10._ GANANDO UNA NUEVA AMIGA Y UNA NUEVA ENEMIGA

1.3K 132 46
                                    

-Ve a descansar-. Le ordena Emeritus a Helena, después de besar su cuello.

-Sí, amo-. Responde furiosa Helena.

*A la mañana siguiente*

Helena duerme en su habitación tranquilamente, cuando de repente Dorotea llama a la puerta.

-Helena, despierta, ya es muy tarde. Tienes que aprender mucho hoy-.

-¿Qué demonios?-. Dice Helena furiosa mientras se levanta a abrir la puerta. -¿Qué es esto? ¿Una escuela? ¿Aquí nadie duerme?-.

-¿Qué dices? Las Ghuleh podemos dormir el tiempo que queramos. Es sólo que también hay obligaciones, a mi me tocó instruirte a ti y a ti te toca levantarte para ser instruida. Ahora por favor, bañate, vístete y baja conmigo-. Le ordena Dorotea.

-Oye espera... ¿Dónde está él?-. Pregunta Helena.

-¿Él quién? ¿Te refieres al amo?-.

Helena asiente con la cabeza.

-Te pido de favor, no no, te ordeno que te refieras a ÉL como lo hacemos todos aquí, o sea, como el amo y no sólo como él, gracias. Y no, el amo no está. Helena ¿Qué crees que hace? ¿Dormir todo el día? El amo tiene obligaciones, trabaja en el Templo Mayor, tiene que ver por la seguridad y buena administración del Infierno-. Dice Dorotea molesta.

-Si si perdón, sólo preguntaba. Está bien ya salgo-. Dice Helena avergonzada.

-Te espero-.

-Espera espera... ¿Y las demás Ghuleh?-. Pregunta Helena.

-Están ocupadas, también tienen cosas que hacer-. Responde Dorotea.

*Tiempo más tarde*

-Ya estoy lista. ¿A dónde vamos?-.

-Primero, antes de mostrarte algo, tenemos que hablar-. Dice Dorotea.

-¿Hablar sobre qué?-. Pregunta desconcertada Helena.

—Hay ciertas reglas que deberías conocer Helena—.

—¿Cuáles son esas reglas?-.

—Es la primera que debes tener muy en cuenta y nunca olvidarla. Todas nosotras somos de él, pero él no es de ninguna de nosotras ¿Comprendes Helena?—. Dice Dorotea.

—¿Cómo así? No entiendo. ¿O sea que nosotras si somos de su propiedad, pero él de nosotras no?—. Pregunta Helena confundida.

—Sí Helena, en términos más claros significa que no te puedes enamorar de el amo por nada del mundo, y si lo haces, es bajo tu propia responsabilidad, sería un amor que sufrirías para toda la eternidad, te estarías condenando tú misma—. Dice Dorotea.

—¿Por qué?—. Pregunta Helena.

—Porque ya te lo dije, él nos posee a nosotras, pero nosotras no tenemos derechos sobre él, si te enamoras, te estás matando tú misma ¿No lo entiendes? Él nunca podría estar solo contigo, porque también tiene que estar con las demás, no esperes de su parte romanticismos, está bien, el amo es muy seductor, pero no puedes confundirlo con otra cosa, Helena, esto es lo más importante que debes considerar, por tu bien—. Dice Dorotea.

—Esta bien ya entendí, lo tengo prohibido. Para mi suerte eso no pasará en los 10 días que yo este aquí. Pero a ver ¿Cuáles son las demás reglas?—.

—Tú no eres libre de tomar desiciones, es decir, él decide con quién quiere dormir hoy, quizás quieras dormir tú con él pero eso no será posible a menos que él lo ordene y cuando te toque estar con él a ti, por nada del mundo debes quedarte dormida hasta el amanecer, tienes que abandonar el cuarto antes de las 6:00 AM o sino él se enfadará, no puedes besarlo, él tiene que besarte a ti, aunque regularmente no lo hace, no puedes quejarte cuando estés con él por nada del mundo y tienes que hacer absolutamente todo lo que te pide—. Le explica Dorotea a Helena.

—Dorotea eso parece muy complicado, no sé si pueda hacerlo bien—. Dice preocupada Helena.

