Pétalos ➳ Cryle

¿Me quiere?

Miré por la ventana, el sol se estaba ocultando y él aún no llegaba. Había prometido que vendría a ayudarme con nuestro proyecto, el cual tenía fecha próxima de entrega.

Pero simplemente no llegaba.

Solté un suspiro cerrando las persianas de mi ventana pero en ese momento mi celular vibró. Lo cogí y desbloqueé la pantalla, notando que era un mensaje suyo.

"Ya estoy llegando, perdona la tardanza"

-El bravucón más lindo de la escuela

Sonreí para mí mismo al ver cómo lo tenía agregado, era increíble lo emocionado que me ponía ante cualquier mínima interacción de su parte hacia mi persona. Me recosté en mi cama en su espera.

Sin darme cuenta me quedé dormido.

—Hey, Broflovski... —sentí como mi cuerpo era remecido con suavidad, abrí lentamente mis párpados viendo frente a mí esos hermosos ojos ámbar—. Al fin despiertas —dijo esbozando una sonrisa—, lamento llegar tarde

—No te preocupes —bostecé, incorporándome en la cama—. Ya oscureció... —dije mirando por una pequeña abertura entre las persianas como el cielo ya se estaba pintando de un azul oscuro con matices negras—. Espera, ¿cómo entraste?

Había caído en la cuenta de que Craig estaba en mi casa, en mi habitación para ser específicos, y que yo me había quedado dormido. Entonces, ¿cómo había entrado?

—¿En serio quieres saber?

—Claramente sí —lo miré enarcando una de mis cejas.

—Bueno... Digamos que cualquiera podría entrar a robar con facilidad a tu casa —dijo con indiferencia.

—Craig, no me digas que entraste por la ventana...

Craig se encogió de hombros, dedicándome una sonrisa que me indicaba que estaba en lo correcto.

—Bueno, ya está hecho —suspiré con resignación—, solo no lo vuelvas a hacer, ¿sí? A la próxima podrías llamarme, ya sabes... Como lo hace todo el mundo

—Lo hice, pero nunca me respondiste a ninguna de mis llamadas —se defendió.

Tomé mi celular, que estaba a un costado en mi cama y lo miré, notando que, efectivamente, tenía varias llamadas perdidas del azabache.

—Tienes razón —admití—, fue mi error. Lo tenía en silencio

Craig me miró con fingida ofensa para luego cambiar de tema.

—Creo que ya no puedo ayudarte con el proyecto de ciencias —dijo—. Lo siento, fue mi culpa por llegar tarde

—Está bien Tucker, te dije que no te preocupes —golpeé su brazo levemente, manteniendo una sonrisa al verle algo afligido—. Ya es muy tarde, ¿por qué no te quedas?

Justo después de hablar, caí en cuenta de lo atrevida que sonaba esa proposición, a final de cuentas, ni habíamos llegado a esos niveles de intimidad en nuestra amistad, si es que se le podía llamar de esa forma a la relación que teníamos.

Cuando estaba por retractarme de mi propia propuesta, lanzando cualquier excusa boba, Craig accedió, asintiendo con la cabeza.

Fuimos a por algo de comer. Él estaba más callado que de costumbre, lo cual era extraño ya que siempre estaba hablando de cosas sin sentido o molestándome simplemente porque sí, porque le divertía hacerlo.

—Craig, ¿sucede algo? —pregunté, rompiendo por completo el silencio que reinaba en ese momento.

Estábamos en la cocina preparándonos unos sándwiches de mantequilla de maní y mermelada, pero, al oír mi pregunta, pude percibir como su cuerpo se tensó ligeramente.

—¿Por qué debería suceder algo? —dijo pretendiendo mostrar indiferencia, mas de igual manera noté que no estaba siendo del todo sincero conmigo.

—No lo sé... Te ves algo pensativo —desvíe la mirada sin saber que más añadir—, sabes que puedes confíar en mí si gustas... —agregué después de un breve momento.

Craig suspiró mientras se sentaba en uno de los taburetes de la cocina, yo por mi parte hice lo mismo, apoyando mis codos en el mesón y mi mentón en uno de mis manos, agarrando —sin muchos ánimos— mi sándwich con la mano que tenía libre.

—Yo... Terminé con Tweek —confesó repentinamente mientras soltaba un largo suspiro.

—¿En serio? —pregunté sorprendido—. ¿Y por qué? Digo, si es que quieres contarme —dije avergonzado, sintiendo como se me subía la sangre a las mejillas.

Craig y yo llevábamos unos cuantos meses juntándonos, un día nos encontramos en la sala del consejo estudiantil dado que, como castigo debido a su mal comportamiento, tenía que ayudarnos a organizar una excursión que estábamos preparando.

Resulta que terminamos llevándonos mejor de lo esperado y empezamos a pasar cada vez más y más tiempo juntos, a pesar de las opiniones negativas de nuestros respectivos grupos de amigos. Y cuando menos me lo esperé, pronto comencé a desarrollar ciertos sentimientos por él, sentimientos que iban más allá de una simple amistad.

—Él terminó conmigo para ser exactos, me dijo que yo no tenía ninguna clase de metas y propósitos en la vida y que nuestra relación no iba para ningún lado —dijo entonces, sacándome de mis pensamientos.

Yo bajé la mirada, sintiendo pena por él y algo de envidia por Tweek, pues tuvo la oportunidad de estar con la persona que me gustaba y ser correspondido por esta.

—Ya veo...

Cuándo volví a levantarla, Craig se encontraba frente a mí, a escasos centímetros de mi rostro.

—C-craig, ¿qué... —tartamudeé con nerviosismo, entrando en pánico por su repentina cercanía.

Sin dejarme terminar, Tucker puso su dedo índice en mis labios, dándome a entender que no dijera nada. Su mano se paseó con lentitud por mi rostro, acariciando mi piel a su paso, hasta finalmente detenerse en mi mejilla.

—Sólo... Déjate llevar... —susurró contra mis labios para posteriormente unirnos a ambos en un beso.

No entendía nada de lo que estaba pasando, ¿acaso Craig me quería?

¡Hola!, he aquí un nuevo proyecto, en este caso se trata de un cryle. Estuve leyendo algunas historias sobre ellos y me entraron unas ganas enormes de escribir algo yo también.

La verdad no sé qué va a salir  de esto, pero espero que todo resulte bien. Serán capítulos de mediana extensión (o quizá no) dependiendo de mi inspiración. Por favor abstenerse de malos comentarios, pero se aceptan sugerencias.

Espero que le den una oportunidad. Si llegaste hasta aquí, muchas gracias por leer. <3