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—¡Ya deja de actuar como nuestro padre, Seth!— le grita Yonnick perdiendo la paciencia, sus manos se vuelven fuego mientras lo amenaza.
James y Jack miran la escena sin decir una palabra, pero preparados para separar a ambos si las cosas se ponen feas.
—¡Solo intento cuidarlos!— replica el mayor mientras ordena unos papeles, aún tiene su bata de médico puesta. —Si tanto dices que ya eres adulto, compórtate como uno.
Yonnick vuelve sus manos a la normalidad, pero su rostro aún es desafiante hacia Seth. Nathaniel entra en el vagón y deja unos papeles sobre los de Seth, él lo mira con una ceja levantada.
—¿Que es esto?— pregunta mientras levanta uno.
—¡Conseguí trabajo!— responde Nathaniel eufóricamente. —Pronto podremos salir de este vagón... Quizás podamos tener una casa.— mira a James quien está tirando rocas a Jack sin siquiera tocarlas. —¿Por qué no estás en la escuela?
James se encoge de hombros y mira a Yonnick.
—Pregúntale al chico fuego y su rebeldía. Teníamos que quedarnos para controlar que no incendiara a Seth.
Yonnick hace una mueca y sale del vagón dando grandes pasos. Es injusto que Seth no lo deje usar su habilidad.
—¡Yonnick!— llama Seth pero no hay respuesta. Nathaniel lo mira con una mueca graciosa.
—No te preocupes, ya volverá. Deja que se enfríe.
Los otros chicos ríen ante el comentario pero Seth solo rueda los ojos y se levanta de su lugar.
—No me preocupa eso, si no que se meta de nuevo en problemas. No puede andar por el mundo mostrando que es una bola de fuego humana. Voy a buscarlo.
James se levanta y sale detrás de él, Jack y Nathaniel lo siguen.

Yonnick se siente algo débil, la noche anterior llovió por lo que el ambiente aún está húmedo. Se encuentra caminando hacia el anden donde se reúnen los vagabundos. Siempre hay algo interesante que ver allí.
Entonces se detiene. Frente a él se encuentran dos de los chicos que estaban con el tatuado cuando ocurrió el incidente, y hay dos que no son conocidos. Los cuatro lo miran y ríen, hacen señas llamando a alguien.
De pronto desde la nada aparece el tatuado con vendas en su cara y otros dos hombres musculosos.
Yonnick se mantiene quieto, serio mirando hacia el frente, sin apartar la mirada de los ojos desafiantes del tatuado. Éste deja salir una sonrisa entre divertida y malévola mientras saca dos armas de sus bolsillos, una es completamente negra, la otra tiene... ¿colores?
Una pistola de agua.
Yonnick traga en seco y da un paso hacia atrás incómodo mientras observa como los otros seguidores sacan mas de esas junto con globos llenos de agua.
—¿Que te pasa? ¿Tu truco no funciona con agua?— se burla el Tatuado y deja salir un chorro que Yonnick esquiva por poco. —No sé que clase de brujería usas, pero se está por acabar.
El rubio saca sus manos de los bolsillos y las enciende sin hacer el menor esfuerzo, se pone en pose de ataque dispuesto a quemar todo lo que se interponga, pero su fuego está débil.
El aire, la humedad no lo beneficia.
Un globo cae directamente sobre su pecho, luego unos cuantos mas y finalmente los chorros de agua lo dejan empapado. Intenta encenderse, pero no puede. Su rostro se vuelve una mueca de algo parecido al miedo mezclado con rabia mientras el tatuado se acerca a él de manera vengativa. Su cuerpo entero está frio.
El tipo alza el arma negra hacia él,un arma real, apunta y finalmente dispara.
Yonnick cierra sus ojos cuando oye el sonido ensordecedor preparado para el impacto, pero en lugar de eso un cuerpo cae sobre él tirándolo hacia atrás con todo su peso.
Abre los ojos. Seth se encuentra sobre él sangrando. Tiene tres heridas en su pecho.
Desesperado Yonnick cubre a Seth con sus brazos y lo aleja de la escena, mira hacia los tipos quienes ahora estan completamente indefensos, sus armas están volando lejos de ellos y Jack tiene al tatuado agarrado del cuello contra la pared. Nathaniel se encarga de tomar todas las armas y las guarda en su bolsillo. Los tipos están mas asustados que nunca.
—¡Seth! Háblame...— murmura el rubio mientras sostiene al mayor en su pecho, las heridas siguen sangrando y Seth tiene sus ojos cerrados, respira con dificultad. —Vamos Seth, tú puedes curarte, ¿verdad?— no recibe respuesta, traga el nudo que se le forma en la garganta y quita apenas el cabello del mayor de sus ojos. Nunca había llorado antes, pero esta vez siente que una lágrima resbala por su mejilla.
Nathaniel se acerca a ellos y observa a Seth, comprueba sus signos vitales y sonríe de forma tranquilizadora, aunque a Yonnick no lo tranquiliza del todo.
—Estará bien...— dice Nathaniel cargando a Seth en sus brazos, el mayor aún está desmayado. —El dolor debió alterar sus sentidos, pero pronto despertará, no te preocupes. Vamos a casa.
El rubio sonríe apenas y se levanta para seguir a Nathaniel, James se une a él y escuchan como un poco mas lejos Jack usa a los tipos como bolsa de boxeo, finalmente él corre y llega con los otros.
Todos caminan en silencio, Yonnick mira hacia el suelo con sus manos metidas en los bolsillos, de a ratos mira hacia Seth, él aún no despierta y se siente cada vez mas culpable.
Él no es su padre, y solo le lleva dos años, pero es lo mas cercano que alguna vez tuvo a un padre. Siempre los cuidó, puso a todos los demás antes que él y se sacrificó muchas veces por los errores que ellos cometían. Tiene un gran corazón, a diferencia de Yonnick, quien solo piensa en si mismo.
El rubio batalla consigo mismo en silencio mientras van llegando al sucio vagón. Entran y Nathaniel deja a Seth en un rincón, James pone una manta sobre él. Aún no hay señales de que Seth esté despierto, pero una de las heridas ya está sanando.
—James, Jack, cuiden a Seth y avísenme si despierta. Yonnick, ven conmigo.
El rubio sigue a Nathaniel nuevamente fuera del vagón. Nathaniel pasa una mano sobre su cabello negro y se voltea hacia él con la mirada bastante seria.
—¿Hasta cuando seguirás con esto?
Yonnick mira hacia otro lado sin responder.
—¿Crées que es fácil para nosotros? ¿Que somos injustos? Tú deberías hacer lo mismo que nosotros y cuidar de tu familia, la única que tienes, no meternos en problemas solo por tu orgullo.— El rubio hace una mueca pero sigue sin mirarlo. —Seth está haciendo todo lo posible para que ustedes puedan disfrutar toda la vida que les queda por delante, y sabes que él siempre hará hasta lo imposible si es necesario. Trata de manejar tu temperamento, hoy fué Seth que por suerte no sufre peligro pero... ¿Y si Jack o James hubieran recibido esos disparos? Ya perdimos a Thai y a Haiko, no quiero perder a alguien mas. CONTRÓLATE.
Nathaniel revuelve un poco el cabello de Yonnick y vuelve a entrar al vagón. El rubio se queda de pie, aún mirando hacia algún punto, y de repente las lágrimas salen de sus ojos nublando su vista.
"¿Y si Jack o James hubieran recibido esos disparos? Ya perdimos a Thai y a Haiko, no quiero perder a alguien mas."
Es un problema. Hubiera muerto si no fuera por Seth, lo salvó incluso después de que él lo tratara mal. No merece ser parte de su familia...
Yonnick se limpia las lágrimas de sus mejillas y trata de parecer fuerte, parpadea unas cuantas veces para disimular las lágrimas y entra nuevamente al vagón. Cada uno está metido en su propio mundo, Nathaniel ahora ordena los papeles de él y los de Seth, James está escribiendo algo en su carpeta y Jack talla algo en una de las paredes del vagón con una piedra. Cuando Seth despierte estará en problemas. Yonnick se dirige hacia un rincón y comienza a jugar con su encendedor hasta quedarse dormido.