—No te tienes que preocupar de otra cosa, tú único objetivo ahora es hacer a nuestro amo el más feliz, aveces viene muy enfadado porque tiene problemas con el Clero y llega cansado y en esos momentos de plano no quiere ver a ninguna, ahí sí que no tienes que aparecerte por ningún motivo—. Dice Dorotea.

—¿Y cómo voy a saber cuando él esté enfadado?—. Pregunta Helena.

—Créeme cariño, eso lo notarás desde tu propia habitación—. Dice Dorotea.

—Dorotea ¿Cómo fue que te convertiste en Ghuleh?—. Pregunta Helena curiosa.

—Yo tenía 20 años cuando eso ocurrió, primero fui la Ghuleh del Papa anterior, su hermano, no es usual que las Ghuleh se queden dos generaciones, porque nos cambian cuando cambian de Papa, pero parece que yo hago muy bien mi trabajo—. Dice Dorotea guiñando el ojo.

—Espera espera—. Interrumpe Helena. —¿Su hermano?—. Pregunta estupefacta.

—¿Helena no sabes ni lo básico? Así es, el Papa Emeritus II es hermano del Papa Emeritus III—. Dice Dorotea.

—Perdón, enserio no sé mucho, mira, yo todavía no me la creo que vine a parar aquí de esta manera, pero lo estoy haciendo por mis hermanas, aunque probablemente ellas ya no vuelvan a hablarme jamás, lo estoy haciendo para que puedan vivir mejor—. Dice Helena.

—Helena ¿No has pensando algo? Si tus hermanas realmente te quisieran, no estarían enojadas contigo, sino que estarían felices porque tú estarás bien. Me imagino que es complicado, pero escuchame bien. Ellas no tendrían porque haberse puesto así, lo cual significa que no te quieren y nunca lo han hecho—. Dice Dorotea, poniendo su mano en el hombro de Helena.

—¡Eso no es verdad! Sé que ellas se enojaron conmigo porque les arrebate un sueño que no me correspondía. No toleraré que te metas en mi vida personal—. Dice Helena mientras retira la mano de Dorotea de su hombro.

—Está bien, discúlpame Helena, no quise herir tus sentimientos, por favor perdóname—. Dice apenada Dorotea.

Helena reflexiona un segundo y se retracta.

—Perdón, no debí contestarte así, perdóname tú a mí—. Dice Helena.

—Olvidémonos de esto ¿Si? Voy a mostrarte las instalaciones. El Palacio es realmente hermoso—. Dice Dorotea con una sonrisa.

—De acuerdo—. Dice Helena intentando sonreír.

*Más tarde*

Llega el Papa Emeritus y los Nameless Ghouls lo reciben en la puerta quitándole la mitra papal, dándole un informe de lo que pasó en el día.

—¿Qué pasó con Helena?—. Pregunta.

—La señorita Helena estuvo todo el día con la Ghuleh Dorotea, hasta ahora parece que se está adaptando muy bien al Palacio gracias a ella—. Responde Omega.

—Muy bien, llévenla al Jardín Negro inmediatamente—. Ordena Emeritus.

—Sí señor—.

Narra Helena:

¿Por qué las palabras de Dorotea retumban en mi cabeza? ¿Y si tiene razón y en realidad mis hermanas nunca me quisieron? Me abandonaron tan fácilmente y me dieron la espalda como si nada. ¿Y si ser Ghuleh es la cura para dejar de sufrir? No, no. Relájate Helena, este lugar podría estar hechizado y podría hacer que cambie de opinión.

*Toc Toc*

Alguien llama a la puerta interrumpiendo los pensamientos de Helena.

—Señorita, el amo la espera en el Jardín Negro ahora mismo—. Dice Omega.

Helena sale de su cuarto siguiendo a Omega. En la puerta de al lado sale alguien que estaba espiando.

—¿Por qué el amo la citó en el Jardín Negro, si ninguna Ghuleh puede ir a ese jardín? Esto no me está gustando y no sé por qué—. Pregunta desconcertada Elizabeth, una de las Ghuleh...

GHULEH / ZOMBIE QUEEN 1° TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora