostración de sus habilidades se haga correctamente ese día. - vuelve a mirar a James con desprecio. -No lleguen tarde o tendrán consecuencias.
El hombre acomoda su saco y vuelve a salir por la misma puerta. Los guardias hacen una seña y los experimentos se dirigen con elegancia hacia la salida. James se levanta bruscamente causando que dos guardias se volteen hacia él preparando sus escudos y armas. El pequeño simplemente los mira y finalmente camina con las manos en los bolsillos hacia la salida siguiendo a sus compañeros.

-¿Es que no entienden? ¡Despierten!- grita James con sus manos en su cabello, estirando un poco, perdiendo la paciencia. -No nacimos para esto, no somos objetos... Ahora mismo somos prisioneros.- deja caer su puño cerrado sobre la mesa en la que se encuentran sentados Seth y Nathaniel. Haiko y Thai miran la escena sentados en una de las camas. Yonnick se encuentra en una esquina alejado. Pasa su mano por su cabello rubio y se levanta de repente causando que los demas miren hacia donde él está. Su rostro se encuentra serio, pero demuestra inquietud.
-James tiene razón.
Jack, quien se encuentra sentado sobre un mueble abre los ojos en sorpresa y mira a James, él tambien se encuentra bastante sorprendido. Yonnick no es el tipo de persona que hable mucho, prefiere mirar los problemas desde afuera. Su carácter es serio, son muy pocas las veces en las que rie o habla en general, pero cuando lo hace, todo puede arder.
-Yonnick tú...- comienza James, pero él lo interrumpe.
-Ya no soporto este lugar. No voy a ser el entretenimiento de las personas. Quiero salir. Quiero demostrar que puedo ser mas que un objeto de pruebas.- Saca un encendedor de su bolsillo y lo enciende, mira la llama que se forma. -Pero en algo tiene razón ese viejo... Si soy especial.- acerca su mano al fuego y ésta se enciende.
Todos miran en silencio la acción de Yonnick, todos están metidos en sus propios pensamientos, pero finalmente Haiko habla.
-Es cierto.- murmura mientras abraza sus piernas. Thai pone una mano sobre su hombro y asiente. Thai sigue a Haiko hasta la muerte, y concuerda con él en todo. Haiko finalmente se pone de pie, la vista de Thai sigue todos sus movimientos. -Yo...- duda un poco pero sigue -quiero conocer el mundo. Quiero salir y conocer otros países... Hablar con mas gente... Tener mas amigos.
Thai sonríe de lado tímidamente dando a entender que está de acuerdo con su compañero. Jack y James se miran y se sonríen. Solo quedan los mayores.
-¿No creen que es momento de luchar por lo que nos quitaron?- dice James firme mirando hacia Seth y Nathaniel.
Seth mantiene la mirada fija en James, sabe que Nathaniel está dudando de si seguirlo o no.
Tienen que quedarse, es lo único que conocen.
-No.- dice de pronto Seth, con autoridad. -Ya dejen las fantasías. Ninguno podrá salir de aquí, y aunque pudieramos... ¿Que esperanza tenemos en el mundo exterior? Solo nos tenemos a nosotros, nadie está esperandonos allá afuera.
Las palabras de Seth resuenan en toda la habitación, Haiko mira a James y vuelve a sentarse, claramente dudando de su decisión anterior, Thai hace lo mismo.
-Quizás nadie nos esté esperando, pero eso no quita el hecho de que seremos libres. Conoceremos a otras personas.- ahora dice Jack parándose al lado de James. -Tendremos nuevas oportunidades, podriamos cumplir metas.
Seth mira a Nathaniel tratando de obtener ayuda. Él solo está mirando a la mesa, quizás buscando alguna estrategia que los ayude.
-No hay oportunidades para nosotros. No somos humanos, nadie sabe qué somos en realidad. El mundo no es como ustedes piensan. Viví mas tiempo que ustedes en el mundo exterior y sé como es. Ustedes... Solo son niños.- mira hacia la pared. -Creen que todo es bonito. Aquí nos tenemos el uno al otro, somos una familia, la familia que nunca tuvimos. ¿Quieren abandonar todo por una fantasía sin destino?
Yonnick mira a James y a Jack buscando una respuesta a las palabras de Seth, ellos parecen estar sumergidos en otro mundo.
-Ya qué- murmura Yonnick volviendo a obtener la atención de todos. -Si Seth no quiere irse de esta mierda de laboratorio que se quede.-Mira a Seth de manera desafiante. -Yo no pienso quedarme, y si tengo que morir intentando salir voy a arriesgarme. No tengo nada que perder.
Haiko y Thai se miran entre ellos, luego a Jack y a James.
-Lo intentaremos.- dice Haiko con una sonrisa y revuelve el cabello amarronado de Thai, este asiente con una sonrisa rara. -¿Tienen un plan?
Jack cruza sus brazos en su pecho en conformidad y hace una seña a James para que hable.
-Aún no... Pero quizás... Nosotros somos fuertes, mas que ellos. Y contamos con la inteligencia de Nathaniel... ¿verdad?
Ahora todas las miradas están fijas en el chico sentado a la mesa. Nathaniel mira a todos sin saber que decir, luego mira a Seth, quien ya no está prestando atención al tema.
Nathaniel y Seth han sido amigos desde el principio, fueron los primeros sujetos de prueba del laboratorio, por un tiempo solo fueron ellos contra todos. La relación que se había formado entre los dos era tan fuerte como el acero y nunca habían tomado caminos separados antes. Pero esta vez...
Nathaniel está dudando. Demasiado. ¿Debería seguir a los demas o quedarse con su mejor amigo? Aún con la inteligencia que le han concedido no sabe qué hacer. Pero de algo está seguro, pasó tanto tiempo encerrado, sometiendose a pruebas dolorosas, aguantando los malestares que los químicos le daban y siendo explotado por científicos, que solo quiere ser libre.
Mira nuevamente a Seth, ahora sus miradas se cruzan, ambos se quedan unos segundos perdidos en la mirada del otro y finalmente Nathaniel la aparta. Murmura un apenas audible "lo siento amigo" y vuelve hacia los otros chicos que esperan impacientemente su respuesta.
-Cuenten conmigo.

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