2

787 60 2
                                    

-No voy a someterme a otra prueba.- se repite James mientras toma su uniforme blanco y se viste. -A partir de hoy seremos libres...
Se sienta en su cama y mira su reloj. Son las tres de la mañana y no puede conciliar el sueño. Mira a su alrededor, los demás estan durmiendo. La habitación está sumida en un completo silencio.
James se levanta con cuidado, tratando de no despertar a sus compañeros y comienza a caminar hacia la salida.
Salir de la habitación a esas horas no es la mejor opción, los pasillos se encuentran llenos de guardias cuidando que ninguno de los sujetos se escape y cree un caos. A James no le interesa, él solo quiere despejarse.
Comienza a caminar por el largo pasillo de paredes blancas, memoriza cada rincón.
Pensaron muy bien el plan; sería ese día, cuando los altavoces los convocaran a la sala de examinación. La mayoría de los guardias estarían reunidos en esa sala, por lo que los pasillos estarían libres. James había peleado antes con diez guardias al mismo tiempo usando sus habilidades, y había resultado vencedor. Si tan solo juntaran las habilidades de cada uno... Derrotar a cien guardias no sería difícil. Claro que los guardias saben de sus habilidades y tienen métodos para defenderse, ese sería el único pequeño inconveniente.
James sonríe, sabe que pueden ser libres esta vez.
Se detiene entonces frente a una encrucijada. Uno de los pasillos da hacia la puerta de salida. Memoriza el camino y vuelve hacia atrás, acercarse a la puerta en ese momento sería un suicidio.
Está por entrar a un nuevo pasillo cuando de repente una mano toca su hombro. James se sobresalta y como acto reflejo tira a la persona contra la pared opuesta solo usando su mente. Se oye un quejido y la persona cae, literalmente, derretida al suelo. De la masa amorfa que yace comienza a formarse nuevamente la figura humana.
Haiko.
-¿Que haces aquí?- dice James nervioso. Haiko se frota la parte trasera de su cabeza y hace una mueca.
-Lo siento si te asusté hermano, pero vi que saliste y pensé que te meterías en problemas.- sonríe. -Como mayor debo cuidarte.
James rueda sus ojos y mete las manos en sus bolsillos. Hace un gesto a Haiko para que lo siga, ya hicieron demasiado ruido en ese lugar.
-No podía dormir, así que decidí salir a caminar.
Haiko asiente con una mueca.
-¿Sabes? Yo tampoco puedo dormir. Los nervios me consumen.
James lo mira curioso.
-¿Nervios?
-Si. Es que... ¿Que pasará con aquellos que no puedan cuidarse?
Ahora James cambia su expresión, lo mira tratando de que prosiga.
-Es decir... Tú controlas cosas con la mente, eres uno de los mas fuertes, puedes defenderte, Yonnick puede incendiar todas las instalaciones si así lo desea y saldría ileso, Jack tiene fuerza inhumana y yo puedo estirarme y cambiar de forma mi cuerpo. ¿Pero Thai y Nathaniel? Ninguno de nosotros conoce la habilidad de Thai, sabemos que tiene una, si, pero ¿y si no es algo que lo defienda? Él nunca nos dijo qué es, eso me hace pensar que quizas es algo inútil y se avergüenza por ello. Además él no puede ni siquiera matar un mosquito. Y Nathaniel... Él tiene una inteligencia impresionante, ¿pero le servirá en una batalla si las cosas se ponen tan malas como esperamos? ¿Y que hay de Seth? Si escapamos dejándolo aquí de seguro la pasará mal. Tal vez hasta lo torturen para que diga todo lo que sabe. Claro que él puede curarse a si mismo, ninguna herida es duradera, después de todo su habilidad es la curación, pero... El dolor estará ahí.
James se detiene y suspira, baja su mirada al suelo. Haiko tiene razón.
-Crees que estamos siendo bastante egoístas... ¿no? Haiko, solo quiero ser libre, todos queremos eso, tenemos que arriesgarnos antes de que seamos un zoológico humano.
-¿James, no te preocupan los chicos? Creo que veo por qué Seth piensa que es una mala idea. Ellos no se detendrán, si tienen que matarnos lo harán, no tendrán piedad de nosotros.
El pequeño aprieta sus puños dentro de sus bolsillos. -Los protegeremos... Lo haremos. Nadie morirá.
Haiko lo mira y frunce el ceño.
-Estás tan dispuesto a arriesgarte.
-Solo quiero salir. Quiero ser normal...- Una lágrima comienza a caer por su mejilla. -Viví mi vida entera en este laboratorio.
-Todos lo hicimos, James, también quiero salir, pero no...
-¡No Haiko! ¡No desistas!- Mira fijamente al mayor con sus ojos llenos de lágrimas. -Estamos tan cerca... Necesitamos toda la ayuda posible, por favor.
Haiko mira hacia otro lado tratando de esquivar la mirada de James. Se le hace imposible.
-No quiero que ninguno de ustedes sea herido. Lo siento... En serio, también creí que podíamos lograrlo.- se voltea y comienza a caminar al lado contrario. -No vuelvas tarde a la habitación Jammie, los guardias inspeccionan todo a las seis en punto.
James se queda de pie en medio del pasillo, llorando de impotencia.
Estaban tan cerca, si Haiko no sigue el plan tampoco lo hará Thai, por lo que Nathaniel dudará nuevamente y se decidirá por no hacerlo y quizás Yonnick sea influenciado... Quizás hasta Jack desista.
La impotencia y la rabia le recorre las venas, se muerde el labio inferior para liberar los nervios y comienza a caminar nuevamente hacia la habitación.
Si ninguno de ellos lo seguía, él lo haría solo. Ya no le importa lo que pasará, y si no lo logra por lo menos lo habría intentado.

⚜SCAPE THE LAB⚜ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora