“Te quiero, ____. ¿Tú me quieres?"
La ira le cegó y yo no sabía donde ir. Donde mirar. Estaba totalmente paralizada delante de ellos. Matt en el suelo. Justin sobre él. Los golpes volaban por todos los lugares y la sangre fluía. Pero sólo de Matt. Siempre del oponente. Porque a él no podían hacerle daño. Yo tampoco lo permitiría.
“¡LO VAS A MATAR!” Gritó Danna con terror.
Eso me hizo volverme en sí. Me acerqué a ellos con rapidez. Había que quitar a Justin de ahí. Los profesores no tardarían en darse cuenta de la movida que estaba ocurriendo. Me coloqué detrás de su cuerpo y agarré su camiseta tirando con fuerza para separarle. La cara de Matt iba de un lado a otro junto con los puños de Justin.
“Justin...” No pareció escucharme. Mi voz se ahogó entre los gritos y vítores de las personas que habían formado un corro a su alrededor. “Justin, para. Para, por favor.”
Y fue como si hiciera click. El brazo de Justin quedó suspendido en el aire. No se movió. Su respiración estaba agitada, furiosa. Tenía miedo de mirarle. De mirarle y no reconocerle. Tiré de nuevo de su camiseta haciendo que se levantara. Mantenía su cabeza baja sin apartar la vista del cuerpo de mi amigo. Podía ver su nariz rota, sus moratones y su sangre por el suelo y su camiseta. Igual que había sangre en la camiseta de Justin. Pero no era suya. A él no le habían dado. Nunca lo hacían.
“¿Qué ha pasado aquí?” El profesor Shaw fue el primero en llegar.
Miró a Matt y a Justin. De un lado a otro. Persona a persona. Mas de una vez. Estructurando lo que había pasado. Su gesto cambió. Mostraba esa mirada de profesor furioso. La misma mirada que ponen cuando les interrumpes. La mirada que ponen cuando te preguntan algo para suspenderte y tu la aciertas. La mirada que ponen antes de una expulsión.
“Acompáñeme, señor Bieber. Sanders, lleve al otro chico a la enfermería.” Con esto dio por concluida la pelea.
Le hizo un gesto a Justin con la cabeza para que lo siguiera. El comedor se había quedado en silencio. Solo respiraciones al mismo compás. Aceleradas. Justin y el profesor Shaw salieron del comedor. Uno seguido por el otro. Y yo me agaché a ayudar a Matt.
Respiraba con dificultad y temía que se hubiera desmayado. Me agaché a su lado y levanté con sumo cuidado su cabeza.
“¿Matt?” Susurré. Tuve un gemido ronco de contestación. Me valía.
“Chicos, ayudadme a ponerle en pie.”
Danna y Eric corrieron en mi ayuda. Yo sola no hubiera podido levantar al armario que era Matt. Pero ahora mismo solo parecía un cachorrito asustado y herido. Muy herido a decir verdad.
Conseguimos levantarle con esfuerzo. Eché uno de sus brazos sobre mis hombros y agarré su cintura. Comencé andar intentando que no se cayera al suelo. Nos tambaleábamos bastante y no estaba segura de si podría con su peso hasta la enfermería.
**
Matt estaba tumbado delante de mí. Le habían administrado unas cuantas pastillas para que se durmiera mientras el médico verificaba y curaba todas sus heridas. Por suerte la nariz no se había roto. Había sido una falsa alarma. Pero había sangrado lo suficiente como para asustar. No había querido irme de su lado. Me sentía culpable por su estado. Y en cierto modo lo era.
Matt sabía en que punto estaba mi “relación” con Justin. Se lo había contado. Aún confiaba en él. A pesar de todo. Matt se había vuelto cariñoso y comprensivo estas semanas. Y la verdad es que lo agradecía. Porque lo necesitaba. Necesitaba a alguien y él estaba aquí. Pero estaba siendo cruel con él. A veces me acercaba mas de lo debido o le daba alguna falsa señal siempre que Justin estaba delante. Quería ponerle celoso de verdad. Que viera lo que se estaba perdiendo. Que sufriera él lo mismo que sufría yo cuando le veía, cuando le recordaba o cuando le anhelaba. Y para eso usaba a Matt. Así que merezco la culpa. Merezco que me besara delante de Justin. Merezco haber visto como le daban una paliza. Merezco sentirme terriblemente mal por toda esta mierda. Porque era solo culpa mía.
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Esclavos de la noche.
FanfictionTodo iba vien en la vida de ___, hasta que Justin Bieber se cruzó en su camino. Desmoronando sus esquemas, cambiando su mundo, llevándola a lugares que nunca había visto. Él es un misterio, un luchador que no escapa del círculo. Todo está en contra...