Capitulo 52

2.3K 117 1
                                    

“Tus estúpidos amigos están aquí"

 

“Ryan, ¿tú crees que esto va a funcionar?”

“Por dios, ___, calla ya y duérmete.”

“Pero no tengo sueño.”

“Cuenta ovejas.”

“No funciona.”

Se incorpora y me lanza una almohada que me golpea de lleno la cara. Ni si quiera lo esperaba. Le echo una mirada llena de furia mientras la aprieto en mis manos decidiendo si lanzarsela de vuelta o estarme quieta. Opto por la segunda opción y me callo. Miro el techo de la pequeña tienda de campaña que hemos montado bajo uno de los muelles. Oigo el mar desde aquí. Las olas irrumpiendo con fuerza contra el muro que las detiene. Tengo el cuerpo en completa tensión y no puedo dormir por mucho que lo intente. Miro el reloj de mi muñeca. Las 2:37 am. En unas horas llegará el barco que espera Justin. No puedo dormir.

“¿Ryan?”

Oigo un pequeño “mmm” que me da la respuesta para continuar.

“Tengo miedo.” Afirmo por primera vez en voz alta.

Era la primera vez que lo decía. Que lo decía de verdad. Pero no tengo miedo por mí. Ni por lo que podrían hacerme. Ni si quiera por como acabará todo. Tengo miedo por Justin. Mucho. Tengo miedo a que no vuelva. Tengo miedo a que no sea él. Tengo miedo a que salga herido. Y también tengo miedo por Ryan. Está demasiado implicado en todo este asunto. Pero, sólo somos dos. Él y yo contra todo un grupo armado. Y aún a pesar de tener un plan memorizado mil veces y una, tengo miedo de que alguno de los dos, salga mal parado.

Ryan se incorpora esta vez y me mira. Con la tenue luz que se cuela procedente del faro veo sus ojos vidriosos. Y sé que también teme por Justin. Que tiene el mismo miedo que yo aunque lo oculte. Pero lo dice. Lo dice alto y claro.

“Yo también lo tengo.”

Pero no puedo hacer otra cosa que recostarme, cerrar los ojos y pedir que todo salga bien cuando despierte. 

**

Me despierta el sonido de la bocina de un barco. Uno muy cercano. Tan cercano que casi hace que me estallen los oídos. Me incorporo y me restriego los ojos para quitarme el poco sueño que he tenido esta noche. Me adelanto un poco y abro un pequeño hueco en la cremallera de la tienda. Echo un vistazo y veo un gran barco delante de mi.

Todo el casco es negro completamente, menos una pequeña línea que se dibuja en la parte de arriba. Es un buque de carga. La mercancía se amontona en un montón de cajas de metal en la proa del barco. La están descargando y colocando sobre nosotros, en la parte de arriba de donde nos encontramos, en el paseo del puerto. Pero entonces me fijo en el pequeño nombre que viene escrito en el casco. En letra cursiva y blanca: Damaio.

La respiración se me corta y tardo un tiempo en reaccionar. Son esos. Es la hora. Echo un último vistazo y entonces le diviso ahí arriba. Sobre el puente que han improvisado. Dirigiendo. Y mi corazón da un vuelco.

“¿___? ¿Qué miras?” Oigo la voz somnolienta de Ryan que acaba de despertarse.

“Están aquí.”

 

Justin:

 

“Vamos, quiero todo en ese camión en menos de 5 minutos.” Casi grito a la vez que mantengo una de mis manos en mi cintura. Notando el arma que tengo guardada por si acaso.

Esclavos de la noche.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora