67._ ACTOS PROHIBIDOS

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Con la última frase que dijo Helena, Omega se prende y la toma entre su caderas de las piernas. La besa con lujuria y mucha pasión, poco a poco ambos se desvisten deshaciéndose de la ropa. Helena besa su pecho en círculos pasando la lengua en su abdomen. Él acaricia sus senos masajeándolos y al mismo tiempo la toma del trasero. Ella posa su mano su miembro erecto y cuando lo ve se asombra, no es tan grande como el de Emeritus pero tampoco le pide nada. Continúa jalándoselo con fuerza y Omega comienza a gemir. Besa con insistencia su cuello haciéndolo estremecer.

—Tu piel es tan blanca como la nieve—. Le susurra Helena en su oído.

Omega la acuesta en la cama y desciende hasta su pelvis lamiéndola. A pesar de que su cuerpo está lastimado, lentamente besa cada una de sus cicatrices. Con su sigilosa lengua avanza hacia su intimidad y la invade saboreándola. Lentamente frota su músculo bucal contra su clítoris en círculos y con sus dientes muerde sus labios. Helena comienza a gemir desesperadamente y lo toma de la cabeza mientras él se mueve con ritmo. Prosigue con su tarea y ahora mete dos dedos en su vagina y la chupa al mismo tiempo, Omega hace gestos de saborear algo realmente delicioso, aumenta la velocidad de su lengua profanando su intimidad, ella se retuerce de placer y aprieta la orilla de su colchón. Cuando él considera que ha terminado su trabajo, sube hasta su boca y la besa. Ella lo coloca debajo suyo y mete su pene en su vagina, aún con dolor se muerde el labio y empieza a saltar sobre él rápidamente. Omega la toma con sus manos de la cintura y la ayuda a impulsarse entrando y saliendo, ella apoya sus manos en su pecho presionándolo. Él jadea muy despacio y ella se contiene por no gritar. Después de un momento Omega se coloca encima de su cuerpo y con la punta de su pene enrojecida enviste a Helena abriéndola totalmente de piernas y colocándolas en sus hombros. Como ambos produjeron mucha lubricación, la fricción de sus genitales es más placentera y rápida todavía. Primero empieza lento pero a un ritmo constante y matador.
Helena gime sin control y siente orgasmos consecutivos a cada instante, justo en el clímax del coito Omega acelera la embestida con mucha potencia durante los últimos cinco minutos, para luego venirse. Saca su miembro completamente enrojecido y eyacula en su vientre masturbándose a él mismo en los segundos finales y gruñendo en un tono sensual muy grave y excitante.
Omega cae sobre la cama agotado a un lado de Helena, los dos respiran dificultosamente y sudan. Ella se incorpora y observa su semen dorado.

—¿Qué es esto?—. Pregunta viéndolo en su abdomen.

—Es mi semen—. Responde Omega.

—Pero esto es dorado—. Dice ella agarrando un poco y sintiendo la consistencia

—Soy un Ghoul Helena, nuestras lágrimas, sangre y semen son dorados—. Le explica Omega.

Ella sonríe y se acurruca con él.

—¿No estás arrepentida?—. Le pregunta él mirándola a los ojos y acariciando sus mejillas.

—No, ya no siento más culpa ni temor—. Le dice ella respondiéndole a las caricias.

—Este era mi sueño, y se cumplió—. Le dice Omega feliz. —¿Desde cuándo te gusto eh?—.

—Me gustas desde ese día que discutimos en la fuente de los deseos—.

*Flashback*

—¿Soy estúpido? ¿Crees que soy estúpido? Pues sí que crees que tú tienes mala suerte estás equivocada, ¡YO TENGO LA PEOR SUERTE POR TENER QUE SOPORTARTE A TI!—. Grita Omega incontrolable.

—Claro, lo olvido ¡ERES UN METICHE QUE LEE LOS PENSAMIENTOS DE LA GENTE!—. Le grita Helena.

—¡AHHHHHHHG!—. Vuelve a gritar Omega, empujándola contra la pared, sosteniéndola fuertemente. Mirándola a los ojos de arriba abajo.

GHULEH / ZOMBIE QUEEN 1° TEMPORADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora