GHULEH / ZOMBIE QUEEN 1° TEMPORADA

9._ EL INICIO DE UN PROCESO

Narrador:

Después de la presentación de conocer a todas las Ghuleh, Helena se dirige a su habitación, toma un baño caliente y se sienta en la cama, voltea a ver alrededor, está usando una bata de baño blanca. Se queda pensativa, recordando una conversación que tuvo con Dorotea.

*Flashback*

—Hay una serie de reglas que te iré explicando después, mientras tanto debes saber que el amo gusta de una Ghuleh limpia y presentable, aveces podrá parecer muy serio, pero no lo es—. Le dice Dorotea a Helena mientras caminan.

—Oye, realmente me gustaría saber de qué se trata ese Ritual—. Pregunta Helena preocupada.

—Es un proceso largo, debe ser en una noche de Luna Llena, el amo tomará tu brazo izquierdo y de él derramará 12 gotas de sangre, tomará 12 pétalos de rosa roja y esparcirá las gotas de sangre en ellos, después... El amo donará su semen y lo mezclará para que más tarde, ya que haya recitado 12 veces la oración a Satanás, tú deberás beber la mezcla de la sangre, los pétalos y... Su semen—.

Helena regresa a verla con cara de terror y angustia.

–¡¿Dorotea?! ¿Tú hiciste tal cosa?—. Pregunta Helena horrorizada.

—Por supuesto, pero después que despiertas, te sientes nueva, renovada, eres otra—. Dice alegremente Dorotea.

—¿A qué te refieres con despertar?—. Pregunta Helena.

—Después del Ritual, quedas como mareada y caes inconsciente, depende de qué tan fuerte seas, es el periodo que estarás dormida, yo solo tardé tres días, pero por ejemplo Agatha tardó dos semanas y al parecer ese es el periodo más largo que una Ghuleh puede demorar—. Responde Dorotea. —Sé que es aterrador y confuso para ti, pero ya lo entenderás más tarde, no pasa nada, es una total renovación, enserio. Todo aquello que te preocupa desaparece inmediatamente, todos esos miedos e inseguridades quedan en el olvido, porque después de eso, en tu mente solo habita una preocupación... Que el amo, nuestro señor supremo, sea el ser más dichoso de todo el Universo—. Expresa Dorotea, conmocionada.

*Fin del Flashback*

Helena baja lentamente las escaleras, está usando un hermoso vestido rojo que deja al descubierto uno de sus hombros. El Papa Emeritus la observa bajar y se para del Gran Comedor, como todo un caballero le acomoda la silla, y aprovecha para besar cálidamente su hombro.

—Te ves deslumbrante—. Le dice Emeritus a Helena.

—Por favor ponte cómoda—. Le ordena.

Helena molesta se sienta ignorando su acción y decide mantener la vista hacia otro lado.

—¿Podrías cambiar esa cara?—. Le suplica Emeritus.

—Me imagino que usted no se imagina el inmenso dolor que siento ahora—. Dice Helena manteniendo la mirada en un punto fijo. —Estoy aquí y no es por mi propia convicción, estoy aquí para complacerlo a usted, amo—. Dice sería mientras regresa la vista hacia él.

—Te prometí que no haría las cosas difíciles para ti mi bella Helena—. Dice Emeritus.

En eso, llegan los demonios sirvientes y ponen sobre el Gran Comedor todo un festín de deliciosa comida, carne cruda, uvas, vino.
Helena se queda boquiabierta y sus ojos brillan al ver tanta comida.

—Come todo lo que desees, te necesito fuerte—.

—¿Y las demás por qué no vienen a comer también?—. Pregunta Helena.

—Porque ellas tienen su propio comedor—. Le responde Emeritus.

—Entonces yo no debería estar aquí—. Rezonga Helena.

—Tú estás aquí porque yo quiero que estés aquí, deja de rezongar y come—. Regaña Emeritus.

Narra Helena:

¿Qué demonios? Me esta regañando. Es un sin vergüenza. ¡Sí, lo dije! Al menos solo serán 10 días. ¿Qué pretende? Con ese gran cuarto y todos esos accesorios hermosos, y ahora me tiene aquí, prisionera hasta en la mesa. Y también espera que saboree su semen para convertirme en su esclava.
Solo porque me muero de hambre voy a comer, todo parece delicioso. Lo pruebo y sí, está justo en su punto.

*Después de comer*

—Me voy a mi habitación—. Dice sería Helena mientras se para de la mesa.

—Todavía no Helena, tenemos mucho que hablar—. Dice Emeritus y le ordena que se siente de nuevo.

—Te dí 10 días, pero estoy seguro que querrás quedarte, entonces debo hablarte de algo que probablemente ya sepas—.

—¿El Ritual?—. Pregunta Helena.

—Sí, el Ritual—. Responde Emeritus.

—No me interesa saber en qué consiste, porque yo planeo irme exactamente en el día número 10—. Dice Helena.

—Me estás hablando en un tono muy irrespetuoso—. Dice Emeritus, molesto.

—De todas ¿Por qué tú me estás dando una migraña insoportable. ¿Por qué?—. Le pregunta Emeritus a Helena mientras se para y la rodea, hablándole al oído.

—Pero eso sólo provoca que te desee más—. Le dice Emeritus, respirando su vapor caliente en su oreja.

Helena cierra los ojos y suspira. Emeritus avanza a su cuello.

—Hueles realmente delicioso—.

—Emeritus—. Dice Helena susurrando. —Déjame ir—.

—¡Nunca!—. Dice Emeritus seriamente. —Serás mía, de mi propiedad, serás mi Ghuleh—.

Susurra Emeritus, respirando la esencia de Helena y absorbiendo cada centímetro de su cuello...