El frio comienza a sentirse incluso dentro del vagón, Yonnick comienza a abrir sus ojos con pesadez, se mira a si mismo, una manta lo está cubriendo. Se sienta en el lugar y mira hacia todos lados, el vagón está casi vacío excepto por alguien que está escribiendo al otro lado. Seth.
—Oh, despertaste.— dice este con una sonrisa. Yonnick sigue serio.
—¿Te recuperaste? ¿Ya estás bien?— indaga el rubio, Seth hace una seña con la mano.
—Si, si, no te preocupes. Esas cosas son dolorosas pero no es nada. Una vez en el laboratorio me dispararon en la cabeza, eso duele aún mas créeme.
Yonnick hace una mueca de asco mezclado con pena.
—¿Dónde están los demás?
—Los mandé a comprar algo de comida, ya se nos acabaron las latas.
Él asiente y sube sus rodillas a la altura de su pecho, las sostiene con sus brazos.
—Oye Seth... Lo siento.
El mayor lo mira, asiente y le sonríe.
—Tuve tanto miedo de que te hicieran daño, cuando vi que ese tipo te apuntaba no pude hacer otra cosa mas que meterme entre ustedes. No vuelvas a hacerlo, no busques mas problemas Yonnick. Un simple "lo siento" no arreglaría nada si alguien muriera.
El chico mira hacia el suelo avergonzado.
—Lo sé. Y estoy seguro de que no será la última vez.
Seth hace una mueca de confusión.
¿"No será la última vez"?
Yonnick lo mira serio, pero en su interior está luchando contra un montón de emociones.
—Estoy seguro de que en cualquier momento les causaré otro problema. Aunque no quiera. No es rebeldía como ustedes dicen, es simplemente algo mas fuerte. No puedo quedarme quieto y olvidarme de que soy prácticamente un sol humano, quizás ustedes lo controlan, pero yo no puedo estar ni un segundo alejado del fuego... Lo sabes bien. Lo que sea que me hicieron en ese laboratorio me transformó en esto, un idiota al que lo controla el fuego.
Seth está serio, pero luego sonríe de manera tranquila.
—No te preocupes, te ayudaremos a controlarlo. Todos.
Se voltea nuevamente hacia sus papeles y sigue con lo que estaba haciendo. Yonnick solo se queda quieto pensando en sus palabras.
No quiero causarles mas problemas.

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