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—¿Cómo se usa esto Nathaniel?— dice Jack frustrado mientras sostiene un aparato en sus manos. La pantalla se ilumina y él deja caer la cosa en el sofá.

Si, consiguieron la casa.

Seth seca unos platos y los acomoda en su lugar. Nathaniel se levanta por décima vez del sofá contrario y va hacia el musculoso que cruza sus brazos en su pecho.

—No es "cosa" es un teléfono.— corrige y golpea su frente con dos dedos. Jack hace una mueca. —Primero lo desbloqueas con esta tecla...

Comienza a mostrarle la manera de usarlo (por décima vez desde que se lo conpraron esa misma mañana). Seth sonríe y comienza a picar algunas verduras para el almuerzo. Por fin almorzarían en familia, despues de tanto tiempo trabajando.

—¿Ahora entendiste?— dice Nathaniel perdiendo la paciencia ante la mirada confusa de Jack, éste niega y el otro levanta los brazos rindiéndose.

—Tendrás que aprender a usarlo Jack— habla ahora Seth serio. —Cada vez que salgan van a llamarme para verificar que esten bien.

Nathaniel hace una mueca graciosa y mira a Jack.

—Claro, si no lo haces mamá se pondrá furiosa.— se burla, Seth levanta una ceja y le dedica una mirada fulminante.

—Ya que hablaste, Nath, ¿No deberías traer a James de la escuela?

Jack rie. Nathaniel ya se había acomodado en el sofá. Éste hace una mueca ahora de fastidio y le dedica un "ok" con la mano, se levanta, toma su abrigo y sale.

El día está bastante fresco y las hojas de los árboles están completamente esparcidas por el suelo. Es otoño. Nathaniel sonríe, nunca había visto el otoño con sus propios ojos, libre, o sentido el crujido de las hojas secas bajo sus pies.

Comienza a patear unas cuantas hojas mientras va caminando, disfrutando cada minuto hasta que llega a la escuela. James está en la puerta, esperando como todos los dias, rodeado de chicos y chicas que rien y hablan entre ellos. James se volvió bastante popular en tan poco tiempo.

—¡Jammie!— grita Nathaniel en su dirección, el pequeño acomoda su abrigo negro y saluda a sus compañeros antes de irse.

—¡No me llames Jammie, Nathaniel!— se queja, Nathaniel revuelve su cabello y hace un gesto para irse.

A mitad de camino ambos están en silencio. James mira algo en su teléfono y el mayor solo mira el paisaje. Pero algo está mal.
Nathaniel mira hacia atrás.

Nada.

Frunce el ceño y vuelve a voltear hacia adelante, James sigue caminando sin darse cuenta de la situación.

Nathaniel se siente observado. Como si algo lo estuviera acechando.
Toma el brazo de James con fuerza y comienza a caminar mas rápido, el pequeño se queja y trata de seguirle el paso pero Nathaniel parece arrastrarlo.

Vuelve a mirar hacia atrás, aún no hay nada, pero hay una atmósfera en el aire que le da escalofríos. Vuelve al frente y en ese momento puede notar una sombra, como un flash, pasar frente a ellos.

Algo está muy mal.

—James... Vamos por aquí.— dirige al chico en otra dirección, éste sigue preguntándose por qué pero al ver el rostro de Nathaniel hace silencio y lo sigue. Parece estar preocupado por algo.

Se adentran de a poco en una zona mas poblada, la gente comienza a caminar a sus alrededores, el ruido comienza a ser mas fuerte y Nathaniel se relaja un poco pero aún sigue alerta.

—Ven por aquí— dice a James y acto seguido entran a una tienda de ropa donde hay algunos abrigos a la vista. Nathaniel se detiene frente a la chica sonriente del mostrador, saca su billetera y elige dos abrigos de colores totalmente distintos a los suyos y unos gorros. Paga y salen de la tienda.
—Ponte esto.

Le extiende un sweater rojo y un gorro color gris. Él ya se encuentra cambiando su abrigo por uno blanco y se coloca el gorro verde. James lo mira con confusión pero de todos modos se viste. Nathaniel es demasiado inteligente como para hacer algo sin sentido.

El mayor suspira y finalmente vuelve a caminar, ahora mas tranquilo con las manos en los bolsillos. James se mantiene en silencio, prefiere no preguntar.

—¡Huele bien!— exclama el primero abriendo la puerta de entrada del pequeño departamento. Nathaniel entra detrás de él, Seth sonríe a James pero al mirar a Nath sabe que algo no anda bien.

—¡¿Por qué sigue sonando?!— grita Jack salido de sus cabales con el telefono en la mano, Nathaniel rueda sus ojos, rie y vuelve hacia donde está el chico luchando contra una cancion pegajosa proveniente del aparato.

—James, acomoda la mesa y sientense todos, ya está listo.— Seth mira su reloj y luego suspira. —Thai ya debería estar aquí, dijo que vendría.

Si bien Thai sigue trabajando en el restaurante decidió no ser mas una carga para los pobres ancianos (que cuando se enteraron de que había encontrado a sus hermanos no dudaron en invitar a todos a vivir con ellos) y volvió con los chicos. Los cinco viven dentro del departamento y así está bien.

La puerta hace un ruido y finalmente se abre dejando a la vista a un Thai sonriente con una mochila y una paleta en su boca.

—Por fin, siéntate Thai, estoy a punto de servir. ¡Y deja los dulces!

Thai hace una mueca y arroja la paleta a la basura, se sienta y Seth sirve algo que inventó en cada uno de los platos.

De alguna manera todo lo que Seth cocina resulta ser delicioso, y ese plato no es la excepción. Todos comienzan a comer, pero entonces Seth mira a Nathaniel, está revolviendo la comida, parece fuera de si, como si estuviera en otro lugar, sabe que está pensando algo.

—Nath, ¿está todo bien?

Nathaniel lo mira, los chicos ahora están prestando atención a la conversación.

Parece pensar bien sus palabras, como si quisiera decir algo pero solo mira a los chicos y sonríe.

—No, no pasa nada, esto está delicioso.

Seth frunce el ceño y le dirige una mirada que lo dice todo, mas tarde hablarían.

Jack se encuentra lavando los platos, James sigue descubriendo cosas en su teléfono mientras está sentado en el sofá y Thai está dormido en el otro. Nathaniel corrige algunas hojas en el cuarto que comparte con Jack y cuando levanta la mirada se encuentra con Seth y su ya conocida pose de "ya sé que escondes algo".

—Entonces...

Nathaniel lo mira confundido, o al menos eso parece.

—¿Entonces?— se burla, Seth aún está serio y esperando una respuesta. Se sienta sobre la cama y lo mira.

—Entonces quiero saber qué es tan importante como para inquietarte así.
Aunque no quiere preocuparlo, sabe que sería mejor decirle la verdad, solo a él.

—Seth... Creo que nos están buscando.
Luego de sus palabras el mayor abre los ojos como platos y frunce el ceño.
¿Buscando?


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Vamo' a festejar, esta novela ya tiene lectores ahr 💖

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