GHULEH / ZOMBIE QUEEN 1° TEMPORADA

51._ SE ACABARON LAS DIETAS

Helena se encuentra acostada en el sillón de la sala Ghuleh comiendo pollo frito y mirando la televisión. De pronto llega Atena y le arrebata el plato.

—¡Querida! ¿Qué estás haciendo?—. Le dice Atena asustada.

—Comiendo mi pollo frito—. Le responde Helena con las manos vacías.

—¡Qué horror! ¡Tú no puedes comer eso! Engordarás terriblemente—. La regaña Atena.

—¡Pero está delicioso! No puedes prohibirme comer pollo frito. Además los demonios sirvientes lo cocinaron especialmente para mí—. Dice Helena levantándose del sofá molesta.

—¿No te importa tu figura? Así como estás eres perfecta, si sigues comiendo esto empezarás a engordar, te colgarán las lonjas y los vestidos ya no te quedarán—. Le dice Atena.

Helena se queda pensativa mirándose.

—Pero no puedo morirme de hambre—. Le dice ella.

—No es necesario que mueras de hambre, solo evita comer esto y postres—. Le recomienda Atena.

—¿Postres? Pero yo amo el helado—. Dice triste Helena. —¿Cuándo fue la última vez que comiste pollo frito?—.

—No lo sé, probablemente hace mucho tiempo—. Recuerda Atena.

—Come un poco y recordarás que delicioso es—. Le dice Helena.

—¡QUÉ! ¡No! ¡Jamás!—. Le responde Atena.

—Solo un poco, una mordida. No engordarás si le das una mordida. El amo no se enterará—. Dice Helena insistiéndole.

Insegura, Atena toma una pierna de pollo y le da un mordisco muy pequeño.

—Mastica lentamente—. Le dice Helena.

Atena cierra los ojos mientras traga el pedazo con dificultad y lo pasa por su garganta. Momentos después abre los ojos entusiasmada.

—¡Whoaah! Había olvidado lo delicioso que era—. Dice Atena aborasándose de la pierna de pollo.

—Te lo dije—. Le dice Helena tomando la pechuga.

Ambas se sientan en el sillón a ver la televisión y a seguir comiendo. Enseguida se aproximan Sarah y Gönul, se asustan al ver a Helena y a Atena comer comida chatarra.

—Tienen que probarlo, definitivamente aquí tenemos a los mejores chefs de Infestissumam—. Les dice Atena con la boca llena.

—Pero Emeritus se molestará—. Dice Gönul.

—No va a enterarse y si se entera déjenmelo a mí—. Les dice Helena con la boca manchada de salsa.

—Bueno—. Responden las dos.

Sarah y Gönul toman unas piezas.

—¡Oh qué sabor! La salsa es magnífica el adobado—. Dice Sarah.

—Está en perfecta cocción—. Dice Gönul con la boca llena.

—Sí, no sé cómo pudieron perderse de esta delicia tanto tiempo. Y más cuando tienen a los chefs a su disposición—. Les reclama Helena.

—Si Dorotea nos mirara le daría el patatus—. Dice Sarah riéndose.

—¡¿QUÉ DEMONIOS ESTÁN HACIENDO?!—. Grita Dorotea cuando las observa.

Inmediatamente Sarah, Gönul y Atena tiran los huesos del pollo.

—Es solo pollo—. Dice Helena riéndose nerviosa.